Una de las novedades de la segunda posguerra mundial fue la consolidación de la fuerza normativa de la Constitución. A partir de entonces en las democracias liberales el texto constitucional evolucionó con más auge de una simple carta política a norma suprema del ordenamiento jurídico estatal, exigible en las instancias jurisdiccionales. Para esto fue determinante la doctrina que venía defendiendo la existencia de un procedimiento autónomo para canalizar en los tribunales las acciones fundamentadas en disposiciones constitucionales. En ese sentido, es destacable la labor doctrinal desarrollada por el maestro mexicano don Héctor Fix Zamudio, quien falleció el pasado 27 de enero a la edad de 96 años.
Con un amplio repertorio bibliográfico, el profesor Fix Zamudio contribuyó a erigir el derecho procesal constitucional como disciplina jurídica autónoma. El jurisconsulto mexicano definió esa singular rama procedimental del Derecho Público como "(…) una disciplina instrumental que se ocupa del estudio de las normas que sirven de medio para la realización de las disposiciones contenidas en los preceptos constitucionales, cuando estos son desconocidos, violados o existe incertidumbre sobre su significado (…) ".
La labor jurídica de Fix Zamudio no se limitó a lo estrictamente procedimental, pues también son resaltables sus aportes a la estructura organizativa estatal y a la tutela de los derechos humanos más allá del ámbito jurisdiccional. Al respecto, en su país fue el principal abanderado en favor de instaurar la figura sueca del Ombudsman (Defensor del Pueblo; en México, Comisión Nacional de los Derechos Humanos).
Al fenecido doctrinario también le es atribuible el diseño de innovadoras reformas a la muy mexicana institución del juicio de amparo, así como haber sido el primer jurista en plantear en la nación azteca el establecimiento del Consejo de la Judicatura Federal.
En el ámbito interamericano las contribuciones del autor de “Constitución y Proceso Civil en Latinoamérica” no sólo han llegado a través de su contante producción doctrinal, sino también gracias a su desempeño como juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, órgano supranacional donde fueron destacables la profundidad de sus interpretaciones y sus opiniones consultivas, con lo cual enriqueció el control de convencionalidad.
La amplia bibliografía del doctor Fix Zamudio es de consulta obligatoria para todo estudioso y practicante del Derecho Público. Paz al alma de ese gran visionario y permanente defensor del Estado Constitucional de Derecho.