El presidente Medina acaba de completar la primera mitad de su gestión gubernamental. Un alto porcentaje de aceptación de su gobierno, una oposición desorganizada, cada vez más fuerte dentro de su partido, una propaganda para una repostulación y  posible reelección a cuatro años más.

La gente parece preferirlo a él que a las otra opciones reales que existen en el espectro político nacional, hasta se escucha que para Miguel, Leonel; para Leonel, Hipólito; para Hipólito, que se quede Danilo. Ya barrió en las elecciones internas para la escogencia de los nuevos miembros al Comité Central de su partido, igual pasó en el Comité Político.

Ya en todos los eventos gubernamentales en donde se presenta le piden cuatro años más. Algunos funcionarios, legisladores, empresarios y gente muy cercana a él hablan del tema. Le preguntan al presidente sobre la reelección, él, inteligentemente no dice ni sí, ni no.

¿Qué pensará el presidente cuando está a solas? Por un lado está el impedimento constitucional y aunque en los años 2009, 2010 e incluso en el 2011, días antes de las primarias del PLD, muchos decían que el entonces presidente de la República Dominicana podía repostularse en cuanto a lo legal, no ha pasado así con Danilo.

El dilema de si ir o no, debe ser cada vez más fuerte. Me imagino que deben decirle a él: “La gente te quiere” o “hemos trabajado mucho por el país para que venga otro y lo dañe” o quién sabe lo que escuchará o le dirán para una repostulación.

Pero si hay algo que debe pensar bien Danilo antes de dar una respuesta definitiva es el riesgo que corren sus principales colaboradores. En política no se perdona y Danilo Medina siendo presidente, ha sido víctima de irrespeto y prácticamente de insubordinaciones y sus colaboradores han sido llamados hasta traidores, qué no le pasará estando fuera de la presidencia.

La verdad que es una posición difícil en la que se encuentra el presidente, no importa desde cuál perspectiva se enfoque lo de la reelección. Si se repostula y a pesar de conseguir la reelección, faltaría a su palabra ante la tumba de Bosch. Pero si no se repostula, aunque el pueblo se lo está pidiendo y pasa la antorcha, con el mismo fuego de ésta, será quemado conjuntamente con sus adeptos.