A raíz de todos estos macro casos judiciales (corrupción y narcotráfico) que involucran a varios parlamentarios, he tenido malas noches, que han terminado en sueños sobresaltados al límite de pesadillas.

He visto a parlamentarios corriendo por los pasillos del Congreso, en un intento de  esconderse en los descubiertos alrededores, de lo que fuera la  Feria de la Paz y  Confraternidad  del Mundo Libre, fruto de la dictadura  de Trujillo, hoy Centro de los Héroes.

Soñé que a medida que el Ministerio Público profundizaba las  investigaciones del caso Falcón, el Congreso  se hundía en un lodazar inmenso. Lo que tiene una simbología negativa, eso de soñar con aguas sucias, más grave aún, cuando se trata de un lodazal.

Las revelaciones  del 12 de septiembre de la Procuradora adjunta Jenny Berenice Reynoso, de que “varios legisladores están vinculados”  en los últimos hechos, todavía no se sabe cuántos ni sus nombres. Aparecen en mi sueño y tienen otras repercusiones a nivel nacional e internacional.

Durante el sueño, todos los nombres y apellidos fueron revelados en vivo y en directo,  involucrando tal cantidad de legisladores, que  casuó sorpresa  en el país, pero sobre todo en los  mismos involucrados, cuya reacción  no se hizo esperar.

Varios  fueron los congresistas  que intentaban tomar un vuelo al estilo Kabul en sus últimos días, pero no  había cupo ni destino claro a donde huir. Estaban atrapados en sus propias redes, recurriendo a esconderse, algunos, en las fincas de sus testaferros y amigos. Apenas quedaron unos 8 congresistas, que no tenían nada que ver con lo que estaba pasando.

… por un momento pensé que me había hecho pipi en la cama.

Estábamos sin Congreso,  los congresistas  en su  mayoría estaban siendo  atrapados por los diferentes organismos policiales nacionales e internacionales. Un sistema exprés de captura, al legislador  delincuente, se había puesto en marcha, y el pueblo no salía de su asombro, a medias, pues ya estábamos acostumbrados, a que de vez en cuando, uno de nuestros “honorables” legisladores se viera en algún  escándalo de corrupción, abuso de poder, violación etc.

El descalabro institucional fue de tal magnitud que frente al Congreso ni las palomas osaban acercarse a hacer sus necesidades. Era  una verdadera tragedia legislativa.

Lo extraordinario de este sueño, es el   inesperado  rol que juega el presidente  de la república,  Lic. Luis Abinader, quien  al ver que ya no teníamos  congresistas  decentes, llamo a la disolución del Congreso, convocando a  elecciones en un mínimo de 2 meses.

La disolución tuvo un efecto mágico en la población, que salió a bañarse en todas  las fuentes de agua clara y cristalina, que  tiene el país, lo cual es un buen presagio  a nivel de la interpretación de los sueños: cuando se sueña  con agua clara, avance, progreso y   desenvolvimiento están garantizados.

Cabe destacar que hasta  la llave  aquella, que inauguró Rafael Corporan De los Santos, cuándo fue sindico, volvió a funcionar en el malecón  con Máximo Gómez, surgiendo fuentes de agua limpia  de la CAASD en  todos  los parques y plazas del país. Los parques Colón, Independencia, Eugenio María de Hostos, recuperaron  cierta prestancia  urbana, de otros    tiempos, y hasta  el Teatro Agua y Luz, funcionaba 24 horas junto a una novedosa y  gigantesca fuente, que se abrió frente al mismo  Congreso nacional, cual manantial inesperado.

Todos se bañaban juntos, los nuevos candidatos a legisladores y el ciudadano de a pie. Era una  especie de orgia de limpieza nacional, en la que estaban involucrados, electores y elegibles, instituciones electorales  y  partidos políticos.

Me repente desperté, bañada en sudor,  por un momento pensé que me había hecho pipi en la cama. Tenía  esa sensación que dejan ciertas experiencias oníricas del  haber estado allí, del haber vivido la experiencia. Pero solo se había  ido la luz, no había energía  y, el aire  acondicionado había dejado de funcionar, como en  el Congreso, no había  gente honesta y aquello  había dejado de funcionar. Quedándome con la idea de que el Congreso  había  sido  disuelto, aunque fuera en sueño,  la realidad es que no quedaba prácticamente, ningún legislador  que valiera la pena.