La literatura define el marotear, como la acción individual o grupal, de recolectar frutas (mangos, limoncillos, aguacates, guayabas, mamones, etc.)- en terrenos ajenos.
Los terrenos del Parque urbano Mirador Sur, son públicos. En toda su extensión, de aproximadamente 800 mil m2, hay diseminadas especies frutales como: Melicoccus bijugatus (Limoncillo), Mangifera indica (Mango), Psidium guajava (Guayaba), Annona muricata (Guanábana), Annona reticulata (Mamón), Coccoloba uvifera (Uva de playa), Tamarindus indica (Tamarindo), Citrus aurantium (Naranja agria), Malphigia punicifolia (Cereza), Anacardium occidentale (Cajuil), Genipa americana (Jagua), Terminalia catappa (Almendra), Punica granatum (Granada), Manilkara zapota (Níspero), Maclura tinctorea (Mora).
Los usuarios de esa área verde, especialmente dominicanos y haitianos, marotean. La acción de marotear, es común a ambas culturas pero con algunas diferencias. Los dominicanos, marotean más por diversión que por “matarse” el hambre, en cambio los haitianos, con los frutos obtenidos, llenan su barriga. Los dominicanos, marotean lo que sea, los haitianos, su fruto favorito es el mango, estableciéndose una “competencia” no arbitrada, de quién daña más los árboles, tumbando frutas aunque estén en el “cogollito”. Los dominicanos, a lo “Martin Garata” son más propensos a recoger los mangos “bajitos” –los que gotean- o los que sin mucha tiradera de palos y piedras.
La proporción entre frutas de provecho a frutas afectadas por la acción del maroteo, estimamos 1:10. Los haitianos, hasta que no tumban los maduros, alcoholados, verdecitos y hasta las hojas con ramos, no dejan la faena. Algunos árboles quedan tan afectados en sus yemas, terminan tan afectados, que reducen su producción para las siguientes cosechas. Normalmente, por donde pasa un haitiano maroteando, el dominicano, no tiene nada que “buscar” porque “madrugan” y son más agresivos, persistentes y asiduos.
Sin embargo, los dominicanos aventajan a los haitianos, porque diversifican más el maroteo, recolectando frutas que no llaman la atención a sus “competidores”, como cerezas, nísperos, limoncillos, cajuiles, guanábanas, almendras, mora, etc. Dado que normalmente la acción del maroteo, daña tanto los frutos y los árboles –mango- y tratándose de un elemento cultural, ambas etnias, deberían ser orientadas, para que reduzcan la agresividad con que agreden los árboles para obtener sus frutos.
Finalmente, pertenezca o no a estas culturas, y si Ud. no marotea, visite el parque para disfrutar las bellas flores de los framboyanes.