Miriam Rodríguez. Asesinada a balazos en su casa hace apenas 6 días, el 10 de mayo  en la noche. En la ciudad de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, al nordeste de México.

Fue el desenlace fatal de una lucha heroica por la verdad y por ser madre a carta cabal: por su hija Karen Alejandra.

Karen Alejandra desapareció en el 2010 y por gestiones personales y directas de su madre Miriam, sus restos aparecieron en una fosa común 2 años después.  Luego de haber encontrado los restos de su hija se propuso dar con el asesino, hasta conseguirlo y lograr que fuera encarcelado.   Sucede que el asesino se fuga, llega a su residencia el fatídico 10 de mayo  y le da muerte, el Día de las Madres para México.

Son ya muchos los casos como el de Miriam que familiares de desaparecidos y asesinados encuentran también  la muerte procurando justicia.  Sucede a propósito de un Estado  y políticos que lo han dirigido, incapaces  de lo más elemental de la función pública   que es preservar la vida, inclusive en los casos como el de Miriam que había solicitado protección.

La inseguridad en México  provoca  asombro mundial. Sólo en el estado que vivían Miriam y Karen Alejandra, Tamaulipas,  hay reportes de 5 mil 500 desaparecidos desde el 2010 hasta la fecha, de más de 30 mil en  todo México.

No  son sólo esos hechos. Ha pasado a ser frecuente encontrar cadáveres decapitados y el horripilante  caso de 42 estudiantes desaparecidos y sólo algunos restos  de ellos que  han sido encontrados.

El caso de Miriam Rodríguez  y su hija Karen Alejandra es un tema de  Gerencia y Estado, título de esta sección y se corresponde con el gran asombro que provoca tan alto grado de deterioro a que  los políticos han llevado a uno de los más interesantes países del mundo, con una historia y cultura realmente admirables. Digno de mejor suerte.

Lo que más sorprende aun de México es que ante tanta sangre de inocentes, ante tanta inseguridad de la ciudadanía y extrema ineficiencia e irresponsabilidad  de las supuestas autoridades y dirigentes políticos, no acontezca un terremoto social que revierta esa situación ¿Por qué hechos similares no ocurren con su vecino EEUU?

Es más que conocida la culpa de los políticos  que han gobernado a México en las últimas ocho  décadas, que en su gran mayoría han ido a procurar mediante la corrupción  extremos  beneficios  personales, sumiendo  a ese gran pueblo  en una espeluznante  tragedia nacional, que extrañamente no parece ya sorprender.

Miriam, Karen Alejandra… ¿Hasta cuándo?