Le ha tocado ahora el turno al cuco de la Zika. ¡Menos mal que se escribe con “k” y con “zeta”, aunque al final de la jornada siempre terminamos en lo mismo!

Antes fue el cuco del virus de la “fiebre amarilla”, después fue el de la “fiebre aviar”; luego el de la “fiebre porcina” y del “Sars” (Síndrome Respiratorio Agudo, por sus siglas en inglés); luego el de la Chikunguña (la “fiebre del “engurruñaíto”); luego el de los tres virus del dengue (incluyendo al hemorrágico), y, finalmente, del más mortal de todos, el virus del Ébola.

Ahora se trata de la Zika, un virus que lleva ya más de 60 años de haberse “descubierto” (más bien “manufacturado”) en Uganda, precisamente en el monte Zika, donde se habían estado haciendo experimentos con mosquitos en una población de simios (Acento- 21/11/2014-“No es el qué, es el por qué”).

Algo parecido sucedió también con el virus “VIH” (virus de la inmunodeficiencia humana), causante del “Sida” (Síndrome de la inmunodeficiencia adquirida) que diezmó  y continúa diezmando a medio mundo.

Esta vez se ha comenzado de atrás pa’lante, con Barack Husseín Suetoro Obama entrelazando sus manos con las de Dilma Roussef y anunciando una nueva vacuna conjunta entre Brasil y los EEUU. ! Que escena más meliflua! 

Siempre se termina fabricando una nueva vacuna (“Pandemias”-Acento-19/06/14).

Se empieza con un rumor tipo tsunami, que va aumentando a medida que los medios informativos internacionales, como en una schola cantorum dirigida a control remoto, dan la voz de alarma a “soto voce e in crescendo”. ¡A juir se ha dicho!

Fijémonos en esta noticia de la agencia Reuters: “¡Atención! Se necesita urgentemente una vacuna contra la “Sika” a medida que el virus se extiende en el mundo y en Brasil aumentan los casos de microcefalia entre neonatos de madres afectadas por el virus”. ¡Qué preciosidad de noticia! El asunto es alarmar al mundo.

Al final del proceso siempre aparece el sumo pontífice de la Organización Mundial de la Salud (OMS) prediciendo que se trata de una gran pandemia, con riesgo de extenderse por todo el globo terráqueo. En este caso, Margaret Chan, la directora general, con su carita solemne de “yo no fui”, sale pronosticando las consecuencias irremediables del virus y ligándolo al “Síndrome de Guillain-Barré (un desorden del sistema nervioso central aun no confirmado científicamente).

Resulta y viene a ser que entre los adultos el virus de la Zika es inofensivo.

Analicemos los hechos: En realidad no existen pruebas científicas concluyentes entre el virus de la Zika y la microcefalia. Leamos lo siguiente:

El “Child Neurology Society” (American Academy of Neurology” reportó que la microcefalia es el resultado del crecimiento deficiente del cerebro y puede deberse a múltiples causas. En los EEUU se registran más de 25,000 casos de microcefalia infantil al año”. 

¿Leyeron eso? Más de 25,000 casos de microcefalia infantil en los EEUU cada año. Y ahí no abundan esos mosquitos “aedes aegypti”genéticamente manipulados, el vector de la Zika, cuya cepa original es una variación de la misma cepa del dengue y de la Chikunguña.

Ahora leamos esto otro: “Una malnutrición prolongada de la madre o una substancia tóxica herbicida como la “atricina”, están directamente relacionadas con la microcefalia, como en el caso del Brasil, específicamente en el área de “Juazeiro”, donde se ha estado fumigando con pesticidas (atricina) desde hace años (Quarz.com). ¿Qué te parece, cholito?

El ministerio de salud de Brasil declaró recientemente: “Se sospecha que las mujeres afectadas por la Zika durante el embarazo, podrían dar a luz niños con encéfalos disminuidos”. “Se sospecha”, es aquí la frase clave.

