Mediante un discurso pronunciado con motivo del 68 aniversario del Banco Central el pasado día 23 de octubre de 2015, su Gobernador, el Lic. Héctor Valdez Albizu, dijo que durante el periodo enero a septiembre de 2015 la economía dominicana experimento un crecimiento de 6.7% en su producto bruto interno (PIB), lo cual resulta indicativo de que la dominicana continuará siendo la economía de mayor crecimiento de la región Latinoamericana.

Vale decir que durante ese mismo periodo de 2013, primer año completo de la presente administración, en el cual, en otras mediadas de política económica que demandaban las circunstancias, se puso en vigencia la reforma tributaria que fue necesario adoptar a finales del 2012, el crecimiento experimentado por la economía dominicana fue de apenas 3.8%; en el 2014 dicho crecimiento fue de 7.6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, y en el 2015, como se ha visto, de un 6.7 por ciento.

Valdez Albizu destacó que ese crecimiento de los primeros nueve meses del 2015 fue impulsado por una expansión del 7.1% en el tercer trimestre del año, no obstante la caída de 5.3% que sufrió el sector agropecuario como consecuencia de la severa y prolongada sequía que afectó al país especialmente durante los últimos meses del periodo analizado.

Como es conocido, esa sequia produjo efectos muy adversos en los precios de una significativa gama de los productos que componen la canasta familiar, algo de lo cual la ciudadanía, con sobrada razón, se ha quejado mucho, pero que es un fenómeno de la naturaleza muy difícil de evitar o de controlar por las autoridades.

Nos avocamos a un 2016 en el cual la economía es muy probable que ciertamente crezca en torno a lo que es su potencial, y que se consolide el crecimiento económico de los últimos anos, con un impacto positivo en la generación de empleos productivos y en el combate a la pobreza

Tomando como base ese desempeño de la economía en lo que va del presente año, el Gobernador explicó que al concluir el 2015 el producto bruto interno podría terminar por encima del 6.7% y que en el 2016 dicho crecimiento podría estar en el entorno al potencial de la economía, que es como decir a la tasa que se puede alcanzar en base a su disponibilidad de factores productivos (capital, fuerza de trabajo, recursos tecnológicos), sin que se generen presiones inflacionarias relacionadas con un incremento excesivo de la demanda interna.

Como un indicador de referencia de utilidad para el análisis, es oportuno decir que para elaborar el proyecto de presupuesto para el 2016 se determinaron unos supuestos macroeconómicos que proyectan un crecimiento del PIB de 5% para el ano entrante, una tasa promedio de inflación de 4%, una tasa promedio de cambio de RD$47.21 por dólar, y un precio del petróleo en torno a los US$50.4 dólares por barril.

Para el presupuesto del presente 2015 se proyecto que el producto bruto interno crecería a una tasa de 5%, que la inflación acumulada seria de 4%, que la tasa de cambio promedio seria de RD$46 por dólar y que el precio del barril de petróleo promediaría los US$92 dólares.

De acuerdo con lo que nos informo el Gobernador, en lugar de a un 5% la economía creció un 6.7% en los primeros nueve meses del año y se proyecta que terminaría diciembre por encima de ese porcentaje; la inflación acumulada termino ese periodo con un acumulado de un 1.33%, muy por debajo del 4% proyectado; la tasa de cambio que informa el Banco Central (la oficial) se encuentra en estos momentos en torno al 45.30 pesos por dólar, también por debajo de lo proyectado, y el barril de petróleo se ha venido comportando por debajo del 50% de lo que también se proyecto.

Si este ha sido el comportamiento de las principales variables macroeconómicas, incluyendo una inflación acumulada inferior al 2%, hay razones para pensar que la economía todavía no ha crecido a su nivel de crecimiento potencial en lo que va del 2015, y que, por lo tanto, es razonable pensar que puede terminar el año por encima del 6.7% alcanzado durante los tres primeros trimestres, y que ello se lograría en un ambiente de estabilidad de precios, es decir, sin que sea necesario tomar medidas de política monetaria que empujen hacia arriba las tasas de interés.

