Siguiendo esta semana con las enseñanzas del Maestro Alfred Hitchcock, veremos una de las variables más necesarias al contar una historia. Hitchcock siendo el Gran Maestro del suspenso le dio un nombre a la técnica que usamos para justificar una historia. “El MacGuffin”.

Aunque ciertamente existía antes que él, Hitchcock lo usó tantas veces en sus historias que el nombre que él le dio, se pego.  El MacGuffin es la razón de la trama que motiva al protagonista. Esto puede ser un lugar, objeto, persona o hasta algo más abstracto como una meta. Puede ser algo conocido como algo desconocido pero que al final no necesariamente es el centro de la historia, solo es lo que empuja la narrativa hacia adelante.

El MacGuffin lleva un peso significativo en el primer acto de la historia y luego va perdiendo importancia. Pasa a ser el objetivo final, no el del instante.

Algunos ejemplos diferentes son:

“Elena” en La Iliada. Elena de Troya es la razón por la cual el ejército más grande que había visto Grecia cruzó el  mar Egeo para destruir Troya.

Un MacGuffin más en las líneas de Hitchcock es “La Pata de Conejo” en Misión Imposible 3. Ethan Hunt (actuado por Tom Cruise) debe encontrar al mercenario Owen Davian antes de que venda en el mercado negro la pata de conejo y ponga el mundo en riesgo. Nunca sabemos lo que es pero sabemos que hay que encontrarlo, el destino de la humanidad depende de ello. Al final Ethan antes de retirarse de las fuerzas especiales pregunta ¿Qué es la pata de conejo? Le dicen que si se queda en la fuerzas se lo dicen, a lo que él responde “No gracias.”

Otro bien famoso es “el anillo” en El Señor de los Anillos. El anillo empuja a que Frodo y todos los demás arriesguen sus vidas para salvar el mundo medio.  Siendo este un mero objeto dictando el futuro de todo aquello que conocen.

El MacGuffin es importante porque define la necesidad y la razón de un personaje en una historia. No siempre es necesario tenerlo pero una historia no suena muy divertida sin él.