Las declaraciones ofrecidas por el magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y del Poder Judicial, Luis Henry Molina Peña, sobre su disposición a dialogar con el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD) y su afirmación de que está abierto a las críticas respetuosas y  dispuesto a cambiar o transformar cualquier situación para alcanzar una mejor justicia para la República Dominicana, es una ratificación de parte del contenido  del  discurso emitido por el Magistrado el 7 de Enero de este año en la celebración del día del Poder Judicial.

Este compromiso público, pareció pasar desapercibido a pesar de su importancia para la posible solución de una problemática que enfrenta al Colegio de Abogados con las decisiones tomadas por esta institución de justicia. Lo dicho el día del Poder Judicial es ratificado durante el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, publicado en el periódico Hoy, el jueves 4 de febrero 2021.

No sabemos si es que, al Colegio de Abogados no le interesó el llamado a diálogo o que también le pasó por alto la existencia de este, a pesar de hacerse público dos veces en un intervalo de 18 días.

Indiscutiblemente el Poder Judicial, con su propuesta pública de dialogo, ha puesto la bola en la cancha del Colegio de Abogados

Lo cierto es que no deberían dejar pasar esta gran oportunidad de diálogo para poder discutir en una especie de mesa de reflexión, con capacidad serena y voluntad expresa, para encontrar soluciones reales al desarrollo de mejoras en los servicios judiciales.

La apertura del magistrado presidente del Poder Judicial para intentar cambiar cualquier situación que le pueda ser señalada y demostrada como entorpecedora del desarrollo y calidad de los servicios judiciales, engendra para este, amplias responsabilidades a  para convertir su propuesta en una realidad creíble, productiva, y favorable a la sociedad.

Esta propuesta de dialogo debe ser tan amplia como demande la realidad dominicana, no debe limitarse a la búsqueda de soluciones a controversias que coyunturalmente pudieran presentarse, debe abrirse a otros sectores, actores y actrices necesitados de la información que les permita entender lo que hace o no el Poder Judicial en este período de tantas limitaciones.

Cuando se tiene información directamente desde la fuente autorizada, a las especulaciones, intencionadas o no, se le hace difícil encontrar eco para la manipulación, provenga de donde provenga.

Una relación cercana con las instituciones sociales. es sana y recomendable para el Poder Judicial y el país, facilitaría a la ciudadanía, el opinar, proponer y participar con conocimiento de causa sobre sus urgentes necesidades de acceso a la justicia.

En la propuesta presentada por el Poder Judicial, el Colegio de Abogados tiene una oferta que no debería desperdiciar, una oportunidad para mostrar la fuerza de sus demandas y llegar al acuerdo que más beneficie a sus integrantes pero sobre todo a la ciudadanía.

Creemos que el CARD debe presentar las condiciones que estime necesarias para participar, cuidando que las mismas, en lugar de facilitarla, se conviertan en obstáculos para la materialización de este proceso. Ayudaría en demasía que el Colegio de Abogados y por igual el Poder Judicial sugieran puntos de agenda para previamente construir y aprobar la vía de conversación.

El país se beneficiaría ampliamente de la voluntad de ambo sectores de recurrir voluntariamente al método de resolución de conflictos que más facilite la solución de este tipo de controversias.

Indiscutiblemente el Poder Judicial, con su propuesta pública de dialogo, ha puesto la bola en la cancha del Colegio de Abogados, grandes sectores de la sociedad esperan, de ese gremio, una respuesta positiva.

Si logramos abrir las puertas a un encuentro sincero y respetuoso, en poco tiempo podríamos ver, humo blanco salir de este escenario, porque ciertamente sin un Poder Judicial fortalecido, no habrá posibilidad de mantener el Estado de derecho y al mismo garantizar el ejercicio de defensa de cada ciudadano(a).