Muchos se preguntan el porqué de la insistencia del FMI en subir la tarifa eléctrica, sobre todo ahora en una navidad calurosa y donde los bombillitos por sí solos incrementan la factura.  Sería muy triste que el Zooberto no pueda encenderse al igual que años anteriores, cierto?  Pero quizás es más duro que el año que viene, además de tener que pagar la regalía del 2012 y 2103 juntas (según una reciente aprobación a vapor del senado), nos toque pagar una luz mucho más alta y más impuestos para seguir cubriendo un subsidio cada vez mayor.   Y es que no solamente el acuerdo con el FMI está trancao, también lo está la política económica del Gobierno.

La situación fiscal y las promesas rotas.  En la última revisión del acuerdo con el FMI el pasado Julio, al cierre de septiembre la meta del balance del Gobierno Central era de RD$27.9 MM, y según el informe preliminar del Banco Central, el mismo ascendió a RD$35.4 MM.  Lo que se había estipulado con el acuerdo era una consolidación fiscal a partir del 3er trimestre, y a pesar de una reforma tributaria que permitió incrementar gastos, las finanzas públicas mostraron un deterioro.  Cuando observamos lo que ha pasado en los primeros 9 meses del año vemos que las transferencias al sector eléctrico se han incrementado en un 70% respecto al año pasado.  En la misma carta de intención el Gobierno dice claramente que antes de finales de septiembre se aprobaría un proyecto de Ley para introducir ajustes automáticos a la tarifa eléctrica y que "en caso de un incremento significativos en los precios del petróleo, las autoridades ajustarían las tarifa eléctrica, pasando los costos más altos de la generación a los clientes".  Por otro lado, las autoridades correspondientes han expresado que existe un retraso en la aplicación del precio de paridad de los combustibles, lo que ha generado deudas con suplidores, las que no fueron contempladas en el acuerdo con el FMI.

Las próximas elecciones y el plan de inversiones.  Ante unas elecciones en Mayo del 2012 y un candidato del gobierno que no cuenta con la mayoría en simpatía, combinado con que la primera dama de la república es su compañera de boleta, no se vislumbra una reducción del gasto público durante el último trimestre de este año y el primer semestre del año próximo.  De hecho, es muy probable que las cuentas fiscales se deterioren durante el primer semestre del año, sobre todo tomando en cuenta que el Presupuesto para el 2012 contiene una estimación muy optimista de Ingresos y por ende de gastos también.

Pocos grados de libertad a la política monetaria.  La política monetaria ha cargado durante todo el año 2011 con el peso estabilidad de precios, lo cual ha provocado un incremento en los certificados del Banco Central por encima de lo estimado bajo el acuerdo con el FMI, y por ende pagos de intereses y déficit cuasi-fiscal superiores a lo estimado (otra meta del acuerdo con el FMI).  Las crecientes presiones sobre el tipo de cambio, no le permiten relajar esta política.  Mientras en meses pasados la tasa anualizada de depreciación del peso era menor al 3%, en el mes de noviembre superó el 4%.  Las autoridades monetarias han recurrido a medidas menos convencionales:  Liberación de Encaje Legal y disminución de la tasa lombarda (no hacía esto desde inicio del 2009).  Si bien es cierto que los precios externos han mostrado una reducción, un incremento del tipo de cambio haría todavía menos viable un incremento de la tarifa eléctrica… o de los combustibles.

En resumen, el juego tatrancao! Nos encontramos en un período pre-electoral donde el candidato de partido de gobierno se encuentra por debajo del candidato del partido de oposición.  Adicionalmente la situación externa se ha agravado, y por ende el incentivo económico tiene que venir de la demanda interna.  El Banco Central tiene pocos grados de libertad para seguir apoyando el crecimiento, pues las presiones cambiarias se han incrementado, con lo cual una política monetaria expansiva que disminuya significativamente las tasas de interés pondría en riesgo su mandato de mantener la estabilidad de precios.  La política fiscal tiene la bola en su cancha, pero con pocos jugadores:  El impase del acuerdo con el FMI no le ha permitido acceder a una cantidad importante de fondos y le limita acceder a otros, poniendo en riesgo el plan de inversiones.  Si utiliza el endeudamiento interno para cubrir la falta del externo, podría provocar mayores incrementos en las tasa de interés (ya que la banca desviaría los fondos hacia estas inversiones).Al parecer el FMI cree que el doble 6 lo tiene la CDEEE.