Pocas veces en nuestro país correlacionamos las acciones públicas con el interés de promover la iniciativa privada. La naturaleza fiscalista y corto placista de nuestros gobiernos colude en contra de tales esfuerzos. La semana pasada en EEUU el Presidente Obama acaba de ordenar que toda la información que producen las agencias y organismos del Estado (salvo que viole leyes de privacidad o sea crítica para la seguridad nacional) debe estar "abierta" al público. No solo disponible, pero en formato digital, rápido y expedito es la nueva política del Estado Americano.
Solo tenemos que recordar como luego de que en 1983 los rusos tumbaron un avión de la línea área Surcoreana por brevemente cruzar su frontera aérea, Reagan puso a disposición del mundo el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) del ejército Americano y se creó todo una explosión de industrias alrededor de este acervo de información. De tal suerte que hoy en día más de 3 millones de norteamericanos viven de las tecnologías creadas por los sistemas de GPS.
Cómo se pudiesen alterar las inversiones de bienes raíces en nuestro país si conociéramos todo lo pertinente a usos de suelo, acceso a fuentes acuíferas, niveles de ingreso medio de las poblaciones circundantes? Algo tan sencillo como conocer las informaciones del tipo, intensidad y cantidad del tránsito que cruza los distintos peajes del país haría que las decisiones de inversión en una zona determinada del país variasen. Los directores de operaciones de empresas de transporte sabrían como mejorar sus despachos para evadir en taponamientos y reducir sus costos, e inclusive tratar de adelantarse a sus competidores.
Aun en un país donde los niveles de manufactura e industrialización son tan bajos como los nuestros, las oportunidades de creación de nuevos nichos y hacer mas eficientes la toma de decisiones a partir del acceso a las informaciones públicas (que dicho sea de paso por definición se supone que estén disponibles a todos), son inmensas.
Imagínense el potencial de poder correlacionar informaciones como la cantidad de alumnos en las escuelas públicas, colegios y universidades, por edades, sexo, religiones, entre otros y sus estratos económicos a partir de las declaraciones de ingreso de sus padres, empresas del entorno, etc., sin divulgar información sensible como nombres y direcciones y solo trabajando con los valores porcentuales y genéricos, el valor económico de esta data seria cuantioso.
Uno de los renglones más importantes, no solo por el volumen de empleos que genera y potencialmente pudiese generar, porque sirve de eslabón forzoso de muchos otros es el agro-industrial. Las fluctuaciones de volumen de producción y precios en los rubros agrícolas son devastadores para el sector. Alejan los flujos de inversión y eliminan la posibilidad del crédito privado. Si se conociesen los datos del Ministerio de Agricultura, la Direccion de Ganadería, el Inapa y otros organismos, la producción se pudiese organizar de manera más eficiente. Conocer las fluctuaciones estacionales, principales mercados y productores, flujos de créditos otorgados, etc eliminaría las improvisaciones que terminan destruyendo la solvencia requerida para la expansión del crédito y la calidad productiva en el sector agrícola y agroindustrial.
Cómo potencializar el turismo si desconocemos con detalles las cifras públicas de cantidad de habitaciones por zona, categorización de los hoteles, restaurantes y bares de acuerdo a inspecciones sanitarias? El encadenamiento de los micro negocios vitales para este sector depende del acceso al crédito, facilidad de formación de los negocios y decisiones acertadas.
La apertura de las fuentes de información pública requiere de una visión a futuro mucho mas holística y participativa que la que tradicionalmente nuestros gobiernos han estado proclives a promover, pero este gobierno dice que quiere hacer lo que nunca se ha hecho, hágale…..