1.- Luego de la acción golpista en Bolivia contra Evo Morales, algunos desorejados analistas políticos, han hecho las más diversas  elucubraciones en procura de justificar ese puchismo militar. La vida debe enseñarles a  las personas a  no hablar burradas; actuar como estúpidas; hacer el feo papel de artistas de las sandeces, y mucho menos ponerse a repetir como loros amaestrados los mensajes elaborados que difunden las agencias de prensa al servicio de los peores intereses nacionales y extranjeros.

2.-  Los hechos son los hechos y no se derriten. Hay que dejarse de estar difundiendo pamplinas; proceder como un bobo; exponer insignificancias y hacer razonamientos basados en naderías. Las masas populares, sin importar el alto o bajo nivel de formación educativa, han aprendido a darse cuenta de las causas de los fenómenos sociales en la medida que los mismos ocurren en forma notoria y sistemática.

I.-  Habíamos previsto el golpe de Estado contra Evo Morales

3.- Sin practicar la brujería, la quiromancia ni pretender ser adivinos, en  los periódicos El Caribe de fecha 8 de febrero de 2019, y en La Información  del día 13 de febrero de 2019, publicamos un artículo con el título:  El golpe de Estado continuado en Venezuela”, y en el punto número quince  (15) expusimos:

“Nada quita que los estrategas norteamericanos de los golpes de Estado de la característica iniciada contra la gestión gubernativa de Nicolás Maduro, decidan mañana que, por ejemplo, en Bolivia, Evo Morales no puede continuar en un nuevo mandato al frente del gobierno boliviano. Tomando como referencia lo de Venezuela, es posible que Donald Trump, encuentre aliados en el uso indebido, injusto y abusivo de la fuerza”.

II.- Hechos precedentes semejantes al caso de Evo Morales en Bolivia

4.-  Las diabluras del imperio están ahí como testigos de piedra, y son las que nos enseñan  que el derrocamiento ejecutado en Bolivia contra Evo Morales, no es más que la continuación de la burla a la  democracia verdadera.  Veamos:

5.- El derrocamiento mediante  un golpe de Estado, diseñado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en Guatemala,  en 1954, al  gobierno popular y democrático de Jacobo Arbenz;  la invasión a nuestro país el  28 de abril de 1965, para impedir  el retorno al poder del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch; el golpe de Estado, en 1973, a Salvador Allende, en Chile; la desestabilización del gobierno sandinista, en Nicaragua, por medio de mercenarios guerrilleros de la Contra,  dirigidos, adiestrados y financiados  por la CIA, en el caso Oliver North y/o Irán-Contra;  la invasión a Granada, en  1983, para sacar del poder a la Revolución Granadina y el asesinato de Mauricie Bishop; la invasión a Panamá, en 1989, para destruir  la Guardia Nacional; el asedio permanente,  aplicando todos los métodos y medios para eliminar la Revolución Cubana; la permanente conspiración con ribetes internacionales para desplazar al gobierno presidido en Venezuela por Nicolás Maduro;  los golpes blandos en Honduras contra José Manuel Zelaya, Fernando Lugo Méndez, en Paraguay, y en Brasil a Dilma Rousseff, así como el encarcelamiento  injusto e ilegal a Lula para impedir su llegada a la presidencia.

III.- Un error de Evo Morales: La aceptación de la presencia de la OEA

6.- Craso error el de Evo Morales,  al permitir que la Organización de Estados Americanos (OEA),  interviniera para determinar la situación y conclusión del proceso electoral recién concluido en Bolivia, tomando en consideración que en todo momento el imperio no quería la presencia de Evo en la dirección del Estado  en Bolivia.

7.- Además, no hay que ser muy inteligente para saber que la OEA, siempre ha actuado conforme  el interés de los intereses monopolistas norteamericanos. ¿En sí, qué es y ha sido la OEA? La respuesta la dan los hechos que citamos más adelante:   

8.- Recién creada, la infame OEA recibiendo órdenes del imperio, en 1949 apoyó al tirano Trujillo en la protesta internacional por la eliminación de los expedicionarios de Luperón; haciendo labor de celestinaje, la OEA apoyó a los mercenarios que desde Honduras y Nicaragua invadieron el 18 de junio de 1954 a Guatemala para derrocar el gobierno democrático de Jacobo Arbenz; en su deshonrado proceder, la OEA el 17 de abril de 1961, patrocinó con el imperio la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos o Playa Girón; recibiendo instrucciones de su amo imperial, la crapulosa OEA, organiza y ejecuta el 31 de enero de 1962, con un voto en contra y seis abstenciones, la expulsión de Cuba; la porquería de la OEA, fue cómplice de Estados Unidos en el derrocamiento de Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963; en una más de sus sinvergüencerías, la OEA legitimó la intervención norteamericana a República Dominicana en 1965; la mancilladora OEA, en coalición con el imperio colaboró con las dictaduras militares del Cono Sur y con la Operación Cóndor, que en toda la década del 60 del siglo pasado, incluyendo la ensangrentada tiranía terrorista de Augusto Pinochet; la alcahueta OEA, apoyó la invasión del imperio a Panamá el  20 de diciembre de 1989, como enflautadora de los intereses monopolistas norteamericanos ha hecho de puntal en los golpes de Estado contra Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, en Honduras; Fernando Lugo, el 20 de junio de 2012, en Paraguay; y Dilma Rousseff, el 31 de agosto 2016, en Brasil.

Conclusión

9.- Las fuerzas patrióticas, democráticas y progresistas de América Latina, el Caribe y otras partes del mundo, deben estar plenamente convencidas de que todo gobierno que ponga por delante el interés nacional, el de las grandes mayorías nacionales y el respeto a su soberanía, está expuesto a correr la misma suerte que Evo Morales.