Parte III

Al comenzar denominé esta serie de artículos con el título de la Sociedad del entretenimiento y la farándula, pues el gran salto de la masificación cultural ha sido precisamente en el renglón de la diversión y de la farándula, una verdadera metamorfosis popular que se aleja de los cánones y parámetros de la cultura clásica que fue tomada como modelo por ser de calidad superior, imperecedera y ejemplo de calidad y buen gusto, no siendo este el caso en nuestra sociedad moderna contemporánea, en la que impera una cultura social de entretenimiento que contrasta con desventaja frente a  otras sociedades ya que la nuestra se caracteriza por una pobreza significativa, que se acompaña de una educación pública carente de calidad, bajo nivel educativo, técnico y falta de conocimientos generales.

Encontrándose nuestro país entre los países con más alto índice de analfabetismo en América Latina y bien podría decirse que un alto número de personas sobre los 15 años de edad en el país son analfabetos, aproximadamente 10.8% ( datos  estadísticos publicados por diario3.com, Fuente UPI, de fecha febrero 22, 2016) y otro número más elevado de los denominados analfabetos funcionales o alfabetizados disfuncionales  (aproximadamente un 25%) de la población, es decir deletrean pero no pueden o presentan seria dificultad para leer de corrido y explicar lo que leyeron y no poseen la capacidad de abstracción (conceptualizar) para crear una idea de lo que leen, presentando una limitación  por la privación cultural y carencia de información productiva de calidad.

Sorprendentes estadísticas, reveladas por Telenoticias, canal 11, en su sección Tecno Click, reveló: que existe más de un 70% de la población dominicana, que no saben manejar un computador, lo que los convierte en analfabetos de la técnica digital, en el conocimiento y destreza digital, Colocándonos en los últimos lugares de América Latina.  Debido a la indiferencia y abandono de nuestros gobernantes, la educación pública se encuentra entre las peores de América Latina y lo que es peor no se vislumbra un futuro muy halagüeño para mejorar significativamente, encontrándonos frente a una penosa realidad histórica de pobre alfabetización de un gran número de dominicanos y un grupo relativamente pequeño, reducido de clase media, diletantes y militantes de las bellas artes, las matematicas y las ciencias.

¿Por qué es de preocupación este estado de cosas en nuestra sociedad?, simplemente porque la educación y la cultura constituyen el don principal para definir al ser humano, porque un país educado, además de conocer sus derechos, tiene acceso a la cultura general, a la educación técnica y científica y es lo que hace de esa sociedad y sus miembros aptos para competir en un ámbito laboral y un mercado globalizado que exige de esa preparación educativa, siendo nuestra juventud y gran número de nuestra población expuestos a una educación de poca calidad y una cultura que se ha banalizado y trivializado, donde muchos se encuentran sumidos en una actividad de vida aberrante en la cual para escapar del aburrimiento, carencia de actividades productivas y falta de oportunidades se ven obligados a refugiarse en la diversión y el entretenimiento convirtiendo estos en su pasión principal de vida.

Es cierto que, en la cultura del entretenimiento, las masas no muestran el deseo ni la convicción de seguir al hombre culto y sabio, pero más bien su mayor interés se manifiesta en todo lo referente a la diversión y el entretenimiento. En la actualidad son muchos los estudiosos y analistas de este tema que aseguran que el cómico, el chef, el deportista, el artista popular y el diseñador han desplazado al intelectual en el escenario público y en los medios de comunicación, convirtiéndose estos en figuras relevantes, sin una propuesta o temas de calidad y carentes de contenido.

Nuestro entorno y momento histórico nos exigen buscar una solución combinada de una alta cultura académica con una enseñanza más efectiva con matices de pluralidad incluyendo parte de nuestra “cultura popular” y mantener el entretenimiento y la diversión como parte de la cultura de masas, la que sería apropiada a ser utilizada en nuestros momentos de ocio….