Sin embargo, ya la alarma está generando pánico, sobre todo después de las proyecciones de que el virus va a infectar a las once mil vírgenes del paraíso.

La BBC publicó el 28 de enero de este año: “La proyección es de 4 millones”.

En el 2007 se confirmó un brote del virus de la Zika en las islas Yap de Microasia. 75% de la población de 12,000 personas fue afectada por el virus, sin reportarse ningún caso de microcefalia entre los neonatos. Lo mismo sucedió en el 2013 en las Polinesias Francesas, en una población de 270,000 personas, donde 28,000 fueron afectadas por el virus y no se reportó ningún caso de microcefalia.

Aquello fue otro tubo de ensayo para los laboratorios que manipulan al mundo.

(Claire Bernish-“Zika Outbreak Epicenter” (el Epicentro de la Zica)- Activist Post 28-1-2015).

¿Cuál es el mayor productor de insecticidas del Brasil? Oxitec, la multinacional que recibe fondos de Bill Gates para investigaciones biogenéticas sintéticas bajo el lema de: “La producción de alimentos genéticamente manipulados es la solución para un mundo con hambre”. ¿Lo leíste bien?

La corporación dueña de Oxitec es la Itrexon, cuyo dueño principal es un trimillonario llamado Randal Kirk, bajo cuya empleomanía está una pléyade sofisticada de ingenieros biológicos, encargados de diseñar tecnologías biológicas sintéticas de plantas y de animales (alimentos, salmones, mosquitos, etc.)

Uno de estos “genios” es el Dr. Sam Broder, ex director del “Instituto Nacional del Cancer” (¡!) y propulsor de la droga AZT, para el tratamiento del Sida. Esta droga es altamente tóxica y deprime al sistema inmunológico, destruyendo la capacidad de las células de reproducirse a sí mismas. ¡Qué coincidencia!

Estos son los Frankensteins modernos. Bajo su égida se ha creado al “súper mosquito artificial”, producto del cruce entre un mosquito “natural” (hembra) con un mosquito “fabricado” en sus laboratorios (macho) con sistemas inmunológicos fallidos. Al parearse con la hembra, producen mosquitos fallidos cuyas larvas mueren a los pocos días. En caso de llegar a la etapa adulta, son incapaces de infectar a nadie, aunque ellos mismos estén afectados por el virus de la Zika.

La idea es la de suplantar a la población de los mosquitos “aedes egypti normales” con estos mosquitos fallidos. A los primeros se les elimina con insecticidas (Atricina). Este es uno de los mecanismos  diseñados por esos Frankensteins para combatir a la Zika, un virus que ellos mismos crearon en sus laboratorios al aire libre entre poblaciones permanentemente malnutridas y con sistemas inmunológicos deprimidos, como en Brasil y el monte Zika, en Uganda. Casi nada, monada.

Sin embargo, lo más importante no es el virus, sino el cómo librarse de los insecticidas y de los herbicidas con que fumigan nuestras tierras. Esa es la verdadera explicación de la Zika.

Jim Marrs, autor del libro “Population Control”  y de “¿Quiénes fueron los que asesinaron a JFK?”, opina lo siguiente: “Somos muchos los que vivimos apretujados en esta bolita del mundo pero existe un plan maestro para que, en lugar de seguir creciendo como vamos, la población se vaya poco a poco reduciendo hasta llegar al número maestro de una cuarta parte de la existe hoy día”. Es decir, que e pa’trá que vamo para ventaja de los que manipulan al mundo y sus ganancia.

El cáncer, el Sida, y todos esos virus fabricados forman parte de esa alta tecnología biológica que reducirá poco a poco a la población del planeta.

Conclusión: El virus de la Zika, como todos esos otros virus, “prefabricados” e “inventados”, fríamente calculados de antemano, son parte de ese diabólico plan maestro del que nos habla Jim Marrs en su libro “Population Control” (Harper-Collins-2015).

Que Dios nos asista.