Embelesados con su popularidad en las encuestas, Danilo Medina y sus estrategas decidieron imponer en el Comité Político (CP) del PLD un voto mayoritario -pero fraccionado- para permitir que el partido someta al Congreso un proyecto de ley que modifique la Constitución de la República y posibilite su repostulación para la elección presidencial de mayo de 2016. Esta resolución ha hecho trascender la selección del candidato del PLD de su ámbito interno, a un tema de legítimo dominio e interés público.
Llama poderosamente la atención que, dado el amplio apoyo de que goza Medina entre los peledeístas, el Comité Político no haya propuesto enviar una decisión tan trascendental para el PLD y para la Nación a una consulta a las bases como “mecanismo de participación de todo el Partido en la elaboración de la línea política organizativa y programática” [Estatutos del PLD, artículo 5 (i)].
¿Quién en su sano juicio en el Comité Político se hubiera atrevido a oponerse a una propuesta de corte democrático de tal naturaleza? ¿Quién en la oposición o en la sociedad hubiera objetado un referendo interno a la membresía del PLD? Con el aval de un voto favorable de las bases: ¿se hubiera aventurado a declararse en rebeldía algún legislador peledeísta? ¿No hubiera resultado supremamente más difícil para la oposición enfrentar en el Congreso un proyecto de ley con ese tipo de respaldo?
Como si eso fuera poco, para demostrar el supremo autoritarismo oligárquico de la Corporación, el “poderoso” Comité Político del PLD decidió desdeñar -además de las bases del Partido- al segundo órgano de mayor importancia: el Comité Central (CC), (Estatutos del PLD, Artículo 13).
Aparentemente, el CP tampoco tenía confianza a un proceso democrático dentro del CC, un órgano con 635 miembros cuyo voto podía resultar aun más conflictivo y dividido que el arrojado en el Comité Político, incluyendo la posible oposición de legisladores que luego tendrían que votar en la Asamblea Revisora por la aprobación del proyecto de ley. ¿Qué temía el CP, que se debilitara la decisión y potencialmente fraccionara el partido aun más, o a perder tiempo en el proceso?
El Comité Político del PLD se despojó a la luz del sol de su hoja de parra y como en “el traje nuevo del emperador” el CP quedó totalmente desnudo.
Es dable suponer que Medina y su equipo tienen una estrategia para enfrentar los obstáculos que han surgido tanto dentro del mismo PLD como en el seno de la oposición.
Sin duda, el voto obtenido en el CP es un triunfo para Medina y una derrota para Leonel Fernández, pero esa victoria podría resultar no solo pírrica sino también muy adversa para Medina, si se logra transparentar la forma corrupta como se compran los votos legislativos que le faltan al PLD o si la reforma pierde el voto en la Asamblea Nacional Revisora. La suerte esta echada y Medina se ha abierto a un proceso de alto riesgo político para él y para su partido.
Vale recordar que la reforma constitucional de 2002 para permitir la repostulación de Hipólito Mejía la llevaron a cabo sus estrategas sin el intenso escrutinio de las redes sociales: Facebook fue abierto al público en general en 2006 (más de 3 millones de usuarios hoy en RD), Twitter fue creado en ese mismo año (más de un millón de miembros en el país), y el Instagram solo en 2010 (sin estadística confiable, pero decenas de miles de usuarios); a estas redes hay que añadir Youtube, WhatsApp, BB, etc., y más de 9 millones de celulares.
Resulta impredecible determinar cómo reaccionará la población si salen a relucir los detalles de los sobornos que se tendrán que ofrecer para comprar los votos que le faltan al PLD, aun con el partido unido.
Para que no se olvide la historia y se sepa que -como político- la palabra de Danilo Medina es tan hueca como la de Fernández, es importante citar declaraciones de Danilo sobre la reelección presidencial, efectuadas el 27 de marzo de 2007, y publicadas en periódico El Nacional:
“El precandidato presidencial peledeísta Danilo Medina aseguró hoy que algunos dirigentes quieren cambiar la historia respecto a la reelección presidencial, olvidando que en el 2002 doce diputados fueron expulsados de su partido por apoyar esa figura cuando se reformó la Constitución.
“El aspirante a la candidatura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) afirmó que el presidente Leonel Fernández, al justificar la reelección en el acto del domingo, cambia el discurso a su conveniencia porque cuando se reformó la Carta Magna en 1994 el proyecto que la prohibía lo redactaron ellos dos junto a Temístocles Montás.
“La reelección presidencial se eliminó en 1994 porque Leonel, Temístocles y yo presentamos un proyecto de ley donde el primer punto era su eliminación en dos períodos consecutivos, y se olvidan de que expulsamos deshonrosamente a los congresistas cuando la apoyaron. Pero ya no tiene importancia para dirigentes, muy orondos, justificarla", dijo.”
“Agregó que "lo que pasa es que la historia se cambia cuando conviene. Ese es el problema que tienen los políticos de este país, y por eso es que están perdiendo credibilidad. Los discursos se adaptan como el camaleón al medio donde se está, porque estamos en un momento en que se quiere imponer la reelección y se vende como buena".
Si se logra imponer la reelección en la Asamblea Nacional, a mi no me cabe duda alguna que el triunfador de la Convención del Partido Revolucionario Moderno este domingo 28 de abril, Luis Abinader, también derrotará a Danilo Medina el 15 de mayo de 2016.