La decisión del Tribunal Constitucional y las reacciones al fallo  sobre la nacionalidad, nos colocan ante  la incapacidad  de tratar los asuntos haitianos, y la fragilidad  estatal  para   enfrentar la   migración haitiana dentro de  las urgencias  internas y  exigencias  externas  .

No  queremos detenernos en si es justa o injusta la sentencia, eso  colma la opinión pública ,que se  debate entre los  aspectos delicados ,del quehacer  nacional  como el aumento de los salarios , huelga de médicos ,enfrentamientos frente al Congreso y otros retos de  la gobernabilidad.

Es necesario tratar de ordenar ese debate, para sacar algún resultado,  frente a las debilidades institucionales y los efectos letales de la corrupción, donde cualquiera puede comprar un acta de nacimiento, una cedula y hasta la nacionalidad.

Debemos ver las condiciones en las cuales se produce el fallo, con dos votos disidentes – Necesario dicen algunos,  no oportuno dicen otros, cuando llevamos años arrastrando el desconocimiento, y  equivocas medidas ante  la presencia haitiana. Con una cifra desconocida de indocumentados e ilegales.

¿Estaba  el país  preparado para  lanzar una medida como esta? ¡No!, dice un versado amigo. La decisión  permite  múltiples interpretaciones   . Reclamaba, y reclama, un debate con  especialistas sobre migración haitiana (que son pocos) y  juristas, algo que debió hacerse previo a la sentencia, para medir las implicaciones, sobre todo  diplomáticas.

Haití será el país más pobre del Hemisferio Sur,  Estado fallido, pero con una    diplomacia,  del I Mundo. Mezclándose con los primeros ministros de  naciones desarrolladas. Han hecho de la pobreza su carta de entrada,   para la cooperación internacional, apoyados en la culpa y la  lastima  global,  mediatizada.  Llevan décadas entre sequia, miseria, donaciones, corrupción, dictaduras, catástrofes y  éxodo.

De  los conflictos migratorios con  dominicana,  han hecho su  especialidad, aunque hayan fracasado en otros polos receptores[1], desde  donde les reenvían  sus  nacionales. Tratando   , la movilidad   masiva  e irregular a RD como si se   tratara  del  flujo de braceros, del siglo pasado. Encontrado un filón interpretativo, que les permite, colocarse por encima de la realidad en ausencia  de una política definida y sostenida del Estado dominicano.  Que  se  ve cuestionado en  Foros  y organismos internacionales, como esclavista y racista, algo que desdice la composición demográfica y, la presencia laboral haitiana  en la actualidad.

Desde antes  del terremoto de 2010,   RD  asumió una  “especial” actitud, con la migración, que se agudizó  con  la catástrofe  y los negocios que la clase política dominicana  en Haití .El flujo  se intensifico, colmando los espacios socio productivos del país.

¿Que pasara cuando los dominicanos quieran recuperar esos espacio tomados?   Ahora que existe  una  minoría  haitiana organizada,   heterogénea,  donde  están representados todos los estamentos   que  reclaman espacios y presencia en la vida pública dominicana.

Dentro los que se encuentran   la representación  de  dominicanos de origen  haitiano ( con interpretes incluido),  que se reunieron, durante 40 minutos con el  Presidente  Danilo Medina, para hablar del fallo,  hecho inédito , que  conduce  al  Presidente  a “ pedir excusas en nombre de la RD“[2], porque las instituciones , no lo han hecho bien su trabajo. Salvando la faz de RD  ante el mundo, él Presidente,    expone su posición, (gracias al TC,) ante  las autoridades  haitianas.  Quienes   visitaron  el país,    48 horas después del fallo.

La sentencia, da a  la   población local,   el primer elemento formal, desde  el  Estado, para empezar a construir un escenario xenófobo y  de rechazo, hacia los haitianos, caldo de cultivo para conflictos inter étnicos futuros.   Los haitianos   llenos  de resentimiento y valentía   , junto a la  pluri- étnica  población dominicana descendientes  de emigrantes, indignada por fallo.

