El trastorno bipolar es un diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo.

Una persona bipolar suele oscilar entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.

Quienes no somos profesionales de la conducta lo que observamos, y que nos hace pensar en la bipolaridad de una persona, es su constante cambio de humor o de actitud ante un determinado hecho.

Una persona bipolar puede expresar comportamientos inadecuados, fuera de contextos como por ejemplo mostrar alegría ante un hecho que denota tristeza o mostrarse melancólico y triste en un evento que denote alegría, por ejemplo una fiesta.

Basado en este contexto afirmo que el Congreso Nacional es bipolar. Mientras estuvo en su auge la lucha por el 4% para la educación los congresistas hicieron caso omiso al reclamo del pueblo llegando a contradecir públicamente al movimiento, acusar de ser partidarios de la oposición a quienes nos manifestábamos a favor de la lucha y llegando al colmo de realizar una sesión con la rapidez indebida. Aún retumba en nuestros oídos la famosa expresión de “Voten honorables, voten”.

Sin embargo ese mismo congreso fue capaz de ovacionar al Presidente Medina cuando en su discurso de toma de posesión reafirmó el compromiso de otorgar el 4% para la educación.

En otro hecho sin precedentes ese congreso aprobó un contrato con la Barrick Gold totalmente contrario a los intereses del país y desoyeron en más de una ocasión a los grupos ambientalistas que desde el primer momento se habían manifestado contrario a ese contrato. No hubo huelgas, caminatas, ni consignas que movieran el sentido común de quienes se suponen nos representan.

Pero es el mismo congreso que en el discurso de rendición de cuentas del Presidente Medina, al referirse a ese contrato, le rindió nueve ovaciones de pies y 16 aplausos de un total de 36 que se otorgaron durante tiempo que duró el discurso.

¿Cómo se explica que quienes cometen el error luego se disparen aplaudiendo como si nada hubiera pasado? Prefiero pensar que es una actitud bipolar pues no me parece que el cinismo no tenga límites en esos dizque representantes. