La administración publica del Estado es la madre de toda administración si tomamos en cuenta que de su efectividad va a depender el desarrollo del país, la producción de bienes y servicios que necesite la sociedad y la colocación del excedente en los mercados internacionales para la generación de las divisas necesarias para completar el proceso de bienestar y desarrollo que supere el grado de pobreza, reduciendo la exclusión y  desigualdad social.

Al presidente Medina tenemos que reconocerle que parte de su éxito no solo proviene de su inteligencia; más bien por su gran capacidad de trabajo  duro y sistemático, porque la inteligencia y el saber son esenciales pero es la efectividad del trabajo constante que lo convierte en exito, en resultados positivos, claro y medible, al implementar  los planes estratégicos que diseñamos para llegar con recursos convenientes a las metas propuestas.

No basta solo con las buenas intenciones del presidente, de sus ejemplos. El,  como máximo responsable de la Administración pública, debe coloca a los hombres con la capacidad y voluntad política pero también con la efectividad del trabajo sistemático en las direcciones fundamentales para el desarrollo social que los votantes esperamos de la nueva administración del Partido de la Liberación Dominicana. Además. El presidente Danilo Medina deberá ser el máximo supervisor de sus subalternos, para hacer las correcciones y sustituciones que requiera en el proceso.

Escuche muchas veces al candidato decir que quien no tocara la misma música de su orquesta no podría estar desafiando. Pero en estos cuatro años que terminan en agosto no pudo cumplir con esta promesa, porque vimos en el transcurso de gobierno a muchos desafinar, sobre todo en los resultados, porque las posiciones de muchos no han venido por su eficiencia, por sus resultados, sino por su militancia y su operatividad política, que en muchos casos más que suma de valores, solo han sumado presiones y chantaje muy usado en el mundo político de hoy.

El presidente fue reelegido con una suma de votos que muestran la confianza que la población a depositado en el para que ejerza el poder con absoluta libertad de hacer lo conveniente, y eso requiere de que exija a los que decida acompañen su gobierno, primero, reajustarse  al plan estratégico general, A un proyecto de nación. Segundo,  que tengan planes estratégicos particulares de sus dependencias dentro de ese marco del proyecto general. Pero más importante que todo esto, que se midan los resultados mensualmente, se vean, se controlen, se ajusten se comparen, porque de lo contrario estaríamos fracasando como gobierno en la solución de los principales problemas que aquejan a los dominicanos.

Algo muy valioso seria involucrar a la sociedad con el conocimiento y valoración constante de los resultados, para que los ejecutivos del gobierno sientan la presión social, y sean los primeros que tomen la honorable decisión de irse del gobierno cuando no estén logrando los resultados esperados, o que el jefe se vea compelido actuar justificadamente.  Porque ante lo limitado de los recursos, necesitamos eficacia; necesitamos reducir el dispendio, las perdidas, la corrupción.

El presidente Medina, debe evitar que los funcionarios vayan a improvisar a las direcciones y ministerios. El que no se involucre y obtenga los resultados esperados debe ser separado de sus responsabilidades para que sus acciones no afecten la productividad, porque al final de la vida política no se podrá justificar los fracasos, cuando podemos llevar a cabo todo lo conveniente para celebrar haber HECHO LO CORRECTO.