El fenómeno, aparece polarizado, de un lado los que están de acuerdo, con que se tomen medidas, que nadie comprende, saturados. Y por el otro   , los dominicanos de ascendencia  haitiana, que realmente nadie sabe cuántos son, hispanizados en sus nombres, mimetizados en sus costumbres, bajo la negación de su identidad de origen, hijos de braceros, obreros, madres en tránsito. Con derecho a ser. Invisibles, porque tampoco existían en Haití, donde   nunca  se les dio documentos. Y aquí, reclaman su existencia. Admitiendo sectores haitianos  que son más de un millón. Defendidos y sostenidos por un sin números de dominicanos.

El éxodo haitiano, controlado,   en todos los países de la región[3] latinoamericana, muestra como   los ilegales haitianos son reenviados, y vejados. Siendo RD el,  único    receptor  durante todo el siglo XX y parte del XIX.

El  fallo del T C  puso  la opinión pública internacional sobre las espaldas  del Estado. Demostrando  que  la sentencia no fue analizada  antes de lanzarla, no se pensó en  la carencia de respuestas diplomáticas acertadas, para enfrentar la maquinaria diplomática haitiana a nivel internacional.

Aquí, no  existe una plataforma diplomática de negociadores, sobre temas haitianos.    Corriéndose el riesgo, de hacer el ridículo, como lo muestran  las relaciones dominico haitianas de  un pasado reciente. Donde el pueblo reacciona diferente al gobierno, Ver los ataques a Leonel Fernández y las negociaciones relacionadas con la veda de productos.

El fallo se ha  prestado para manipulaciones, independientemente, del limbo jurídico donde pueden caer miles de seres, puede conducir a negar el aporte haitiano, y la solidaridad de los dominicanos hacia ellos , siendo, delicado  fomentar mediante  un  video colgado en las redes, que los dominicanos no aceptan al haitiano  discriminado y  explotado . Mostrando   casos aislados de discriminación como si fuese la totalidad de la   población. ¿Por qué no mostrar los haitianos, que han construido sus casas, que han transformados sus vidas, gracias a la ayuda de  esta nación? Independientemente del fallo y  la falla del Tribunal Constitucional.

El problema haitiano debe ser tratado con rigor, dentro de una visión holística, ponderando  las vertientes más delicadas, y sus implicaciones  económicas,  sociales y socio culturales, pues  a ojo vista miles de dominicanos  tienen orígenes haitianos.

Abracemos el debate .Es hora de empezar a analizar  la dimensión del aporte haitiano  y  nuestra  capacidad de aceptación de  poblaciones  ,no asimilables,  ilegal  e  indocumentada ,en una sociedad mutante , en  crisis de autoridad, con elevado  índices de violencia y corrupción ,  de frágil institucionalidad ,  desempleo creciente , desplazamiento de la mano de obra informal , salud y educación precarias, en un clima de  inseguridad en desarrollo.

¿Cómo garantizarle a los que llegan, lo que no se tiene para los nacionales, sin que se genere conflicto?

La proximidad  entre ambos países, exige un tratamiento particular, que viene dado  por   una serie de variables,  asumibles  en las decisiones jurídicas. Los factores históricos, demográficos, etnopsicológico, tienen  especificidades, propia de este  flujo migratorio,   y   han  debido ser analizados a la sombra de las leyes, ya establecidas. La urgencia de soluciones a una  problemática que dura siglos, no puede   festinarse con  la decisión de un Tribunal.

Cada haitiano que sale de Haití,  hacia  la  RD ,  deja de ejercer presión sobre la sociedad haitiana , es candidato a  enviar remesas ,  es un individuo menos  ,que  no participara  en  revueltas, que no lanzara una piedra y que volverá  a recrearse a su realidad de origen . Es un desahogo para la sociedad  haitiana,  que no tiene salida, y  un desafío para las autoridades dominicanas, que no tienen respuestas para los locales, cada día más pobres. Lo que trae conflictos  impostergables.


[1] Ver La Migration Haitienne au Venezuela, de l´ Insertion a l’ Integration

Amanda Castillo Levison,  Tesis Doctoral,Paris Julio 1987

[2] El 52.5 %  Considero que no era correcto pedir excusas. Encuesta,  El Caribe  9 -10-2013

[3] Ver los Guetos haitianos en Guadalupe  Martinica ,Guyana francesa –