Son bien conocidos los efectos de la pandemia sobre la cantidad de empleos en nuestra economía. De hecho, en otra entrada publicada en este diario y reproducido en el Blog de Pareto, centramos la atención en ese aspecto, y destacamos la evolución del empleo en distintos grupos de la población durante el año 2020. Esa información es de gran relevancia, pero deja en penumbras otros temas de igual importancia, que inciden en la calidad de los empleos y las condiciones de vida de los trabajadores durante ese periodo excepcional. Por ejemplo, ¿cómo se ajustaron los niveles de salario y la cantidad de las horas trabajadas para aquellos que lograron mantener sus trabajos?
Este artículo presta atención a esas dimensiones, que hasta ahora han sido ignoradas, comparando el año 2020 con la situación pre pandémica del año 2019. Para comenzar, se observa que, en el 2020, el ingreso mensual promedio de los trabajadores se redujo en -5.92% con respecto al año anterior. Esto fue resultado de una combinación de dos efectos negativos: primero, una caída tanto en el ingreso real por cada hora de trabajo (-3.5%) y, segundo, una caída en el número promedio de horas trabajadas a la semana (-2.5%). En pocas palabras, el efecto negativo de COVID no se limita a la reducción en el número de personas ocupadas, sino que también incidió en la cantidad de horas y los ingresos laborales de los trabajadores.
Esa caída general en los ingresos laborales reales se presentó de forma diferenciada en los distintos grupos de trabajadores. En el decil 1 (es decir, el 10% de la población trabajadora con menores ingresos), la cantidad de horas trabajadas se redujo poco, pero el ingreso por cada hora trabajada se redujo dramáticamente. A su vez, en el decil 10 (o sea, el 10% de los trabajadores con mayores ingresos), esos dos efectos se movieron en sentido contrario: el ingreso por cada hora solo se redujo levemente, pero la cantidad de horas trabajadas se contrajo en más de -8%. Es interesante observar que, en los grupos de ingresos salariales medios, agrupados en los deciles del 4 al 7, la cantidad de horas trabajadas y los ingresos por hora no tuvieron variaciones significativas con respecto a las condiciones previas a la pandemia.
El número de horas promedio semanal cayó en todos los grupos de edad, y de forma especialmente marcada en los trabajadores con más de 60 años. En ese grupo, la cantidad de horas trabajadas se contrajo alrededor de -3.5% con relación a la cantidad de horas promedio de 2019. En cuanto a los ingresos por hora, el choque de la pandemia afectó especialmente a los trabajadores entre 25 y 60 años, con un impacto particular, de -7.6%, en aquellos entre 40 y 59 años.
Es notable que, a mayor nivel educativo, mayor fue la caída del ingreso por hora en el marco de la pandemia. De hecho, el ingreso por hora mostró incrementos para los grupos sin ningún nivel educativo y para los trabajadores con educación primaria, mientras que los grupos con nivel educativo secundario y universitario mostraron caídas de -2.4% y -6.3% respectivamente. El número de horas se redujo en una magnitud similar en todos esos segmentos.
Por otro lado, los trabajadores del sector industrial registraron la menor caída del número de horas trabajadas (-0.8%), pero, a la vez, tuvieron la mayor reducción en el ingreso real por hora (-3.7%). En comparación, el sector servicios tuvo una reducción del ingreso real por hora relativamente menor (-2.9%), pero esto se combinó con una caída mucho mayor en el número de horas trabajadas (-3.0%). En el sector agropecuario, las variaciones resultaron moderadas, en este caso incluso se registró un ligero aumento en el ingreso por hora, acompañado de una reducción inferior al promedio en el número de horas trabajadas.
Las mayores pérdidas en el ingreso por hora se registraron en los trabajadores que laboran por cuenta propia (-6.9%), mientras que la pandemia afectó poco los ingresos por hora de la categoría ocupacional formada por Patrones o Socios. Por el contrario, la caída en la cantidad de horas trabajadas fue muy marcada en los Patrones o Socios, y mucho menor en los trabajadores por cuenta propia
En definitiva, estos resultados muestran, en una nueva forma, efectos diferenciados de la pandemia sobre distintos grupos de trabajadores. Esto reafirma la necesidad de pasar de lo general a lo particular. En el mercado laboral, como en otros aspectos sociales de la pandemia, los promedios pueden ser engañosos.