Carl Popper en su Lógica de la Investigación Científica se retira de la verificación como procedimiento para encontrar la verdad de los hechos; propone la falsacion como categoría decisiva para validar la certeza de los hechos por vía de la refutación. Nos dice que un sólo evento puede deshacer o desmentir una hipótesis o tesis. Mientras que el filósofo  Rene Descartes intenta desesperadamente desde muy joven encontrar en la racionalidad la mejor via para erigir la verdad científica, toda vez que la duda metódico se disuelve mediante esta. En su tesis cogito, ergo sum( pienso,luego éxito) se proclama el protagonismo de la racionalidad provista en el pensamiento, como fuente y base de los verdaderos saberes.

Ahora se ha puesto de moda que la verdad se posa en la cabeza del sujeto distanciada de toda prueba o investigación de los hechos, cuales fueran, ( tema de la Postverdad  tratado por mi antes), dando pie a que cada sujeto podría poseer la verdad como enfoque particular y muy personal conforme a su libre albedrío para pensar. Entonces, se concluye que existen tantas verdades como forma de pensar singular tenga cada sujeto personal. Es una falacia de mal gusto que se orienta a justificar sin previa metódica investigación y que todo juicio que emita subjetivamente un hablante habría que dotarlo de posibilidad de certeza. Se abandonan los hechos y sus pruebas mediante una investigación rigurosa, siguiendo los parámetros de la metodología que ha reinado en la historia de las investigaciones e inventos de los grandes pensadores de la humanidad. Carece de criterio científico ese postulado inventado sin acudir a los procedimientos probatorios, se sitúa en la pura retórica sin vinculación en los procesos  que han de estudiarse sistemáticamente.
Pasemos a describir la conducta del Presidente de la Junta Electoral Castaños Guzman, ya que los restantes miembros permanecen silenciados;  la duda metódica de Descartes, que desarrolla exhaustivamente en su trabajo filosófico, permanece a nuestro parecer en este personaje como una roca fría, que se pinta en su rostro terso, duro y falto de toda sonrisa, inundado de dudas y desaciertos para la toma de decisiones. Luce un hombre caballeroso, pasmado y dubitativo en trance por la crisis electoral; no toma iniciativas ante los acontecimientos fraudulentos del Gobierno, ante las violaciones de las normas del Régimen Electoral y el uso abusivo de los recursos del Estado plasmados en los móviles de los milennials. Que terminan rebelandose como en otros países, despertando del letargo a causa de tanta iniquidad de los funcionarios gubernamentales y  de la Junta Electoral propiciada por el poder.  Los muchachos se encuentran en las calles y plazas públicas exigiendo cambio y oportunidades para esa nueva generación que emerge, la que dirigirá los nuevos destinos del país en diez o quince años: la generación milennials potencialmente buscando su espacio social.
A ese problema es que se enfrentan con su canto enérgico de protesta, en la nariz de la propia Junta y pidiendo la cabeza( en forma metafórica) del Presidente de la misma, observando a un personaje teñido de dudas, de dilema ético, que no demostró voluntad firme para " enderezar entuertos" mientras los técnicos de la Junta hacían y deshacían, a tal punto que hasta el DNI funcionaba en calidad de delegado en su interior, además de invadida por funcionarios oficialistas en sus direcciones vitales. Hubo que poner el país en movilizaciones de toda la sociedad civil, puesto que no les hacia caso a los partidos de oposición, permaneciendo impertérrito en su dilema ético. ¿ Y saben porque?. Imagínese usted, con tres hijos designados por el Gobierno en puestos relevantes, pues el partido oficial termino llenándole la institución de funcionarios partidarios suyos, sin este poder replicar. Es ahí el dilema ético, resumido en su pensamiento: ¡ Que  hago!. Y surge la duda metódica cartesiana en su cabeza, amén de la carencia de valentía, responsabilidad y honorabilidad, incapaz de disolver en correcta actitud entre las dos opciones, apoderándose del mandato ético en ese dilema. Pero no fue así, y el país arde de convulsiones sociales, todos percibimos que el partido de gobierno nos trata como si fuéramos " idiotas o tarados ". Serán otros insensibles o aprovechados de la fortuna que saquean.