(uno de tres)
¿Almirante o navegante templario?
—¿Cuánto se sabe realmente del enigmático Colón?
—¿Cuánto sabía él de cartografía?
—¿Cómo llegaron hasta él planos de la época de Alejandro Magno?
—¿Cómo pudo llegar hasta los Reyes Católicos?
—¿Iba él para Oriente y se topó conOccidente?
—¿Por qué no se alteró cuando los vientos parecían que podían destruir todo?
—¿Conocía Colón previamente la ruta para llegar al Caribe?
—¿Qué tiene él que ver con losTemplarios?
—¿Cuáles son los misterios de su firma?
Ciertamente son demasiadas interrogantes sobre este hombre que de repente aparece en la Historia en rol estelar; pero del que no se sabe a ciencia cierta quién era, dónde efectivamente nació, ni por qué los poderosos Reyes Católicos le entregan tres carabelas (¡Identificadas con cruces templarias!) para que iniciara una aventura tan insegura como parecía ser el viaje al Nuevo Mundo.
No pocos investigadores aseguran que era hijo del Papa Inocencio VIII, lo que podría explicar por qué le abrieron tantas puertas en las cortes españolas.
Aunque nos han dicho que nació en Génova, no se descarta que lo haya hecho en Francia, Grecia, Inglaterra, Portugal y hasta en la misma España. Debo apuntar que en Génova aparece un quesero llamado Cristoforo Colombo que no responde al perfil que tenemos del Almirante Colón. Cuando su propio hijo, Diego, fue a Génova a buscar su familia no encontró, según confesó después, ningún antepasado allá; aunque se supone que pudo haber sido hijo de alguien llamado Domingo.
Los registros de la época eran muy deficientes y, además, el propio Colón prefirió que toda su vida estuviese cubierta por un misterioso manto. Quizás sus misterios son indicios de la tesis templaria que ahora se debate.
Aunque era un autodidacta sabemos que poseía notables conocimientos de cartografía. Conocimientos y estudios que le llevaron a admitir que la tierra era ciertamente redonda, aunque estaba lejos de saber su verdadero tamaño.
A pesar de estos conocimientos ¿se perdió en Gran Navegante en su viaje a Cypango? Al menos eso nos han hecho creer, pero Cristóbal Colón parecía tener muy claro hacia dónde se dirigía.
Marino (prestigioso y diez veces premiado periodista e investigar arqueológico), en su libro “Cristobal Colón: el último de los templarios” afirma que este era un miembro activo de la Orden del Temple. Se basa en la enigmática firma de Colón y en otros puntos que plantea en su interesante libro.
Algo sabía Colón que no sabían los demás. La teoría más clara es que Colón poseía un mapa donde se detallaba como llegar a América, que evidentemente, tendría otro nombre. Las teorías por las cuales los Templarios podrían tener conocimiento de la existencia de América son muchas y variadas, una de las más aceptadas es la existencia de un mapa atribuido a Piri Reis.
El mapa de Piri Reis es una carta náutica elaborada por el almirante otomano y publicada hacia el 1523. Aunque Piri Reis vivió en un tiempo anterior, se suele decir que dibujó los mapas posteriormente al "descubrimiento de América"; aunque bien es cierto que la fecha de su creación fue en el mismo siglo que los viajes colombinos. Piri Reis se basó en mapas con antigüedad de 1500 años, de la Era Alejandrina.
Colón y su tripulación bien pudieron haber navegado sabiendo perfectamente hacia qué lugar se dirigían utilizando los mapas del otomano, ya que hay ciertos hechos que vinculan a Cristóbal Colón con Piri Reis, y qué mejor opción de relación que la de los Templarios, que en todo el tiempo que estuvieron en Tierra Santa se relacionaron con los otomanos.
De los muy misteriosos Templarios sabemos que fueron los grandes guerreros de la cristiandad, ricos, los primeros banqueros, creadores de las letras de cambio, dueños de una poderosa flota naval, poseedores de grandes secretos de la cristiandad, guardianes de reliquias trascendentales y acuciosos investigadores. Siempre se ha afirmado que ellos vinieron a esta zona mucho antes que el Colón que nos ocupa. Incluso existe la firme creencia que Colón había pirateado para los Templarios ante de su viaje al continente americano.
