Para el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, el proyecto de Código Penal recientemente aprobado por ese órgano legislativo recoge el sentir de sectores representativos del país y es “una ley acorde a los nuevos tiempos” ¡Qué bárbaro!
A todas luces, para el señor Pacheco la mayoría de los dominicanos que apoyamos las casuales del aborto y los que en menor porcentaje reconocemos los derechos de la comunidad LGTBIQ+, no contamos, él y el grueso de los diputados que representan a los sectores machistas, intolerantes y reaccionarios que desde la fundación de la república hasta hoy nos gobiernan, se niegan a representarnos ¡Cuánto nos alegramos!, no los queremos como nuestros representantes.
Desde hace ya varios años, la confianza de los dominicanos en el Congreso se sitúa en un raquítico 20%, según todas las encuestas, ese es el sector que ustedes representan, los demás, nos resistimos a reconocerlos como nuestros representantes.
Y razones nos sobran, ustedes, además de otorgarse privilegios insultantes, nos atropellan con sus decisiones y mienten al país, cuando incluyen entre las organizaciones que supuestamente concertaron estas modificaciones al Código Penal a instituciones democráticas como el Foro Feminista Magali Pineda, Participación Ciudadana, entre otras. Me resisto a pensar que estas instituciones se hayan prestado a esa monstruosidad. Es una vieja práctica del Congreso hacer participar en sus vistas públicas a instituciones democráticas, no para tomar en cuenta sus puntos de vistas, sino para legitimar los procedimientos en la elaboración de sus leyes reaccionarias.
Para cerrar con broches de oro su despropósito, el señor Pacheco se jacta de presentar al país “una buena ley, acorde a los nuevos tiempos.” Para usted, señor Pacheco, el tiempo tiene más de un siglo detenido, ya en la primera mitad del siglo pasado, algunos países de Europa comenzaron a legalizar la interrupción del embarazo cuando la vida y la salud de la madre está en peligro, Polonia, 1932, Suiza, 1942, hasta que se fue generalizando en los países desarrollados el reconociendo del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, así como en los países en vía desarrollo se ha ido generalizado su autorización bajo ciertas condiciones, a excepción del puñado de países más atrasados de América donde es ilegal bajo todas sus formas y donde usted y demás diputados se empecinan en mantenernos, actuando en exclusiva representación de los sectores más reaccionarios del país, que son los que les facilitan el acceso a los recursos para postularse, financiar sus campañas y hacerse elegir miembros de un Congreso en que el 80 por ciento de los dominicanos ni tenemos confianza ni nos sentimos representados.