(Apuntes para un manual de Sociología Barata)

No hay cosa más divina y práctica que un colmado dominicano. Son células de la dominicanidad. Son lugares únicos y singulares de este país. Por los colmados transcurren las diversidades sociales en un espacio reducido, se cuecen trozos esenciales de nuestra cotidianidad. Solamente en un contexto así se puede describir la acción social del Delibery dominicano. A la trama se le podría agregar: ese inconsciente de rey tan cómodo y haragán que cada dominicano lleva en sus genes.

El Delibery, no es cualquier sujeto de la dominicanidad. Es  un personaje anónimo y familiar. “Valor agregado de la cultura Neoyorquina”,  entra a tu apartamento varias veces por semanas. Es más útil que cualquier político latinoamericano. Resuelve las urgencias de los bonches, las inmediateces  del hogar, te lleva un cigarrillo, una “pequeña o un viaje de “Yumbos” al lugar más absurdo o aislado.

El Delibery es nuestro archivo emocional-territorial. Conoce al dedillo las intríngulis de los hogares que solicitan pedidos con ciertas frecuencias. A veces manejan más información privilegiadas que quien vive en el condominio. Lo sé por experiencia, son la memoria viva-empírica de la vecindad. No por casualidad, son los grandes sospechosos cuando hay robos que solamente son posibles por personas que conocen las “intimidades” de un apartamento. Poseen en su haber una cartografía extraña del sector donde brindan servicios.

Son en función del vecino o cliente. Usan el camuflaje de la prudencia solamente cuando se le marca distancia. De momento…, uno no sabe cómo tratártelos. En la confianza, le sale el “tiguere” dominicano. En la  distancia, sobre-actúan una educación forzada, te tildan de jodón, y ni por asomo, ni por propinas quieren llevar servicios a tu apartamento.

Como gran parte de los dominicanos, el sujeto “se la busca como un toro”, anda detrás de su propina y cualquier “cosita” que aparezca. Para él, “quien da las gracias no agradece.” Hay que cantearse con monedas. Sí hay mony, saben ser más allá de sus funciones: utility(s) y “aliviadores” de doñas en edad avanzadas que viven solas.

Así como no hay barrio o sector sin colmados, no hay colmados serios y eficientes sin Delibery(s). Llevan lo que tengan que llevar, en especial si tienen buena química con el cliente o condominio.