La espacialidad de la palabra. El puente entre la poesía y la arquitectura de lo imaginario (4 entrega final)
Caminando un poco más hacia la arquitectura, casi rozando sus muros. Vistiendo el especial traje de arquitecta que se bordó sobre mí al leer por primera vez la obra de José Enrique Delmonte. Fui asaltada por frases arquitectónicas disfrazadas de poesía. Frases a las que les llamo “constructoras de una arquitectura imaginaria”.
Estos versos son poesía, hecho que ante la obra completa del autor no se pone en duda, que empleando términos puramente arquitectónicos transgreden la realidad de su verdadero significado, multiplicándose y extendiéndose en su contenido.
El concepto de Verticalidad.
Es ciertamente la verticalidad un concepto arquitectónico. Este concepto presenta para mi uno de los puentes más claros que se construye entre la poética de José enrique y la arquitectura. Al recorrer el aposento de la obra del autor se advierte como crea un nuevo concepto de verticalidad en sus versos.
La palabra vertical o mejor dicho, el concepto completo que evoca un desplazamiento al infinito ascendente. La verticalidad existe en la poética de José enrique en forma de mujer. Y es curioso para mí el haber descubierto esta palabra acompañada de ese poético latido femenino cuando este concepto de manera casi universal es adjudicado al hombre. Entonces José Enrique se antepone la idea presentándose diminuto ante el ser amado, asumiéndola grande, mirando hacia el cielo para poder dormirse en su imagen.
Este recurso no es usado solo por poetas que aman la arquitectura. Los conceptos de arquitectura son utilizados en poesía por diversos autores cuando desean recrear el espacio de los sentimientos o atribuir a objetos cotidianos o al cuerpo atributos de espacialidad.
Un hermoso ejemplo de esto, lo encontramos en el poema “El Cuerpo del Poema” del poeta argentino Enrique Solinas en los versos que dicen:
“Escribe la palabra espacio
y de repente se encuentra en medio del jardín”
Donde atribuye a la palabra, todo el peso de su existencia y la lleva a un plano real y vivencial.
Otros versos de José Enrique Delmonte, donde son utilizados términos arquitectónicos, los cuales definitivamente están amarrados a su estructura humana, se ven ejemplificados con fragmentos de su obra a continuación:
“Antes de decidir la textura del destino/ Antes de sumergir mi borde / en los nudos o en los tallos”
“Conozco suficientes vértices /duplicados en esquinas que señalan / la calle sin salida que siempre / entorpece la mirada. “
“Ya pude sumir longitudes en tus límites”