El ecologismo es el activismo que pretende aplicar los conceptos y las buenas prácticas ecológicas en el manejo y utilización del medio ambiente, como también a todas las acciones de la vida del hombre en las que los humanos se aprovechan de su entorno; además constituye un movimiento social que pretende aplicar los conceptos ecológicos al cuidado del ambiente. Se basa en la idea de que el hombre sólo podrá interactuar equilibradamente con la biosfera, si ocurren profundos cambios estructurales en la moderna sociedad de consumo.
Dice la leyenda popular que a María se le puso el sobrenombre de Gargajo porque era la mujer que se preciaba de ser las más aseada, limpia y pulcra de su comunidad, ella al cocinar los alimentos de su familia, para tener constancia de que el aceite estaba hirviendo, lo escupía.
Somos un país con grandes distorsiones en el diario vivir que nos alejan de ser una sociedad equilibrada desde el punto de vista ecológico, tratare de poner algunos ejemplos que se podrían encontrar en cualquier comunidad, municipio, ciudad mediana o grande de nuestro país.
En la Republica Dominicana existe una gran crisis en lo que es el manejo de los desechos sólidos (Basura), aguas servidas (Aguas industriales y desechos cloacales), sonidos y así hasta los difuntos; para comprobar esa realidad solo bastaría ver las condiciones de los vertederos de las diferentes ciudades, pero en especial el de Duquesa en la ciudad de Santo Domingo. En nuestro país existen ciudades e industrias que vierten sus aguas servidas sin tratar en los ríos, arroyos o el mar; también existen ciudades con sus redes del alcantarillado sanitario construidas y la población conectada a las mismas pero carecen de una planta de tratamiento que procese las aguas cloacales que permanecen almacenadas en el subsuelo de esas poblaciones, esa realidad puede ser comprobada en la ciudad de Barahona.
La contaminación sónica a que está expuesta la población Dominicana es de gran magnitud, comenzando por la guagüita anunciadoras, peinadoras políticas y comerciales, colmadones etc., la misma afecta la salud, tanto física como psíquica de toda la población.
Las condiciones en que se encuentran la mayoría de los mercados públicos de una gran cantidad de ciudades del país es otra realidad espantosa desde el punto de vista del impacto ambiental que generan y del riego que representan para salud de la población; pero la más dramática es la realidad “vivida” por cadáveres que van a descansar a los cementerios municipales del país, y algunos son sacados de sus nichos para robarles sus ataúdes, Siendo absurda, aberrante e inhumana esta situación para los vivos que visitan eso camposantos; todo lo descrito tiene que ver con la falta de un manejo ecológico y ambientalmente amigable dado por la sociedad a las diferentes actividades humanas que se realizan cotidianamente.
La extracción sin regulación, sin control y en la mayoría de los casos clandestina, de agregados de los lechos de los principales ríos dominicanos, en ocasiones destinados para la construcción de obras oficiales, es uno de los casos de depredación de los recursos naturales que vivimos a diario en nuestro país y nadie ha podido regular y organizar dicha práctica, ejemplos de esa realidad se pueden observar los ríos Camú y Nizaíto, en la Vega y Paraíso respectivamente
En nuestro país el uso de materiales no degradables en las distintas actividades realizadas por el ser humano es una epidemia de gran magnitud, basta para comprobar esa realidad pararse en la orilla de cualquier rio, cañada, playa o carretera y mirar a su alrededor para ver la gran cantidad de desechos plásticos que contaminan esos espacios; en el país no se legisla y se toman decisiones para regular la utilización de materiales cuya degradación tardaría de cientos a miles de años.
Los ejemplos anteriores son una muestra de cómo anda el cuidado del medio ambiente en nuestro país, también presenta la realidad ambiental en la que cada dia viven gran cantidad de dominicanos, sin la menor educación ecológica, no preservando nada, además de contaminar y destruir rápidamente nuestro ambiente.
Toda actividad humana sobre la faz de la tierra genera un impacto sobre el ambiente, por eso en todo accionar humano se debe valorar el mismo. El primer derecho del ser humano es el de subsistir, si el hombre no impactara sobre el medio no podría vivir y por lo tanto la civilización no existiría como tal.
En los últimos años el movimiento ecologista dominicano ha tenido grandes triunfos en sus luchas contra proyectos industriales, mineros y de construcción de infraestructuras, lo que nos motiva a hacerles algunas preguntas que lo muevan a reflexión sobre su rol en la preservación del medio ambiente de nuestro país.
¿Por qué se centra el rol del movimiento ecologista dominicano en enfrentar los proyectos de infraestructuras, industriales y mineros de mayor magnitud económica y mediática y no se les confiere la verdadera importancia a las pequeñas realidades ambientales dispersas en la geografía nacional que impactan de forma más contundente a toda la población?
¿Tiene el movimiento ecologista el complejo de David que logra en un duelo derrotar a Goliat, el contendor fuerte e invencible y por eso deja de lado las pequeñas realidades ecológicas y ambientales que no concitan apoyos políticos, mediáticos y económicos en la misma magnitud que las grandes luchas libradas en defensa de nuestro patrimonio ambiental?
¿Valora el movimiento ecologista dominicano, además del impacto ambiental, los impactos sociales y económicos que tendrán los proyectos sobre las poblaciones donde se ejecutaran los mismos?
¿Qué se podría afirmar del movimiento ecologista dominicano: Que es un movimiento plural, flexible, analítico, dialogante, tolerante, con sentido común y comprometido con el bien común o todo lo contrario?
¿Cuál es la visión de futuro que sobre la nación y el país tiene el movimiento ecologista?