En primer lugar, porque la noción individualizadora que expresan los sistemas penales o el derecho penal no consiente reponer el perjuicio que ocasiona en todo el conjunto social, pues la práctica disímil del poder, que no favorece a todos y se aplica de desigual, hace posible el fortalecimiento del crimen organizado, que solo buscan y logran herir la fuerza social, cuyo fin es la institucionalización de sus actividades ilegales; también la sociedad es víctima en la medida en que la influencia de la actividad del crimen organizado se vuelve ejemplo de vida en su modus operandis para el trabajo de las personas y más aún en las sociedades en vía de desarrollo que tienen la debilidad de que la mayoría de sus empleos son informales.

Y ésta inseguridad, la ineficiencia, en muchos casos la complicidad del sistema de justicia  y todo el aparto estatal dan cabida a la institucionalidad del crimen organizado, provocando que el mismo se convierta en una cultura, es decir, en una costumbre que debido a la resignación de los pueblos se ha vuelto como algo normal y cotidiano, desestabilizando las fuerzas morales que incitan a desarrollarse mediante el trabajo honesto y lícito.

El número de características para determinar un grupo de crimen  organizado son variables pero de acuerdo a la Comisario María Marcos Salvador, quien es Directora del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado en Ministerio de Interior de España y profesora del Instituto Ortega & Gasset debe contar con 11 parámetros, algunas son imprescindibles y otras son de libre elección y cambiantes en el tiempo, vale decir que aquí las cumplen todas:

1.         Colaboración de 2 o más personas,

2.         actuación con permanencia en el tiempo,

3.         comisión de delitos graves,

4.         búsqueda de beneficios o de poder,

5.         reparto especifico de tarea,

6.         extensión al ámbito internacional,

7.         uso de control interno o disciplina,

8.         uso de violencia física, amenaza o acoso, tanto a lo interno como a lo externo,

9.         uso de las estructuras económicas o comerciales,

10.       implicación en el lavado de activos,

11.       y uso de influencias sobre políticos, medios de comunicación masiva, administración pública, autoridades judiciales o sobre las actividades económicas.

En la historia de la práctica del crimen organizado las mafias han sido las protagonistas sobresaliendo entre las principales organizaciones criminales en el mundo. De acuerdo a Wikipedia las más conocidas son: Mafia italiana: Cosa Nostra (Sicilia), Camorra (Nápoles), 'Ndrangheta (Calabria), Sacra corona unita (Apulia).

Mafia ítalo-americana: Bonanno, Familia Colombo, Familia Genovese, Familia Gambino y Familia Lucchese.

Mafia rusa: Medvedkovskaya y Orekhovskaya

Cárteles colombianos: Cártel de Medellin, Cártel de Cali – Cártel del Norte del Valle, Cartel de la Costa Atlántica – actualmente en desaparición.

Triadas (China) Yakuza (Japón)

Cárteles mexicanos: Cártel de Tijuana (Cártel de los Arellano-Félix), Cártel del Golfo (Cártel de Osiel Cárdenas, Los Zetas – grupo armado, Cártel de Sinaloa (Cártel de Guzmán Loera), Cártel de Juárez (Cártel de los Carrillo-Fuentes), Cártel de Guadalajara – actualmente inexistente

Mara (pandilla): Mara Salvatrucha o MS13 y Mara 18

Las leyes penales de muchos países contemplan de forma general ciertos lineamientos o comportamientos de acciones que se definen como crimen organizado. Lamentablemente no tenemos legislación especializada ni unidades operativas para prevenir, controlar y perseguir este flagelo que nos corroe.

Mientras nos alejemos y tengamos diferencias en ponernos de acuerdo, le daremos cabida a que los conflictos sociales nos arropen totalmente, pues como dijo Edmund Burke, "Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada", por ello, es imperativo unirnos en la lucha contra los males sociales, no dejemos de hacer el bien, desde donde tengamos las posibilidades, en la comunidad, las iglesias, las escuelas y demás centros educativos; ongs y todas las asociaciones de bien común; empresas y empresarios, medios de comunicación y comunicadores; especialmente desde la familia, no nos rindamos ante ellos, los buenos, somos más.