Los procesos de Juicio Político, en la nación norteamericana, son complejos y llenos de Gatopardismo. Solo en tres ocasiones, los Presidentes han sido amenazados con este procedimiento:
1-Richard Milhaus Nixon; renunció antes de que se iniciase el proceso.
2-Andrew Jackson, que fue absuelto.
3-Bill Clinton, que también fue absuelto.
Traigo lo anterior a colación, debido a que el pasado martes 24, la vocera de la Cámara de representantes, Nancy Pelosi, anuncio que:
¨La Cámara de Representantes esta considerando una iniciativa para promover un Juicio Político, de manera oficial¨.
Esta iniciativa es en contra del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ella continua insinuando:
¨Él ha violado, seriamente, la Constitución de este País¨.
Ahora bien: ¿Cómo se desarrolla este proceso tan tortuoso y lleno de Gatopardismo?
Contrario a los procesos parlamentarios, donde un Primer ministro es removido a través de un proceso simple y unicameral, en el caso que nos ocupa, la dinámica es mucho más compleja.
Dentro del entramado judicial y constitucional norteamericano, el Juicio Político NO depende de los procesos de persecución judicial, iniciados por el Departamento de Justicia, motivados por infracciones de carácter Federal. Sin embargo, estas motivaciones podrían usarse como elementos u componentes del basamento acusatorio del Juicio Político.
El Marco Jurídico de los EUA, define este proceso así:
¨¨Es el Proceso, consagrado en el Articulo II, Sección No.4, de la Constitución, que habilita al Congreso a remover de su puesto al Presidente, Vicepresidente y todos aquellos servidores públicos, de este país, por haber cometido Traición, Perjurio, Corrupción o cualquier otra acción de carácter incriminatorio¨¨.
En el caso del Presidente, la Enmienda No.25 también habilita al congreso a reemplazarlo por causas de salud, etc.
Es importante señalar, que en su Artículo I, Sección 2, su Constitución, La Cámara de Representantes tiene ¨el poder absoluto¨ para iniciar un Juicio Político.
En otras palabras, es en esta Cámara, donde se inicia dicho proceso y no en el Senado; Lo puede activar por Mayoría Simple.
Después de aprobado por dicha Cámara, entonces el Articulo I, Sección No.3, de su Constitución, habilita al Senado para continuar con el Proceso. Es solo en esta instancia donde se condena o absuelve al afectado por este Juicio Político.
Es conveniente señalar, que el Senado puede, a falta de elementos convincentes, desestimar el inicio de un proceso de Juicio Político; este cuerpo legislativo NO esta obligado a iniciarlo tampoco.
En el caso que nos ocupa, aún la mayoría Demócrata, de la Cámara de Representantes, inicie el proceso, el Senado NO esta obligarlo a continuarlo.
Considerando que este cuerpo legislativo es mayormente dominado por la matricula Republicana, existe una alta posibilidad de que esta iniciativa Demócrata se caiga.
En el caso remoto de que prospere esta iniciativa, entonces el procedimiento es el siguiente:
1-El Jefe del la Suprema Corte de Justicia presidirá los procesos contemplados.
2-Se necesita el voto condenatorio, de dos tercios de los asistentes, en el Senado, para imputar y condenar al Presidente.
3-En este caso en particular, se necesitaran 67 votos, de los 100 senadores, para ejecutar la imputación y la condena; se asume que todos asistan al proceso.
NOTA: En la actualidad hay 47 senadores Demócratas e Independientes, que necesitarían 20 votos Republicanos para poder lograr el ¨Impeachment¨. Esto es muy improbable, ya que todos los republicanos estarán apoyando a Donald Trump.
Todo lo anterior revela que el Juicio Político es meramente un acontecer más político que judicial.
Debido a que este asomo de Juicio Político se ha intensificado por las revelaciones del Presidente de Ucrania, sobre los negocios, supuestamente turbios del hijo de Joe Biden, ex Vicepresidente de Barrack Obama, deja entrever que se esta fraguando una venganza personal, con matices de constitucionalidad inexistentes.
Los Demócratas, todavía no han salido de su asombro y frustración de haber perdido ante el ¨ Candidato Políticamente Incorrecto¨. Puro Gatopardismo al amparo de un Quid Pro Quo, revestido de un amplio Schadenfreude.