Sentado en el comedor de un supermercado, un grupo de amigos, unidos principalmente por la política, hablaban sin coherencia de diferentes temas.
Por un lado, se oían comentarios del Banco Peravia y lo que estaba detrás de ese desastre, por otro y más acaloradamente, algunos discutían sobre los derechos de la mujer al aborto y la arbitraria posición de la iglesia y dos seniles arrinconados, gozaban con sus cuentos eróticos, que no pasaban de ser una ilusión.
Pero algo llamó la atención del grupo, cuando uno de ellos dijo en voz alta “Aquí hay que matar a todos los haitianos y dejar de hablar tanta pendejadas” Alguien en tono ofendido le respondió “tú estás loco, eso no se dice en un grupo donde 9 de los 11 somos afro descendientes, o sea negros de origen, comenzando, por ti negro del diablo”
El autor de tan extremista declaración ripostó “soy negro pero dominicano, buen pendejo, yo me refiero a que los haitianos nos están invadiendo y adueñándose de una docena de provincias en la frontera y aquí en la ciudad nadie se da cuenta de eso”
Otro de los presentes entró en el debate y dijo “eso no es problema si la guardia es dominicana” Muchos explotaron en carcajada y el ja, ja, ja, ja, retumbo el comedor, hasta que alguien comentó “el problema de los haitianos lo crearon los guardias precisamente, junto con los empresarios y el gobierno, trayendo gente de Haití para la caña, inicialmente y después para el turismo, la agricultura, la construcción y los servicios y lo siguen haciendo porque es un gran negocio que mueve miles de millones de pesos”
“Esa música estoy harto de oírla y no es totalmente cierto” comentó uno del grupo. Y continuo hablando: “Todos los días los haitianos cruzan la frontera ilegalmente y nadie los trae. Es una frontera prácticamente abierta donde se trafica ilegalmente con seres humanos, drogas y mercancía y eso nadie es capaz de detenerlo porque somos un país ingobernable, donde no hay orden, disciplina, respeto y mucho menos honestidad. Además, la Constitución y las leyes son pedazos de papel que no sirven ni para usarlos en el baños: ahí todo tiene un precio, hermano”
Entonces surgió esta pregunta de uno de los presentes ¿visto el caso y comprobado el hecho que sugieren ustedes que hagamos?
Y el que abrió el debate respondió” fusilamiento, fusilamiento, fusilamiento, que la delincuencia, el desempleo, la droga y la mierda de gobierno que tenemos, es gran parte culpa de los haitianos. Viva Trujillo, coño”
Sonó la alarma y se oyó “Señores, dejemos el tema, este es un sitio público y hay gente que puede oírnos y eso suena a xenofobia trujillista cuya herencia todavía se respira en el ambiente. No somos unos salvajes y reitero, no somos ni mejores ni peores que los haitianos, porque hay más de dos millones de dominicanos rondando por el mundo que también son victima de la discriminación y eso nos duele”
Otras voces se dejaron escuchar siempre mirando al malévolo que hablaba de fusilamiento ¿Te gustaría que fusilaran a los dominicanos en Puerto Rico donde los tratan con desprecio porque le quitan el trabajo a los locales, reciben ayuda estatal o se dedican a la delincuencia?
Alguien con cierto sentido común llamó la atención de todos y pidió que lo escucharan. “Miren amigos míos, la única solución al problema de los haitianos en territorio dominicano, sean legales, ilegales o que mierda, está en el propio Haití ya que mientras ese país no sea viable económica y políticamente, la migración jamás se detendrá por lo que roguemos que algún día Haití logre superar sus problemas y alcance un nivel de desarrollo que revierta la tendencia actual, haciendo que muchos de los que viven aquí pasando penurias regresen por su propia voluntad buscando mejor vida”
Uno responde “Coñooooo que esperanza la nuestra porque cuando eso suceda es posible que seamos nosotros los que nos vayamos al otro lado y le dejemos esta parte a los haitianos”
Era tarde y varios de los presentes comenzaron a retirarse. Al despedirse, uno del grupo solo atinó a decir “perdimos dos horas hablando de Haití, que en verdad es nuestro peor dolor de cabeza, pero viéndolo objetivamente, tenemos más problemas que ellos ya que nuestra deuda pública es muchísimo mayor, el sector eléctrico esta muchísimo peor, los déficits, retumban nuestros oídos y en la delincuencia ya lo superamos”.
Otro lo complementó diciendo “ahí no termina todo amigo mío, aquí exportamos algunos bienes porque ellos lo cosechan, comemos porque ellos nos alimentan, compramos casas baratas por el salario de miseria que le pagamos y tenemos dos millones de mamadores criollos sin empleos porque en vez de bajar el lomo, prefieren vivir chupándole la teta al gobierno”.
Mientras se montaba en su vehículo el más negro de todos siguió gritando “sigan hablando mierda partida de vende patrias, que pronto seremos única e indivisible: fusilamiento, fusilamiento y que viva Vincho Villa, nuestro salvador”.