Todos los caminos caribeños llevan a Miami. En el caso del correo postal entre los dos destinos alados de la Hispaniola, la escala en el Sur de la Florida tiene implicaciones verdaderamente insólitas. Parece mentira, pero si se abre la cortina se verá que no es una alucinación que para que una carta enviada desde Santo Domingo llegue sana y salva a Puerto Príncipe debe pasar obligatoriamente por Miami.

De esta y otras “aberraciones” -como calificaba en francés  esta anomalía postal el director administrativo del correo haitiano,  Ghisler Dugas- están saturadas las relaciones bilaterales. Lo que le añade aún más encanto a este accidente de la inteligencia de dos naciones que históricamente representan lo más añejo del colonialismo europeo en Las Américas, es que solucionar el asunto pertenece al terreno de la alta diplomacia. Más aún, es cuestión de voluntad política presidencial que llegue a eliminarse la escala en territorio estadounidense.

Como es lógico deducir, los retrasos en la recepción de la correspondencia son muchos. Una tarjeta con cariñosos parabienes por su cumpleaños le llegó a Marie André a su trabajo en Santo Domingo, cuatro meses después de la fecha de su onomástico. De seguro que si el remitente hubiese sabido que llovería tanto antes de que llegaran sus felicitaciones se habría ahorrado el gasto. Lo primero que resultaría de una regularización en el servicio de correos entre las dos naciones vecinas es que aumentaría el volumen y, por ende, la rentabilidad. Unos 40 kilos de correspondencia, aproximadamente, es lo que recibe mensualmente el Instituto Postal Dominicano (INPOSDOM) desde Haití. Cuando se restablezca este vínculo interrumpido en los años cuarenta, seguramente por el poco amor que sentía Trujillo por la Frontera, se espera que los usuarios lo aprovechen con más frecuencia. Según lo proyectado, tomará tan sólo cuatro días para que una carta llegue a su destino.

Lo impredecible del servicio actual provoca que las entregas oscilen entre los ocho días y las “equis” semanas. “Todo depende de cuánto tiempo se tomen en Miami para clasificar los envíos”, explica el director del INPOSDOM, Modesto Guzmán. Se impone habilitar la oficina de correos de Jimaní como centro operativo que ejerza las funciones que ejecuta su homónima en el Aeropuerto de Las Américas. Es decir, recibir y enviar los paquetes del correo.

Raúl Recio. Sin Título, de la serie "Yo estoy aquí pero no soy yo" (1986-2000)

Eficacia y buena voluntad

El ajuste de la tarifa actual de cinco pesos por un sobre sencillo será discutido con posterioridad a la firma del acuerdo entre el INPOSDOM y la Office des Postes d’Haiti. Este documento está prácticamente listo y a la espera de ser suscrito por los presidentes Préval y Fernández durante la visita de este último a Haití el próximo jueves 18 de junio. Con eficacia y buena voluntad, los incumbentes de la Comisión Bilateral se han reunido en más de diez ocasiones durante los últimos seis meses para tratar el tema específico del correo. En contraste, el único encuentro formal entre los directores y ejecutivos de sendas oficinas en cada país fue mucho más productivo. Bastaron tres días para ajustar los detalles por una razón muy simple: “El idioma oficial del correo es universal y, además, es el francés. Por tanto, nos entendimos sin ningún problema”. Así se expresaba sonriente la directora del correo haitiano, Gladys M. Guiteau, en el bello edificio que ocupa el correo, cercano al palacio presidencial.

Tanto Haití como República Dominicana pertenecen a tres organizaciones internacionales: la Union Postale Universelle (UPU), la Union Póstale des Amériques de l’Espagne et du Portugal (UPAEP), y la más joven de todas, la Caribbean Postal Union (CPU). En los diferentes congresos que se han celebrado en los últimos tres años desde que ejerce sus funciones Modesto Guzmán, ha habido un acercamiento muy palpable hacia el correo haitiano. Esa es el menos la opinión de Gladys M. Guiteau, que lleva dieciocho años como directora de dicha institución.

Según Guzmán hacía falta ser más que diplomático para explicar a los sorprendidos colegas en las reuniones internacionales, que entre Haití y la República Dominicana no existe un servicio postal. “Los extranjeros no entendían eso, y creían que no era verdad”, recuenta el director del INPOSDOM. Ahora se trata de esperar que la Cancillería ratifique la voluntad de firmar el acuerdo, que sólo requiere de un poco de tinta para insertar al correo bilateral en un terreno menos incierto que el vacío.

Cuestión de voluntad presidencial

Modesto Guzmán recuenta el camino seguido hasta dar con la clave  que puede terminar en un acuerdo esta próxima semana: “Desde hace tres años, cuando llegué aquí, me pareció muy irregular que la correspondencia de Haití llegara vía Miami. Comenzamos a hacer los trámites para regularizar la situación a través de la Unión Postal de América, España y Portugal, pero no nos fue posible hacer una negociación directa. Tuvimos que esperar la voluntad presidencial y diplomática. Se necesita la voluntad política que ha demostrado el presente Gobierno porque sin ella no hubiésemos podido hacer nada”.

Con respecto al documento, dice que “Está listo para su firma. Tendrá repercusiones muy positivas porque se trata de establecer una comunicación interrumpida por más de cinco décadas. Todo lo que contribuya a mejorar la comunicación entre dos pueblos es bueno y el correo es algo fundamental en las relaciones internacionales y será de mucha ayuda para el intercambio social y comercial. Estamos listos para restablecer este servicio postal quince días después de que se firme el acuerdo. Ha tomado un tiempo preparar este documento porque a veces las cosas sencillas son las más difíciles de resolver”.

Elogios

Gladys M. Guiteau, directora del correo haitiano, sólo tenía palabras de elogio para el proceso negociador. “Desde que iniciamos en septiembre del año pasado el servicio de correo expreso (EMS) en Haití, hemos suscrito acuerdos con más de veinte países en reuniones de dos días, aproximadamente. Cuando visitamos la República Dominicana, el mes pasado, nos tomó tres días llegar a un borrador de acuerdo común porque hablamos el mismo lenguaje universal del correo”.

En su opinión, “El hecho de que este documento vaya a ser firmado próximamente refleja un cambio importante en las negociaciones entre República Dominicana y Haití. Hay una mayor apertura en lo ideológico, en lo político y en el comercio. Nosotros nos sentimos tratados a cuerpo de rey durante nuestra visita del mes pasado y agradecemos a nuestros colegas dominicanos su calurosa acogida”.

LISTÍN DIARIO. EL DOMINGO. 14 DE JUNIO DE 1998.

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