Los del campo tenemos nuestras formas extrañas de hablar. Pues, con la frase que inicia este comentario (espero que el Sr. Cortés no me mutile mi título como otras veces), un Sr. de mi campo de origen (Ceiba Gorda, Villa Riva) se refería a una de sus hijas, para decir que la muchacha cuando se trataba de comer no era out del catcher.

Indiscutiblemente, que quien no conocía la significación dada a tal afirmación le sería imposible relacionar comer mucho con lavarse los pies.

Recurro a esa imagen porque algo parecido ha pasado durante la 46a. sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de la Naciones Unidas (CPD46) durante los días 22 al 26 de Abril 2013.

El tema central de dicha sesión era: "La migración intencional". Tratándose de dicha temática y ubicándola en el contexto acusiante de la crisis económica internacional, cualquiera habría de pensar que los temas básicos a tratarse allí serían: la discriminación, la trata y explotación de personas, el status migratorio de los migrantes, el trabajo, alimentación, vivienda, salud, educación, etc.

Sin embargo, durante el desarrollo de la reunión los esfuerzos fueron inclinados a convertir la misma sesión, una vez más, (y aquí lo incomprensible al pasar del tema “migración” al tema “derechos sexuales”) en un intento de imponer la agenda del Movimiento Feminista de Género: los mal llamados “derechos sexuales y reproductivos, como derechos humanos” (mezcla creada para surtir confusión y dentro de la que se incluye la agenda de despenalización del aborto en todos los países).  De hecho, hay que decirlo, dicha agenda no es propiamente del Feminismo de Género (aunque este lo ha asumido como suyo y su razón de ser, ciertamente), sino que corresponde a una agenda más amplia dentro del abanico del control de la natalidad y los apóstoles de la catástrofe ecológica del planeta por el crecimiento poblacional.  Me refiero desde la primera en Gineba en 1927, pasando por la de Berlín 1935, París 1937, Roma 1954 (primera de la ONU) y Bergrado 1965 (segunda ONU).  Todas estas consideradas como conferencias científicas sobre población y desarrollo.  Luego vendrían las llamadas conferencias políticas sobre poblacion y desarrollo: Bucarest 1974 (Tercera ONU); Ciudad de México 1984 (Cuarta ONU) y la del Cairo 1994 (Quinta ONU).

En el inicio de la apertura de la CPD46, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, tiró la primera chinita haciendo referencia a la "salud reproductiva". Luego el Director ejecutivo de la UNFPA (Fondo de Naciones Unidas de Población) Babatunde Osotimehin, declaraba su compromiso con el apoyo a la formulación de políticas y programas para la Agenda Cairo Post 2015.  Con tal compromiso destacaba la necesidad de "considerar a  las personas migrantes como sujetos/as de derechos, incluidos los  Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos de niñas y mujeres".

Paralelo a esto, los de la IPPF (International Planned Parenthood Federation) hacían sus consabidas labores de conferencias paralelas, sus acciones de cabildeo, lobbysmo y presión.

-Es bueno recordar que la IPPF posee la Red de Clínicas de Aborto más extensa del mundoEs una verdadera Transnacional del Aborto.  Dicha entidad fue fundada por la Sra. Margaret Sanger. Más que por motivos de reivindicar "los derechos de las mujeres", tenía como verdaderos motivos (que no se los guardaba), sus opciones racistas y eugenésicas con inclinaciones  segregadoras y discriminatorias contra los grupos mas desfavorecidos en USA desde los años 20’s hasta su muerte en 1966.  Amiga y cercana a los eugenetistas americanos como G.W. Hunter o el Dr. Henry Pratt Fairchild.  Afín, también a Charles Davenport, Lothrop Stoddart, Harry Laughlin.  Incluso,  buscó en algún momento la colaboración para su revista del Dr. Ernst Rudin-.

La IPPF en esta CPD46 y desde su conferencia paralela hizo “un llamado” a la acción a los Gobiernos bajo el títulos de "Visión 2020″  en la que "invita" (presión, sería más correcto decir) a impulsar una agenda que promueva la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres. Los que seguimos los pasos y andanzas de la IPPF sabemos lo que esto significa: ABORTO.

Bajo estos padrinos era de esperarse que los primeros intentos de una declaración final sobre el tema tratado en dicha sesión estuvieran no solo tendenciados, sino que totalmente desenfocados y desviados de la verdadera y correcta intención y atención de las necesidades básicas que sobre la migración allí debían tratarse.

Así lo hicieron saber las naciones conocidas como G77 que en realidad reúne actualmente a 130 países. Casi cuando terminaba la reunión de una semana, el reclamo fue abrumador.  Haciendo saber a Naciones Unidas que el tema del Aborto y "los derechos sexuales" desviaban la atención básica de las necesidades de los migrantes.

Y es que todo cansa.  Porque es tanto lo que la ONU en algunos de sus dirigentes y organismos, empujados por Estados Unidos y algunas naciones europeas, han convertido estos temas en cuestiones prioritarias de sus políticas multilaterales. Y en consecuencia, no desaprovechan ocasión para abrir brechas de "negociaciones" al respecto. Lo cierto es que la gran mayoría de delegados de los países en la ONU están experimentando un gran agotamiento y cansancio de dicho tema.

