Mientras John Biden asistía a misa, el helicóptero partió del patio de la Casa Blanca esta mañana con Donald y Melania Trump. Sobrevoló la ciudad de Washington y aterrizó en la base militar Andrews en Maryland. De ahí el ex presidente partió a Florida junto a su familia para nunca jamás volver como presidente de los Estados Unidos.

Millones de estadounidenses y de residentes ––documentados e indocumentados–– en los Estados Unidos, y muchos millones de hombres y mujeres de todo el mundo, aplauden su partida. Hoy despertaron libres de la pesadilla trumpista y abrieron sus corazones a la esperanza de cambio.

Pero el fantasma del moribundo Trump tuvo su último momento al descender del helicóptero en Maryland. Ahí escenificó una triste copia de sus famosos rallies. Con la canción «Gloria» a todo volumen, su familia en un lado y decenas de sus seguidores al otro lado, el hombre comenzó su discurso alardeando de la gran belleza y gracia de su esposa Melania, que a pesar de su traje Chanel, tiene el más bajo récord de popularidad en las últimas encuestas al igual que su marido. Agradeció a su familia por su apoyo y trabajo, evidenciando su nepotismo. Y siguió con una larga lista de mentiras dentro de las cuales se atribuye la creación de la vacuna del «virus chino».

Partió en el avión presidencial con toda su familia y en el aire la canción francesa que Frank Sinatra hizo famosa en inglés «A mi manera». Y a su manera, nos deja con un legado de división, odio, corrupción, antidemocracia, intolerancia, machismo, sexismo, etc, etc. Veamos algunos ejemplos.

400,000 muertos por las complicaciones del Covid debido a negligencia.

Aunque la horrenda practica racista de las fuerzas del orden estadounidense tiene una historia tan larga como la misma historia de los Estados Unidos, durante la era trumpista, el número de hombres y mujeres de color asesinados por la policia aumento notablemente y se convirtió en la causa principal de mortalidad de jóvenes de color en los Estados Undios.

La división de la nación norteamérica alcanzó niveles históricos. El Centro de Investigación Pew en su último estudio dice que en los Estados Unidos hay una fuerte división en cuanto a la economía, la justicia social, el cambio climático, y el papel de las fuerzas del orden, entre otras.

Sin embargo, considero que la mayor división entre los estadounidenses se basa en las diferentes posiciones en cuanto a los valores fundamentales estadounidenses, y en determinar cuáles son estos valores. ¿Valores religiosos sobre los derechos de la mujer, de la comunidad LGTBIQ, divisiones raciales, maltrato a los inmigrantes y descuido del medio ambiente o valores humanistas de respeto? El trumpismo trató de solidificar una agenda anti mujer, anti gay, anti negros, y anti presrvacion del medio ambiente y los cambios climaticos; una agenda intolerante hacia los valores del otro/otra. Y con el apoyo de una mayoría republicana en el senado, el nombramiento de conservadores extremistas en posiciones claves y el voto del Congreso a favor de miembros simpatizantes para la Suprema Corte y la creacion de una plataforma de apoyo con evangélicos fanáticos, los que él llama la gente del pantano, aparentemente era la clave de la consolidación de su macabra agenda.

El super macho chauvinista, racista, dictatorial fue el tipo de hombre que promovió Trump quien en algunos artículos de Político y del New York Times ha sido comparado con el dictador del Trópico Caribeño, Rafael Leónidas Trujillo quien se daba el lujo, al igual que Trump de tocar la parte íntima de una mujer cualquiera sin ninguna consecuencias. Trump no tuvo reparo en el nepotismo, ni en la mentira, ni en destruir la imagen de los Estados Unidos ante el mundo, al imponer sus ideas retrógradas. Fue el super hombre que no le temía al Covid. El machoman que arengó a sus seguidores del pantano a ocupar el Capitolio en un intento de darle un golpe de estado a la democracia más sólida del mundo.

Hoy Joe Biden—el segundo presidente católico, después de John F. Kennedy, en la historia estadounidense–– se inaugura como presidente y  Kamala Harris como vicepresidenta ––la primera mujer negra de padres inmigrantes en esta posición–– con un gabinete tan diverso que incluye a la Doctora Rachel Levine, una mujer Transsexual, como sub secretaria de salud. También con la mayoría demócrata en la Cámara de Diputados y en el Senado, además del grupo de presión de los jóvenes «demócratas socialistas» al estilo de Alexandria Ocasio Cortez. Diversidad, experiencia, mayoría en el senado y el ojo observante de las hijas e hijos de Bernie Sanders colocan a esta nación en el kairos,  el momento oportuno.

Hoy se juramenta el presidente Joe Biden –segundo presidente catolico luego de John F. Kennedy–poniendo su mano sobre una Biblia que su familia ha preservado durante más 127 años. Una Biblia que en las manos de Biden no divide, no odia y no se entromete en la esencia laica de los los Estados Unidos de América. Una Biblia en nada parecida a la que en manos de Trump sirvió para sustentar una agenda de odio y de división. La misma Biblia que el tropismo usό para sustentar su agenda de odio, es la misma Biblia que sobre las manos de Biden no divide, no odia y no se entromete en la esencia laica de la república de los Estados Unidos. Aprovechemos este momento oportuno.