El guaremate, según el lenguaje urbano, es un una persona cuya función es conseguirle mujeres a tipos con buenos recursos económicos. Se diferencia del maipiolo en que el guaremate acompaña a todos lados al conquistador.

El Guaremate debe encargarse de persuadir a la chica en base a exagerar las bondades del amigo. Por ejemplo: si están en una discoteca y al conquistador le gustó una chica el guaremate hará su función buscando acercarse y entrar en conversación con la tipa. La principal diferencia entre el guaremate y el maipiolo es que el primero pone el acento en las bondades económicas del cortejador disfrazando de naturalidad los bienes de este y su forma de ser.

Por ejemplo el guaremate dirá “tú lo ves así de sencillo, pero ese tipo viaja, tiene dos mercedes, un par de casas en Arroyo Hondo, ese tipo ta’parao”. “Él está en ti, pero es bueno que tú sepas que detrás de él andan muchísimas chamaquitas, pero él solamente piensa en ti”. Si el guaremate consigue que la tipa caiga, detrás le saldrá lo suyo.

Para el Guaremate realizar su función necesita que el cortejador se manifieste con bebida cara y que le compre algunos tenis de última moda para poder decirle a la chica que todo eso se lo dio él pues no es una persona que baraja pleitos con el dinero.

En el lenguaje empresarial el guaremate es lo que se conoce como lobista, persona que se dedica a conseguir obras y contratas para empresas multinacionales. Los lobistas reciben grandes cantidades de dinero para realizar su trabajo pues, para conseguir el propósito debe emplearse muy a fondo llegando, si es necesario, al soborno.

Algo así es lo que hace el señor Ángel Rondón señalado por la Procuraduría General de la República como la persona que recibió los 92 millones de dólares para sobornar instancias estatales a favor de Odebrecht, pero él sostiene que ese dinero le fue dado como pago de sus trabajos como guaremate, maipiolo o lobista, que para el caso es lo mismo.

Seamos honestos, demostrar los sobornos será muy difícil y el gobierno lo sabe por varias razones: ningún político es idiota para recibir un soborno en cheque sabiendo que quedaría como evidencia y se usaría como prueba en caso de suceder lo que ha sucedido. También el soborno puede expresarse en una cena bien cara, un resort, regalos de marcas caras, pasajes de viajes a paraísos turísticos como Dubái, entre otros. ¿Quién puede demostrar el soborno en una cena?

Al final este escándalo no pasará de ser un show más en la política nuestra, nadie caerá preso porque las evidencias son difíciles y al pueblo lo único que nos queda es irnos a las calles, no con la garantía de que se resolverá, sino con el interés de que no se repita y esto también lo veo difícil.

En el país existe la ley 448-06 antisobornos la cuál ni se conoce, nadie ha hecho mención de ello durante todo este show inclusive por quienes integran la famosa comisión dizque para investigar lo de Punta Catalina, una cuestión que ya se sabe, pero que también es parte de esta tragicomedia porque nadie puede ser juez y parte y todos los nombrados en esa comisión no califican para ser juez porque directa o indirectamente son partes empezando por quien la preside quien no debió renunciar de la empresa, sino de la comisión pues, por más honorable que pueda ser, en la población queda el temor.