Definitivamente, estamos en los tiempos de Asia. Desde hace algunas décadas, el desarrollo humano se trasladó de Occidente a Oriente.

El informe 2012 del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), mediante el cual se determina cuánto saben y qué son capaces de hacer con lo aprendido los jóvenes de 15 años,  arroja que de los países o territorios estudiados, en matemáticas los primeros siete son asiáticos; en comprensión de lo que leen, los primeros cinco son asiáticos, y en competencia científica, los primeros cuatro son asiáticos. Por eso sus economías están creciendo tanto. Por eso están masivamente saliendo de la pobreza.

Hasta hace algún tiempo, entre ellos destacaban principalmente Japón y Korea, pero lo que más llama la atención ahora es China, incluyendo territorios que le pertenecen o reclama, como Hong Kong, Macao y la isla de Taiwán. Los estudiantes de Shanghái consiguen las mejores calificaciones del mundo en todas las áreas del saber. En matemáticas, alcanzaron ahora una puntuación de 613 y Singapur, el que más se le acerca, apenas 573. Para que se formen una imagen, los alumnos de los EUA apenas consiguieron una calificación de 481 puntos, quedando en el lugar 36 entre 55 países analizados.

Los resultados educativos de los asiáticos merecen ser analizados no solo por las altas calificaciones medias, sino también por lo bien distribuidos que están. En cualquier país, los niños de hogares ricos siempre reciben buena educación, pero en el caso de China y otros de Asia las altas notas alcanzan masivamente a la población. Es decir, no se trata de élites privilegiadas, sino que es el sistema escolar en su conjunto.

Normalmente este examen se aplica a los sistemas educativos más eficientes. República Dominicana nunca ha sido incluida. De América Latina sólo fueron evaluados 8 países en esta ocasión, y todos salieron muy mal parados. Los mejores de la región quedaron entre los peores al ser confrontados con los alumnos de Asia, América del Norte y Europa. Y pensar que ahora tenemos que competir en el mismo terreno. Antes no era así, pues los bachilleres, licenciados y doctores dominicanos eran para el mercado local, y en ningún caso tenían que competir con los de otros países. Ya no.

De los países latinoamericanos incluidos, salvan un poquito el honor los alumnos de Chile, México y Uruguay, mientras salen mal parados los de Colombia y Perú. ¿Y la República Dominicana? Ni hablar.

Nuestro país no ha sido incluido en la evaluación, pero cuando se han hecho estudios particulares de América Latina, la escuela dominicana cae en el último lugar. Es decir, entre los peores, somos el peor.

Pero no nos preocupemos, que eso tiene solución.  Lo único que si comenzamos ahora, como se está haciendo, y somos persistentes, como espero, dentro de 30 años podemos escalar la cima. Eso fue lo que hizo China.

Pero, sorpréndanse, los jóvenes de Vietnam, están hoy en el lugar 17, unos 19 lugares por encima de los Estados Unidos. Y también por encima de Francia, Inglaterra y España. ¡Quién se habría podido imaginar eso en los años setenta!

Pero volvamos a China. A fines de la década de 1970, China eran un país extremadamente pobre impactado por una revolución cultural que desmanteló su vida intelectual y su aparato educativo-científico-tecnológico. Y allí,  su nuevo líder Deng Xiaoping, tras reafirmar su poder en el Partido Comunista y el Estado después de la muerte de Mao, lo planteaba en los términos siguientes:

“Debemos reconocer  nuestro atraso, porque solo ese reconocimiento nos ofrece esperanza. China está muy detrás de los países capitalistas avanzados en educación, ciencia y tecnología… La clave para lograr la modernización es el desarrollo de la ciencia y la tecnología… Debemos hacer de la tecnología avanzada y los grandes logros científicos el punto de partida para nuestro desarrollo…Salvo que prestemos especial atención a la educación, será imposible desarrollar ciencia y tecnología. Discursos vacíos no nos conducirán a ninguna parte… ”

Continuaba diciendo, “Para promover el trabajo científico y tecnológico, es necesario mejorar la educación en cada nivel simultáneamente, desde la primaria a la secundaria y educación superior… Es necesario establecer escuelas primarias de excelencia, escuelas secundarias de excelencia, y colegios y universidades de excelencia…Yo espero que lleguemos ahora a un arreglo sobre esta tarea, de suerte que veamos resultados iniciales dentro de cinco años, más resultados dentro de diez y mayores resultados entre 15 y 20 años. Y mucho más después de los 30”

Esos 30 años ya pasaron y China dejó de ser lo que era. República Dominicana está intentando comenzar. Y parte de una situación más desventajosa. Los largos períodos de Balaguer y Leonel, y algunos gobiernos del PRD, sometieron al pueblo dominicano a medio siglo de cretinización. El esfuerzo que se está haciendo en este momento, es solo el punto de partida, el cual tiene que intensificarse, y persistir para toda la vida.