Pisa, una ciudad italiana que era famosa por su «Torre inclinada», ya no lo es porque una evaluación de los sistemas educativos del mundo. Hoy se confunde con el informe del programa internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (que es un acrónimo de sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment); el estudio llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (conocido por sus siglas en inglés OCDE) a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados, ya que en este análisis no se evalúa al alumno, sino al sistema en el que está siendo educado. Las características de PISA son:

  • El Informe PISA se realiza por encargo de los gobiernos y sus instituciones educativas.
  • El Informe PISA debe llevarse a cabo regularmente, cada 3 años
  • PISA examina a estudiantes de 15 años y no de un nivel escolar específico.
  • PISA no evalúa materias escolares, sino que revisa las tres áreas de competencias: lectura, matemáticas y ciencias, con pruebas diseñadas para ser independientes del curriculum (y así poder comparar diversos países). Cada oleada se centra en una de estas competencias
  • Los problemas por resolver deben ser presentados en contextos personales o culturales relevantes.
  • PISA no analiza los programas escolares nacionales, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias que son relevantes para el bienestar personal, social y económico (OCDE 1999). Para ello no se mide el conocimiento escolar como tal, sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas principales de PISA.
  • La finalidad de PISA no es sólo describir la situación de la educación escolar en los países, sino también promover su mejora.

En sus primeras aplicaciones, Finlandia quedaba como primera y Corea del Sur, como segunda. En  ese entonces, fue un peregrinaje de los funcionarios de nuestro Ministerio de Educación para “ver” el milagro finés y así a cambiar su retórica y se argumentó que con el 4% del PIB se alcanzaría la  educación de calidad.

Sin embargo, al contrario de Finlandia que invierte mayormente en  la formación de los docentes, implementado todas las innovaciones conocidas y por conocer, aquí hemos enfatizado en la construcciones de “palacios escolares” e inflación de empleomanía disfuncional en nuestro sistema de educación pública.

En el anterior Informe PISA, Shanghái participó con su sistema municipal de educación y ganó el primer puesto, pero no se le reconoció porque solo se reportan resultados a nivel nacional; terminó Singapur con el primer lugar. En esta ocasión (prueba hecha en 2018), se realizó la Prueba PISA en dos ciudades (Beijing y Shanghái) y dos provincias chinas (Jiangsu y Zhejiang), y ahora el resultado se puede considerar representativo y, por lo tanto, China está en el primer lugar, como  lo muestra el siguiente cuadro tomado de la BBC:

 

Como reporta El País, en el caso chino hay un sesgo: «China triunfa en todo: lectura, matemáticas y ciencia. Incluso "su 10% inferior mostró una capacidad lectora superior a la media de los países de la OCDE", remarca Ángel Guría, secretario general del organismo, en el prefacio del informe. Aunque la victoria tiene, no obstante, truco: las cuatro regiones seleccionadas son las más ricas del país. Ordenadas de acuerdo a su PIB per cápita según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas china, Pekín es la primera, Shanghái la segunda, Jiangsu la cuarta y Zhejiang la quinta de un total de 31 provincias de riqueza muy desigual. Solo las cifras de esta última —98.643 yuanes en 2018 (unos 12.600 euros)— suponen más del doble de cualquiera de la mitad inferior. Precisamente por eso, el propio informe reconoce que el nivel educativo en estos cuatro territorios, cuya población conjunta supera los 180 millones de habitantes, “está lejos de representar a China por completo”». Ver: https://elpais.com/sociedad/2019/12/03/actualidad/1575374189_233671.html

Mi punto de vista es proponer que se repita la euforia cuando Finlandia obtuvo el primer lugar, luego fue Singapur, y ahora, con China tenemos mejores relaciones para la cooperación con China en materia educativa permita reimpulsar, rediseñar y fortalecer nuestra “revolución educativa” con una visión de largo plazo, como lo hacen los asiáticos. Sea este gobierno o el que viene, pero que se haga. Porque ¿algo hay que hacer, ya que el Estado y la Sociedad se han quemado en PISA?