El sionismo ha hecho la aparición más violenta y criminal nunca vista en su historia de terrorismo despiadado  contra el pueblo de Palestina, hoy en Gaza. Pero no solo ha probado su espíritu cruel contra los palestinos, sino que los propios judíos ortodoxos han sido víctimas en la historia de la forma violenta de este movimiento político que nace con el único fin de buscar un hogar al Estado de Israel. El sionismo nos es una religión como lo es el Judaísmo, una de las tres religiones más antiguas junto al Cristianismo y  el mahometismo.

En el preámbulo de esta reflexión señalaba  que los judíos ortodoxos de todas las corrientes políticas anti-sionista sufrieron la hostilidad y violencia del sionismo, en 1924, un estudioso judío holandés, el Dr. Jacob Israel de Hahn, que fue secretario del rabino Yosef Chaim Sonnenfeld (1849-1932) rabino en jefe de Palestina,  regresando de sus rezos del atardecer fuera del hospital Saharaui Zedek en Jerusalén, fue asesinado.

Haber entablado discusiones con dirigentes árabes que ofrecían una alternativa a la hegemonía sionista, le costó la vida. Sus asesinos eran miembros de Haganah, una organización sionista mal  llamada “organización de defensa”. De hecho, el Dr. de Hahn puede ser descrito como la primera víctima de la violencia sionista en Tierra santa.

Tehordor Herzl  es considerado el padre del sionismo y en su primer congreso celebrado en la ciudad Suiza de  Basilea en 1897 estableció las bases fundamentales y la estrategia nuclear para la fundación de un Estado judío en Palestina, mediante lo que él llamó una colonización racional vía la penetración  de labradores, artesanos e industriales.

Para que el plan Herzl funcione  se organiza el segundo congreso sionista en 1899 cuyo objetivo central fue la creación con sede en Londres del Banco Colonial Judío que se dedicaría al financiamiento de establecimientos agrícolas a colonos judíos, quienes  de forma gradual adquirían las propiedades de los palestinos hasta dejarlos sin ninguna posesión.

Palestina  para antes de la segunda guerra Mundial era posesión del imperio Turco, los sionista ofrecen a los turcos a cambio de la estabilización de sus finanzas se le cediera a Palestina para fundar el Estado de Israel. El sexto Congreso sionista de 1906 se convoca para rechazar cualquier idea de establecer fuera de Palestina el Estado Judío de Israel como se llego a pensar en alguno que otro momento: Uganda, Rusia o la Patagonia Argentina.

El Sionismo ha manejado con perversidad política una serie de acontecimientos azarosos que le  granjearon la compasión   de las naciones europeas, como son: El holocausto nazi a los judíos,  la discriminación y persecución  y,  para  despertar la simpatía mundial, en un momento,  el hundimiento de los barcos cargados de refugiados judíos como fueron  el S.S. Patria en 1940 y el S.S. Struma en 1941, que le costaron la vida a 276 inocentes judíos en el caso del primero y 769 en el caso del último, estos dos últimos casos muestran el carácter violento y de poco respeto por la vida del movimiento sionista,  quienes hundieron estas embarcaciones para alcanzar sus objetivos en Palestina.

Además de la carta de Lord Balfour a Lord Rothschild en la que expresaba el beneplácito del gobierno inglés de establecer el  Estado Sionista de Israel en Palestina; no se puede subestimar lo que fue determinante para lo que los judíos  sionista se apoderaran de Palestina, el acuerdo Sykes-Picot, este acuerdo  establecía que Siria y el Líbano pasarían a manos de los Franceses y Palestina  y Jerusalén a Inglaterra , después la victoria de los Ingleses frente  a los Turcos gracias al apoyo y la guerrilla árabe; pero, la esencia de este acuerdo radicaba en  el compromiso de los ingleses  de ceder Palestina para fundar el Estado sionista de Israel

El poder del  lobby  sionista  en Estados Unidos sigue causando los mismos estragos que en el pasado contra el pueblo Palestino, esto se manifiesta cuando su presidente Barack Obama llama al terrorismo del Estado  Israel legítima defensa. La destrucción y demolición, la masacre  y el irrespeto a la vida de forma deliberada e inteligentemente orientada a la destrucción de todo vestigio de vida en Gaza, es una barbarie y el peor salvajismo que haya conocido el mundo civilizado.

Lo de Gaza y el holocausto contra el pueblo de Palestina,  es el más horrendo crimen de lesa humanidad hecho con saña, alevosía  y  movido por el sentimiento más bajo que pueda ocupar una mente humana. Sólo  un corazón sionista es capaz de anidar tanto odio y desprecio por la vida.