Tal era la situación de esta jornada llamada CPD46 que un borrador inicial de la resolución incluía más de cuarenta menciones a la salud sexual y reproductiva, a la orientación sexual y a los derechos reproductivos. Los alimentos, la salud, la educación y otras necesidades básicas aparecían no más de una o dos veces cada una. Incluso, algunos representantes querían que se nombrara la salud sexual y reproductiva junto a los derechos humanos, en los primeros párrafos de la resolución. Pero no tuvieron éxito.

Las palabras del Diplomático de origen Filipino, que dirigía las negociaciones, lo dejaba ver muy claro, al afirmar: “No queremos que los migrantes piensen que su único derecho, o el más importante, es a la salud sexual y reproductiva”. Aunque dicha afirmación fue considerada tendenciosa, razón por la que se vio obligado a dejar la negociación en manos del presidente de la comisión.

Hasta corte de luz hubo en la sede de la ONU mientras los delegados esperaban el borrador. De hecho es muy sintomática la forma que utiliza la ONU para sus acostumbradas declaraciones.  Como siempre, los dos o tres países que mangonean por allí, construyen sus conclusiones o declaraciones a imagen y semejanza de sus intereses y luego, las mismas son socializadas entre los representantes de los demás países que se pasan 3 o 4 días gastando saliva para después firmar documentos que en su mayoría de las veces ni han tenido tiempo de leer.  Eso, creía yo, que solo acontecía a los senadores y diputados dominicanos, lo de aprobar proyectos sin haberlos leídos.  Solo que esta vez no le salió muy bien el asunto en la ONU.  Aunque todavía muchos países creen que la resolución final mantuvo un enfoque desequilibrado (G77, el Grupo Arabe y el Grupo de Africa).  Pues, el tema del Cairo apareció una vez más como un fantasma.

Incluso, según trascendió en los pasillos, el embajador nigeriano (presidía las negociaciones por el grupo de Africa) recibió una amenaza poco encubierta de la Federación Internacional de Planificación de la Familia acerca de la postura del Grupo de África.

Es bueno resaltar que Polonia, Malta, Hungría, Chile, Costa Rica y Honduras reiteraron sus reservas habituales en cuanto a que cualquier expresión relacionada con la salud sexual y reproductiva no constituye un apoyo implícito al aborto.

Bajo este panorama de cierta rebelión de la mayoría de países miembros de la ONU sobre el hartazgo de meter hasta en la sopa el tema de los pretendidos “derechos sexuales”, el aborto, las políticas de género, el “matrimonio igualitario”, (es decir, la agenda ya no encubierta, de la deconstrucción –destruccion- de la familia, del matrimonio de un hombre y una mujer como institución-estamento base de la sociedad y la maternidad como algo propio, natural y necesario a la misma) y un largo etcétera, como “DERECHOS HUMANOS DE TERCERA GENERACION”.

Como bien es sabido, los diversos movimientos feministas que se agrupan como avanzadillas de esta “lucha de civilización” (quizás de in-civilización) tocan el grito al cielo, por lo que consideran un retroceso de la CPD46.  Vale mejor una cita de lo que han titulado como “alerta feminista CPD46”: “Las organizaciones feministas presentes en esta reunión alertamos contra la tendencia global a omitir la integralidad de los derechos humanos“.

Les invito a entrar aquí http://www.mujeresafro.org/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=13&Itemid=20 para que miren la lista nada despreciable de sus redes y ONGs afiliadas.

Concluyo diciendo que este pánico solo refleja una cosa que hace rato venimos confirmando por todas partes: que el discurso pro-muerte (aborto y eutanasia), la desconstrucción-destruccion de la familia y el matrimonio entre un hombre y una mujer y de la maternidad (profiriéndola como maldición) van llegando a su agotamiento.  El discurso en torno a tales temas se les agota.  Como diría la lideresa del la falaz "Catholic for Choice", Frances Kissling: "[Nuestros] argumentos podían funcionar en la década de los 70… (nuestra marca) se ha erosionado considerablemente…”. http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2011/02/18/AR2011021802434.html

Es hora de ir retornando poco a poco a la sensatez y la racionalidad. Dejando de lado los enquistamientos ideológicos, la defensa a ultranza de lo indefendible.   Pero sobre todo, la confabulación con unos intereses perversos y oscuros que en vez de atacar las causas de la miseria y la desigualdad de tantos hombres, mujeres y niños en todo el mundo, prefieren optar concientemente por una ética marcada por el individualismo a ultranza, la falta de solidaridad y la marginación inmisericorde (que nos habla de efectos marginales o colaterales – cinturones de miserias- de la globalización), negándoles hasta el derecho y la posibilidad a los individuos de formar una familia digna y procrear los hijos/as que consideren.  Ya me dirán el refrán: “no hay cama pa’tanta gente”.  Mientras tanto, el Pastel sigue repartido 80/20.