Un amigo me pregunto hace unos días acerca de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pues estaba interesado en saber qué tanto poder tiene esta entidad en el precio del petróleo.
Pues bien. La OPEP es un cartel conformado por Argelia, Angola, Ecuador, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Catar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Venezuela creado en el año 1965 con el propósito de centralizar el control de los precios del barril de petróleo y defender sus intereses comunes.
Este “monopolio” empezó a cambiar en el momento en que el presidente norteamericano Ronald Reagan eliminó el “control” de precio en la producción doméstica de petróleo en los Estados Unidos en 1982, permitiendo la cotización en la bolsa de valores, dejando al mercado dictar los precios.
Es cierto que esa organización mundial una vez controló aproximadamente el 70 por ciento de la producción global de petróleo, pero hoy ha bajado a aproximadamente el 40 por ciento, aunque queda claro que hoy no tiene la fuerza que una vez tuvo; sin embargo, sus integrantes este último año tuvieron ingresos por más de 1 trillón de dólares.
Esto lo traigo a colación, en razón a que se pone en duda que esa organización pueda mantener la misma cuota de producción diaria hasta su próxima reunión a celebrarse en Viena, cuando se evaluará la realidad de la entidad.
Recuerdo al principal especulador de petróleo en el NYMEX, Mark Fisher, cuando dijo en una conferencia en el año 2009:”Si usted quiere perder dinero especulando con los precios del petróleo, tan solo tiene que llevarse de los comentarios hechos por la OPEP”. Y que está actualmente tiene la reputación de no dar continuidad a la producción de cuotas que acuerdan.
Y esa situación tiene su raíz en que cada país tiene su propia agenda política y presupuesto fiscal.
Por lo arriba apuntado es que la Agencia de Información de Energía de los Estados Unidos informó que Arabia Saudita necesita un crudo por encima de los 83 dólares para eliminar su déficit fiscal, ante el incremento de su gasto público, tomando en cuenta la utilización de sus reservas.
No obstante Venezuela, requiere un presupuesto público para el año 2011y lo basa en un barril entre 40 y 60 dólares, contrariando los intereses de Irán que son sumamente distintos, evidenciándose que cada integrante de la OPEC se maneja un tanto alejado de los principios de unidad que le dieron origen.
A Irán le interesa la producción de una cuota diaria baja, principalmente porque quiere maximizar su ganancia por barril y la entrada de divisas en el futuro inmediato.
Esas diferencias y muchas otras son las que lleva a estos países a no ser sinceros el uno al otro con respecto a la cantidad de producción que cada cual acuerda, pues como se ha señalado más arriba, cada cual luego de salir de las reuniones practica una agenda muy diferente.
Ya una vez, en el año 2008, en la reunión anual que se realizó en Viena, Arabia Saudita objetó públicamente a los demás miembros de la OPEC al decidir mantener la misma producción a pesar de que el oro negro oscilaba entre los 140 y 147 dólares el barril.
Y es que Arabia Saudita, al ser el país con la mayor reserva petrolera del mundo con unos 260 billones de barriles, de acuerdo a sus propios reportes gubernamentales, se expresa con cautela en cuanto a precios se refiere, ya que es una nación que vivió en carne propia la destrucción de demanda a finales de los 70 y principios de los 80. Esta destrucción fue originada precisamente por el alza de le factura petrolera a niveles muchos más altos que lo que se exhiben hoy cuando aplicamos la inflación.
Como es una verdad sabida, históricamente cada vez que existe un alza del crudo es seguido por un recesión como sucedió en el año 1974, en el 2000 y en el 2008.
Si los grandes consumidores, como Estados Unidos, China, Alemania y Japón caen en una severa recesión, la Organización Mundial del Petróleo estaría desalentando sus principales mercados, como aconteció a principios del 2009, cuando el precio del barril tocó aproximadamente los 30 dólares, fruto justamente de la severa recesión global en que estábamos sumergidos.
Está muy claro que independientemente de la realidad económica que enfrente el mundo el nivel de influencia de la OPEP es mínimo, y me atrevería a decir que en un corto período virtualmente sería de cero.
Actualmente existe un gran número de países tales como Rusia, China y Canadá, para tan sólo mencionar algunos, que producen muchos más petróleo que los miembros de esa organización mundial, con la exclusión de Irán y Arabia Saudita..
Esas conductas que en ocasiones se suscitan entre sus miembros la debilitan, pero además, la existencia del cartel cada día va dando más señales de que no es económicamente viable para ninguno de sus integrantes, en virtud de que no se manejan con toda la transparencia que establecen los principios que le dieron origen a la organización mundial. Con el tiempo y en el momento en que pierdan esa aura de poder, esa institución simplemente se disolverá.
Englewood, N.J.
3 de junio, 2011.