Fernando Arrollo Durán (Presidente de la Sociedad de Estudios Templarios y Medievales «Templespaña») escribe, en una amplia carta al también investigador D. Fernando Fluguerto Martí (Presidente de la Fundación Delphos, en Argentina), lo siguiente:
“No cabe la menor duda que el Temple viajó al continente americano antes de su descubrimiento oficial en 1492, y como bien dice tras la disolución lo hizo de forma más que planificada.
Las expediciones a ultramar partieron especialmente desde los puertos atlánticos de La Rochelle (Francia) y Noya (Galicia, España), al objeto fundamentalmente de abastecerse de plata, en especial de los yacimientos argentíferos de México y Perú. Cabe pensar, que en futuras expediciones llegasen por tierra más al sur, pero en modo alguno puede pensarse en desembarcos, por lo que explicaré más adelante.
Por otro lado, existen pruebas más que concluyentes que tras la orden de arresto partieron navíos templarios hacia América desde Escocia y desde las provincias templarias de la península Ibérica, previa escala en las islas Canarias. Únicamente desde este último lugar indicado cabría la remota posibilidad de una llegada a las costas patagónicas.
- Sinclair y otros historiadores británicos que han estudiado la vía escocesa, sostienen que los navíos templarios que partieron de Escocia sólo cabe pensar que pudieron haber llegado a las costas de Norteamérica, concretamente a algún lugar situado entre Terranova y Massachussetts, donde por cierto existen algunas evidencias. Es precisamente en estas zonas donde tiempo después arribaron los colonizadores ingleses, pues no cabe pensar en una desviación hacia el sur de tanta magnitud como para permitir una llegada a Patagonia. La distancia sería tal que haría absurda e imposible una travesía semejante. La parte más sur a la que habrían podido llegar es a la zona del Caribe, pues como sostiene el oceanógrafo Tomás Doreste, "el viaje al continente americano era sumamente sencillo (con reservas).
Bastaba dejarse llevar por las corrientes marítimas y por los vientos. Y una vez en América, no resultaba complicado el viaje de vuelta. El "Gulf Stream" conducía los barcos hacia las costas de Europa, de tal manera que la travesía no ofrecía (en teoría) apenas riesgos". Esta es la razón por la que Colón, en base a la cartografía templaria a la que tuvo acceso en Portugal, Valencia y La Rochelle, llegó a las costas de la actual isla de Santo Domingo.
A este respecto, indicar que bajo el patrocinio del príncipe Henry Sinclair, integrante de una familia escocesa profundamente ligada a la Orden del Temple, los hermanos Nicolo y Antonio Zeno habrían alcanzado las costas americanas en 1392. Esto está más que probado en una carta autógrafa fechada en 1458 y escrita por Nicolo Zeno "el Joven", cuyo original se guarda en el archivo del duque de Portland, y en la que éste describe a su hermano Antonio con todo lujo de detalles, las ciudades y las características de los pueblos que habitaban la actual zona de Veracruz en 1392, fecha del segundo viaje a América de los hermanos venecianos. Esta información, publicada en España en 1993, sin duda avala las tesis de Doreste. Previamente, en 1374, ya habrían realizado una primera incursión que alcanzó la actual zona de Massachussetts, que sería el lugar al que llegarían los templarios en fuga de Escocia; al mando del comendador del Ballantrodoch.
Otra documento muy revelador que he podido personalmente comprobar, es una carta manuscrita de Cristóbal Colón, que publicara su hijo Fernando Colón, y en la que el almirante escribe textualmente: "Junto a la Geografía de Ptolomeo tengo el informe de Zeno" Ante esto, cabe preguntarse ¿cómo llegó este informe a manos de Colón antes de que descubriese América?”
Para concluir la entrega de hoy debemos señalar que la famosa Orden de Calatrava es una orden originalmente religiosa-militar de origen templario. La primera de este tipo formada en España. Se sabe que Colón estuvo directamente vinculado a esa Orden y que hasta vivió un tiempo en sus edificaciones.
Me permito comentar, antes de despedirme, el asunto citado más arriba de la línea de puntos que aparece en uno de los mapas atribuidos a Colón, entre Palos de la Frontera y un punto en esta isla al que él le pone Monte de Cristo. Se trata de nuestra provincia de Montecristi. Lo que se desprende del hecho es que ya Colón venía hacia ese específico lugar de nuestra isla. ¿A qué? ¿Quién se lo ordenó? ¿A traer o buscar qué?
En la próxima entrega detallaremos este y otros misterios. Mientras… corran… ¡Telón!