Los hechos alrededor de la matanza en la sede de Charlie Hebdo han ocupado las páginas desde que se materializó este suceso el pasado 7 de enero. El análisis de los hechos nos han puesto a favor (Je suis Charlie) o en contra (Je ne sui spas Charlie), cómo si fuese un problema de opción personal.

En un primer nivel de análisis, se ha querido presentar como un enfrentamiento entre el “Islam” y la “Cristiandad” para rememorar el tiempo de las Cruzadas. Es el argumento para  que Le Pen, el representante de la ultraderecha francesa lanzara el contracanto de “Je ne suis pas Charlie”. Es elevar un viejo fundamentalismo cristiano y occidental para enfrentarlo al fundamentalismo islámico emergente…

En un segundo nivel de análisis, se encuentra el enfrentamiento entre el mundo religioso y su antípoda, el mundo laico. La sociedad laica es un fruto occidental y europeo, porque es el fruto de la modernidad, haciendo que las esferas públicas de la ciudadanía y la esfera religiosa se escindieran por el cisma de occidente (la que produjo la separación de la Iglesia y el Estado) por lo que la herejía dejara de ser delito común y no se persiguiera “a sangre y fuego” (como sucediera con los cátaros y otros herejes).

En este marco es que entendemos las declaraciones del Papa Francisco, entre “Lucas y Juan Mejía”, al declarar que la ofensa de la religión es un terreno difícil, porque parece que Roma le pasa la mano al Islam en esta reprimenda a Charlie Hebdo. Hasta Juan Arias, en El País, lo reconoce como un “autogol” (dicho en lenguaje futbolístico). Para ver el artículo de Arias, ir al enlace siguiente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/16/actualidad/1421431692_831001.html

¿Por qué este “paso en falso”? Porque lo que está en el fondo es que defender el derecho a la ironía y al sarcasmo es un derecho republicano, que le quitó la sacralidad del Rey y a Dios, en Occidente, por lo que debemos discutir el valor de lo que defendemos: la separación del Estado y la Fe, por lo que invito a visitar el enlace Europa Laica, que discute este tema: http://laicismo.org/categoria/raiz/observatorio/observatorio-observatorio/sociedad-y-laicismo/libertad-de-expresion-y-religionhttp://laicismo.org/categoria/raiz/observatorio/observatorio-observatorio/sociedad-y-laicismo/libertad-de-expresion-y-religion

En el laboratorio del mundo, hay sociedades dónde la religión no llegó a encarnarse en las estructuras gubernamentales. En las sociedades orientales se dio hasta un corte: mientras la corte asumió el ritualismo confuciano, en China, el populacho siguió siendo taoísta, sin un abierto sincretismo entre el poder religioso y el secular, lo que pasó en las sociedades islámicas.

La excepción en el mundo islámico es Turquía (país no-árabe pero islámico que tiene una base legal laica) dónde se ha publicado la portada de Charlie Hebdo porque la autoridad religiosa no controla la vida civil, a pesar de que Erdogan (el primer ministro) sea militante islamista.

En consecuencia, el tema no es de simplificación; es de  de clarificación. Debemos tener claro que lo que defendemos a Charlie Hebdo lo hacemos desde un ideal republicano y laico. ¿Estamos claros?