I.- El COVID-19, encuentra aquí un medio adecuado
1.- En todo el planeta tierra está presente el COVID-19; que se ha extendido a los lugares más diversos de los diferentes países. Se ha expandido sin que pueda ser controlada su difusión y su agrandamiento sin parar hace pensar que no tiene límite alguno para ensancharse.
2.- En su andar sin rumbo, el COVID-19 se ha alojado en el territorio nacional dominicano donde se ha ambientado porque el medio le resulta adecuado para originar y desarrollar enfermedades contagiosas. Las condiciones nuestras le son apropiadas a sus propósitos contaminantes y perjudiciales.
3.- Todo un conjunto de circunstancias previas y necesarias para que el COVID-19 se mueva con facilidad en su obrar de muerte, aflicción y temor, se encuentran dadas en la República Dominicana. La pandemia está aquí en forma placentera porque se le presentan las cosas a su gusto, como mandadas a hacer a su medida.
4.- La carencia de lo necesario para vivir se encuentra en el ser humano pobre que está acompañado de desempleo, hambre, analfabetismo, insalubridad, hacinamiento, falta de capacidad para discernir y dificultad para disciplinarse.
5.- La gran cantidad de personas que reúnen las condiciones de pobretería es el caldo de cultivo ideal para que se mantenga y desarrolle el COVID-19. La mendicidad lleva a este a que se mantenga accionando y matando.
6.- Aunque se ha difundido la idea de que el COVID-19 es un virus que se ha globalizado sin discriminación, hay que tomar en cuenta que en cada país, convivir hacinado hace posible la contaminación por transmisión entre los que están aglomerados.
7.- Es una realidad que amontonarse en el mismo espacio para dormir es cuestión de estrechez de espacio físico. La acumulación de personas facilita infectar que es el medio ideal para el COVID-19 alcanzar a sus víctimas.
8.- La gran cantidad de personas fallecidas en New York, a causa del COVID-19, se debe, no solamente a que el virus que se ha alojado en esa ciudad tuvo su origen en Italia o España, sino también por los tantos neoyorquinos pobres que se ven en la necesidad de vivir hacinados en apartamentos, donde muchas veces conviven hasta diez personas o más en una pequeña habitación.
9.- El COVID-19 no discrimina en acción de contagiar para matar, pero aprovecha la diferencia entre aquel ser humano que dispone más de lo necesario para vivir, y el menesteroso que no es más que un arrancao.
II.- El COVID-19, y dificultad de ejecutar “quédate en casa”
10- En nuestro país, si no fuera tan manifiesta la desigualdad y notoria la pobreza, enfrentar el COVID-19, resultaría menos difícil, pero dada la opresión social y material que padece una gran masa de la población, es algo engorroso tomar medidas colectivas para atacar el virus.
11.- Real y efectivamente, mantenerse cada quien en su casa es la forma más efectiva de que el COVID-19, no llegue a matar a una persona. La prevención del aislamiento hace posible evitar la contaminación y, por vía de consecuencia, alejarse de la muerte.
12.- Pero una cosa es lo que conviene, el aislamiento, y otra muy distinta la posibilidad de materializar lo beneficioso que es mantenerse en la casa llevando a cabo el no contacto o acercamiento físico.
13.- Una parte de la comunidad dominicana residente en el territorio nacional, no tiene inconveniente alguno para ejecutar el llamado de “quédate en casa”, porque tiene a su disposición y alcance todo lo necesario para soportar el aislamiento sin estar en la obligación de salir de su hogar a buscar los recursos económicos para sufragar sus gastos.
14.- A quienes les resulta difícil, y casi imposible de llevar a la práctica el mensaje de “quédate en casa”, es a los millones de dominicanos y dominicanas que están obligados a salir de la casa y tomar las calles para buscársela para sí y su familia.
15.- Es casi pedirle lo imposible a un triciclero, padre de cuatro o cinco hijos y, tiene a su mujer, que se quede en su casa, porque ¿de dónde va a obtener el dinero para adquirir los alimentos, pagar el alquiler, y los servicios de energía y agua?
16.- En nuestro país, las condiciones de vida material y espiritual del pueblo dominicano, no son iguales o semejantes. Las diferencias se expresan en la facilidad de subsistencia de una minoría, y las dificultades que acompañan a la mayoría para una vida digna. Partiendo de esta dura realidad es fácil de comprender que no es cómodo para la mayoría de los nuestros cumplir “quédate en casa”.
III.- El COVID-19, tiene como aliado al modelo económico que impera aquí
17.- El modelo económico que predomina en nuestro país, es un aliado del COVID-19, porque pone al alcance de este a sus víctimas. Los pobres de aquí, o de cualquiera otra nación con un ordenamiento económico y social injusto igual al que padecemos basado en la desigualdad, están prisioneros, cautivos, expuestos a ser contagiados y exterminados.
18.- La única forma de los pobres escapar, con seguridad, del COVID-19, es si el Estado va en su auxilio y le facilita medios de subsistencia para que permanezcan quedándose en su casa. De lo contrario, durante mucho tiempo el COVID-19, continuará entre nosotros, y los desposeídos serán sus sacrificados.
19.- Debemos de ser realistas y proceder con sensatez. Por más que se quieran ocultar las desigualdades, la pobreza y otras lacras que genera el statu quo, ellas están ahí, y en cualquier momento salen a flote, sin importar que sean ciclones, inundaciones o ahora con el COVID-19.
20.- La pobreza trae como consecuencia la falta de techo; malo o ningún servicio de salud; analfabetismo, mala nutrición y dificultad alimentaria. El ser humano necesita comer para subsistir.
21.- El COVID-19, nos ha colocado en un cruce de caminos, algo así como en una encrucijada. Queremos acabar con la pandemia, quedándose cada quien en su casa, para evitar la contaminación por transmisión. Pero ocurre que una minoría, sin problemas de ninguna clase, puede quedarse tranquilamente en su hogar.
22.- Pero, y aquí viene la situación difícil. Resulta y viene a ser que la mayoría de los hombres y las mujeres de nuestro pueblo, seres humanos y compatriotas nuestros, no tienen la posibilidad económica de quedarse en su casa sin producir para vivir.
23.- Es posible que para justificar y defender “quédate en casa”, salgan algunas personas y digan que la tarjeta solidaridad, “comer es primero”, FASE y otros beneficios sociales resuelven el problema de los pobres. Pero no es así.
24.- Cuando en el país han ocurrido dificultades como consecuencia de fenómenos de la naturaleza, se han enfrentado con cierto éxito, y el sistema sigue funcionando. Pero ahora la situación es peliaguda porque el adversario no se deja ver, no hay arma para enfrentar los daños que produce y, lo que es peor, no se sabe hasta cuándo se mantendrá oculto, inspirando miedo y matando gente.
25.- El resultado feliz en la lucha contra el COVID-19, solamente lo logramos con el sacrificio preventivo de permanecer en la casa, con la separación física y distanciamiento social. Pero todo esto tiene un componente económico que no está al alcance de todos los integrantes de la sociedad dominicana.
26.- Uno solo de nuestros compatriotas, no debe ser víctima del COVID-19, por lo que se impone una solución humanitaria de Estado, sin importar el sacrificio económico que entrañe, poniendo a disposición de los necesitados, llámese chiriperos, trabajadores por cuenta propia, o vendedores ambulantes de baratijas. El dinero está hecho, lo que hay que hacer es tomar la decisión y así, entonces, sí funciona el llamado de “quédate en casa”.