La República Dominicana fue uno de los 147 países firmantes de la Declaración del Melenio, que en el contexto de la Cumbre del Milenio, celebrada en la sede de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre del año 2000, en Nueva York; representó la base para el inicio de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
A pesar de que ese histórico documento contiene un nivel mínimo de condiciones de vida para todos los habitantes del planeta, a solo tres años del plazo para alcanzar los objetivos y metas; en el país se trata de un tema que, al parecer, ha quedado en el olvido dado el hecho de que no se menciona ni siquiera en los medios de comunicación.
Resulta inexplicable que una cuestión de esa magnitud se haya quedado fuera de la agenda nacional, sobretodo en momentos en que se requiere impulsar la Estrategia Nacional de Desarrollo, vista la conexión existente entre ambas. Y habría que preguntar no solo ¿Dónde están las autoridades gubernamentales, sino también la sociedad civil?
La Declaración del Milenio representaba, en el 2000, una especie de estandarte del nuevo siglo que se aproximaba y, como tal, abordaba las necesidades reales de los pueblos, se comprometía con el desarrollo equitativo y sustentable, defendía los principios de la dignidad humana y proponía como valores fundamentales del Siglo XXI: la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la naturaleza y la responsabilidad común.
El propio Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo reconoció, en su informe de seguimiento a los ODM correspondiente al año 2010, que no se cumpliría con muchas de las metas
Las naciones suscribientes asumieron la responsabilidad de monitorear e informar del avance en el cumplimiento de esos objetivos a partir de 18 metas y 48 indicadores, teniendo como referencia base la situación constatada en cada país en 1990 y como horizonte temporal de cumplimiento, el año 2015. Los objetivos son Erradicar la Pobreza Extrema y el Hambre, Educación Primaria Universal, Igualdad entre los Géneros, Reducir la Mortalidad Infantil, Mejorar la Salud Materna, Combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades, Sostenibilidad del Medio Ambiente y Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo.
En ese entonces, el país creó su Comisión Presidencial sobre los Objetivos del Milenio y el Desarrollo Sostenible, como institución multisectorial promotora de la colaboración interinstitucional entre las agencias gubernamentales, las autoridades locales, el sector privado, la sociedad civil y la representación local de la ONU. La medida fue adoptada por el Poder Ejecutivo mediante el Decreto 1215-04, en el que también designada como director ejecutivo de la misma a John R. Gagain.
Además, la República Dominicana fue designada “país piloto” de la ONU para la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio por el Proyecto Milenio del referido organismo. La decisión, emanada de la propia Secretaría General del organismo, procuraba monitorear constantemente las acciones y hacer recomendaciones sobre cómo lograr el cumplimiento de los ODM.
El Gobierno, junto al Sistema de Agencias del organismo y el Proyecto del Milenio, idearon y lideraron, con primer paso, la “Evaluación de Necesidades y Análisis de Costos Nacional para el logro de las metas establecidas. Lo anterior posibilitó que el Presidente Leonel Fernández Reyna pudiera anunciar las necesidades, las acciones a tomar y el costo de las mismas por parte del país, en el año 2005.
La República Dominicana ha sido el único país en el mundo en el que el Jefe de Estado ha creado una Comisión Presidencial, y el único país piloto en el Hemisferio Occidental en vista de que el resto de los países pilotos se encuentran localizados en África y Asia.
Hace unos años que ya se sabía que no podrá cumplir con la mayoría de las metas, con posibilidades de lograr solamente algunas, especialmente en lo que respecta a la salud. Requerirá de esfuerzos extraordinarios para lograr avances significativos en los tres años que quedan para finalizar el plazo.
En caso de que nos colocásemos en una actitud optimista, en tres años podríamos avanzar un poco, pero para eso las entidades estatales deben intensificar los esfuerzos en el desarrollo de los programas, proyectos y actividades que favorezcan un mejor avance en el cumplimiento de los compromisos asumidos, requiriendo de las entidades de la sociedad civil y los órganos de control social un involucramiento más activo y efectivo.
El propio Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo reconoció, en su informe de seguimiento a los ODM correspondiente al año 2010, que no se cumpliría con muchas de las metas. Cita entre las causas el impacto en su economía de la crisis bancaria de 2003 y los desastres generados por disturbios naturales.
De todas maneras, “nunca es tarde si la dicha es buena”, reza el refrán popular dominicano.