La delincuencia es un fenómeno que nació y se ha desarrollado desde la creación del mundo, por eso vemos en los estudios modernos que organismos internacionales realizan sobre la delincuencia y la corrupción, que a cada país se refleja un índice y el lugar en que actualmente se encuentra situado.

La República Dominicana como uno de esos países no escapa a esa realidad y pese a que muchas de nuestras autoridades en muchas ocasiones, quizás para no poner en juego la posición que ocupan y las responsabilidades que tienen en sus hombros para combatirla y reducirla, tratan de minimizar, cuando la realidad la vivimos cada uno de los dominicanos a diario con los cientos de atracos, robos, homicidios, violaciones, trafico de drogas, en fin con la conducta desarrollada por un sector minúsculo de la sociedad, que no estudió, que no tienen trabajo y que están subsistiendo de lo único que aprendieron de la universidad de la vida, que es delinquir.

El gobierno del Presidente Danilo Medina ha tomado medidas importantísimas, para empezar desde el meollo del asunto a crear mejores condiciones de vida a las familias más desposeídas, que fruto de la corrupción y delincuencia de cuello blanco que ha imperado en el país por décadas y que al parecer por primera vez en la historia el Ministerio Público está decidido a cumplir con su rol de enjuiciarlos, ha sido el principal estímulo para delinquir, pues pensarán que si los ricos roban y no caen presos porque los pobres no pueden robar y enriquecerse frutos de sus acciones criminales, la única diferencia es que de estos últimos están llenas las cárceles de nuestro país, sin embargo de los de cuello blanco se pueden contar con los dedos de las manos y de seguro sobran dedos.

Ciertamente, la situación de la delincuencia y de la corrupción en la República Dominicana ha llegado a unos extremos sumamente críticos y si a esto le sumamos los más de 15 mil deportados que han retornado al país en los últimos años, desde los Estados Unidos, Europa y otras naciones del mundo, donde más del 95% cumplieron condenas por atracos, violaciones sexuales, vicariato, robos agravados, tráfico y consumo de drogas, conspiración, crímenes múltiples, tráfico de tratas y otras acciones delincuenciales, la situación se torna mucho más delicada.

Las autoridades dominicanas, ni los organismos de Seguridad del Estado, cuentan con los mecanismos y tecnología necesaria para darle seguimiento en el país a todos esos “humildes” padres y madres de familias que incurrieron en estos hechos en el extranjero, purgando condenas y luego deportados, pero tampoco consiguen trabajo por su historial delictivo, a esta situación se le debe prestar atención, porque esas personas tienen que comer algo diariamente, vestirse y cubrir otras necesidades, entonces nos preguntamos ¿de donde sacan el dinero ?. ¿Alguna autoridad en el país ha pensado en eso?  Y esto es una realidad no una utopía.

Pero algo más delicado aún y que siempre lo hemos denunciado no solo en el caso de los Aeropuertos donde desempeñamos funciones desde el año 1999, si no en el ámbito nacional y es que a diario vemos policías y militares  de todos los rangos, involucrados en las operaciones de narcotráfico y en todo lo que representa el bajo mundo, utilizando solo sus uniformes para proteger delincuentes organizados y lucrarse económicamente de las acciones delincuenciales de película que se han desarrollado en el país como el robo a varios camiones blindados de transporte de valores, donde han sustraído sumas millonarias y casi nunca esos casos son descubiertos.

Por doquier se escucha que los policías (NO TODOS), le están cogiendo dinero a los delincuentes, que pasan todos los fines de semana a buscar sus cuartos por los puntos de drogas, que a veces llama un ciudadano afectado por un atraco y otro delito y nunca la policía tiene combustible o se aparecen a las 3 o 4 horas, lo que para un buen entendedor esto solo refleja que están dándole oportunidad para que los delincuentes se marchen de la zona y no poder apresarlos.

Ojala con el Plan de Seguridad Ciudadana complementario que próximamente anunciará al país el Excelentísimo Señor Presidente Constitucional Licenciado Danilo Medina y con la integración de todos los sectores de la sociedad, iniciando por las propias familias, comprendamos que nuestro sistema debe cambiar, que nuestra sociedad debe ser transformada, que los sistemas tradicionales colapsaron y que debemos implementar nuevos métodos para encarar los retos futuros, solo así podremos tener una mejor nación y garantizar la estabilidad de nuestra economía que en algunos momentos se ha visto atentada por los juicios emitidos por algunos Embajadores extranjeros que han alertado a sus conciudadanos para que se abstengan de viajar a la República Dominicana.

La delincuencia, así como la corrupción, debemos combatirlas todos, no solo el gobierno, pues estas han corroído a una gran parte de la sociedad dominicana, emulando siempre los principios y valores que nos inculcó siempre nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte.