En un artículo de Melvin Mañón titulado “Si…nos equivocamos” este afirma que, en el PLD, Danilo y Leonel no son líderes al estilo de la vieja concepción política, al estilo Balaguer, Trujillo, Bosch, Peña, etc., a diferencia de estos últimos los dirigentes del PLD son las cabezas visibles de algo que él llama “UN SISTEMA”. “El PLD, políticamente hablando, es una maquinaria pero han sido capaces, en sincronía con el entorno internacional, sobre todo el de EUU de estructurar UN SISTEMA. “

Más adelante Mañón indica que el PLD ha logrado combinar de manera eficiente las técnicas gerenciales del mundo corporativo con el estilo de hacer política del fascismo y esta afirmación me ha llevado a comparar la situación política actual de nuestro país y la de los Estados Unidos utilizando un concepto desarrollado por Sheldon S. Wolin y que este autor ha denominado “Totalitarismo a la inversa”.

El totalitarismo a la inversa al contrario del totalitarismo clásico, no está basado en la figura de un líder carismático si no en el gobierno de un estado corporativo, prácticamente anónimo. En este sistema el pueblo elige sus autoridades pero estas, lejos de servir al pueblo que los eligió, sirven a los intereses de las corporaciones. En el caso de nuestro país este gobierno corporativo está representado por la estructura de poder que ha logrado crear el PLD. Por eso ustedes ven que la correlación de fuerzas dentro del partido ha cambiado a favor de Danilo pero solo porque este maneja actualmente la corporación. De continuar el PLD en el poder esas lealtades se moverán al Presidente de turno no importa cómo se llame porque de lo que se trata es de perpetuarse en el ejercicio del poder no para llevar al país por las vías del desarrollo si no para continuar utilizando el Estado como una gran corporación cuya única finalidad es conseguir ganancias económicas para sus accionistas mayoritarios, en este caso los dirigentes del PLD.

Según Wolin una parte importante de la estrategia del poder corporativo es mantener a la mayoría de la población políticamente apática. Esto se logra dando la falsa creencia de una sociedad en bienestar a través de la oferta de bienes de consumo y una gran industria del entretenimiento que mantenga a los ciudadanos políticamente pasivos.

O sea, una sociedad que se alimenta de basura, que ve basura en la TV, que escucha basura en la radio, que vive posteando basura en la Internet, es una sociedad políticamente apática, políticamente muerta y, afirma Wolin que  la pasividad política en los ciudadanos es muy peligrosa  “La apoliticidad y la actitud anti política de la gente son elementos muy poderosos en el camino hacia una dirección dictatorial”.

La única opción que tienen las fuerzas que se decidan a enfrentar al PLD  en futuras contiendas políticas es franquear ese cerco mediático corporativo que han logrado montar, que ha deslumbrado a una parte no poco importante de la ciudadanía que se ha dejado encantar de los cantos de sirena del gobierno corporativo del PLD. Pero para eso se requiere de un liderazgo renovado, con mucha imaginación y con la sutileza política suficiente para no caer en la trampa montada, inteligentemente, por el PLD.

Nota: Todas las referencias a Sheldon S. Wolin y al “Totalitarismo a la inversa” fueron tomadas de “Chris Hedges. The world as it is. Dispatches on the myth of the human progress. Nation Books. New York.”