En el supuesto caso de que la economía dominicana creciera en el 2016 a la tasa de 5% que se ha previsto en el proyecto de presupuesto, su desempeño estaría por debajo de las expectativas que se tienen para el 2015. Sin embargo, es oportuno tomar en consideración que estaremos inmersos en un proceso político electoral que nos permite adelantar una dinámica económica mayor debido a los efectos de una campana electoral que, para bien, se proyecta despejada de incertidumbres debido a que es muy improbable que no se produzca un cambio de autoridad si se toma en consideración que el actual presidente se perfila como el candidato con mayores posibilidades de ganar las venideras elecciones.

Esta vez el panorama político se perfila totalmente diferente a lo ocurrido en el 2012, cuando se abrigaban serios temores de que el electorado se inclinara mayoritariamente por el candidato de la oposición, cuya experiencia como presidente durante el periodo 2000 a 2004 nos dejo inmersos en una crisis económica de grandes proporciones y de mucho sufrimiento para la sociedad dominicana. Esa situación dio lugar a que el proceso electoral que culmino en mayo del 2012 estuviera cargado de incertidumbre y de negativas expectativas para el desenvolvimiento de la economía.

El gobernador también dijo en su discurso que durante el periodo analizado se crearon 155,189 nuevos empleos, los cuales, sumados a los que se habían creado desde principios de este periodo de gobierno, suman 390,789 nuevos puestos de trabajo en los primeros 3 años de gobierno, lo que representa un 97.7% de la meta de 400 mil que se propusieron las actuales autoridades para el periodo completo de gobierno.

En termino del desempeño de la política monetaria, la máxima autoridad del Banco Central dijo que la estabilidad de precios ha permitido una reducción de la tasa de interés de política de 125 puntos básicos (1.25%). Es decir, de un 6.25% a un 5%, lo que, entre otros factores, ha provocado un incremento de un 10.3% en la cartera de créditos del sector financiero al sector privado.

También dio a conocer el gobernador que la ejecución de la política fiscal ha sido prudente, racional y que se ha mantenido en línea con la consolidación de las finanzas publicas que se viene implementando desde principios de la presente administración de gobierno, como un esfuerzo encaminado a evitar un mayor crecimiento de la deuda pública vinculada al resultado de las cuentas fiscales.

En cuanto a los resultados del sector externo de la economía dominicana, el gobernador dijo que el periodo termino con una reducción de US$704.4 millones en el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos, a pesar de una cierta caída en las exportaciones de bienes, especialmente de minerales. Obviamente, ese resultado del sector externo está reflejando una reducción en el valor de la factura petrolera ascendente a US$1,067.6 millones, producto de la caída de los precios de ese producto en el mercado internacional.

Vistas en conjunto, prácticamente todas las variables claves de la economía, salvo lo relativo a las exportaciones de bienes, han tenido un desempeño favorable en el 2015. Esto crea un panorama positivo para el último trimestre y para el próximo 2016. Ello es especialmente cierto si se toma en consideración que en los venideros meses es muy probable que no estén presentes los efectos negativos de la pasada sequia, además de que con un panorama político despejado de incertidumbres y una estabilidad de precios garantizada, los agentes económicos no tendrán motivos para dilatar en el tiempo las decisiones de inversión.

Adicionalmente es oportuno considerar que siendo el 2016 un ano de mucha actividad política a nivel nacional debido a la campana que llevaran a cabo los partido políticos que terciaran en las elecciones que tendrán lugar en mayor de ese ano, y, aun cuando las autoridades manejen las finanzas públicas en línea con la consolidación fiscal que consistentemente han implementado, es obvio que se producirá una dinámica mayor de las actividades productivas, por lo menos durante los primeros seis meses del año, como ya es la tradición.

Todo lo anterior nos permite adelantar que nos avocamos a un 2016 en el cual la economía es muy probable que ciertamente crezca en torno a lo que es su potencial, y que se consolide el crecimiento económico de los últimos anos, con un impacto positivo en la generación de empleos productivos y en el combate a la pobreza.

Para bien, esperemos que así sea.