No pretendo postular una herejía en loas a Nelson “Madiba” Mandela por su paso al reino de la eternidad el pasado jueves 5 de diciembre del 2013. He leído bastante por su rol protagónico en el desmantelamiento del régimen racista de Sudáfrica pero ninguna referencia a su rol en que su país se encuentre entre las famosas superpotencias emergentes o “BRICS”.

Recordemos que “BRIC´s” es un acrónimo resultado de un estudio hecho a finales del siglo veinte sobre las superpotencias emergentes en el siglo XXI, resultando de las iniciales de los cinco protagonistas de ese estudio: Brasil, Rusia, India y China. Posteriormente, con la formación como bloque se invitó a Sudáfrica para aportar la “s” final y así representar a los continentes de la periferia del mundo.

El País, ese diario global en castellano, tiene una cronología de la vida de “Madiba” (título honorífico otorgado a los ancianos del clan de Mandela) y que podemos seguir en el siguiente enlace: http://elpais.com/especiales/2013/mandela/.  Encontramos que nació en 1918, funda la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano y cae preso por 27 años. En 1990 sale libre, en el 1993 gana el Nobel de la Paz junto al Presidente “afrikaner” F. W. de Klerk y en 1994 es electo Presidente de Sudáfrica y comienza la leyenda.

Pero, la proeza de Mandela, desde el punto de vista de un economista, es haber logrado que su país sobreviviera a la independencia y no se desgastara en la guerra civil. Mandela, como miembro de la etnia Xoxha mayoritaria fue rechazado por la etnia zulú, representante del dominio y que pretendía continuar con los auto-gobiernos permitidos por la minoría afrikaner segregacionista. Mandela evitó la guerra civil garantizando que su sucesor sería un zulú, el  vice-presidente Thabo Mbeki.

La comunidad liberal británica opuesta al segregacionismo mantuvo la dinámica empresarial y se pudo armonizar una sociedad multi-étnica conjuntamente con los hindúes (Recordemos que el Mahatma Gandhi comenzó su lucha antiimperialista en Sudáfrica).

El legado de Mandela además del fin del racismo es el inicio de una sociedad de armonía multi-étnica, que el mejor ejemplo es recordarlo en la encarnación de Morgan Freeman en “Invictus” (Invictus es una película de 2009 dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan FreemanMatt Damon, basada en el libro "El Factor Humano" de John Carlin. Trata sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título viene de que Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento.) El poema de William Ernest Henley que ayudó a sobrevivir a Mandela en su largo período de cárcel debe servirnos a todos para recordarlo en esta despedida del mundo de los vivos al convertirse en leyenda:

Más allá de la noche que me cubre,

Negra como el abismo sin fin,

Agradezco a los dioses si existen

Por mi alma inquebrantable.

Caído en las garras de la circunstancia

No he llorado ni pestañeado.

Bajo los golpes del destino

Mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas

Yace el horror de la sombra,

Y sin embargo la amenaza de los años

Me encuentra, y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecho sea la puerta,

Cuan cargada de castigos la sentencia,

Soy el amo de mi destino:

Soy el capitán de mi alma.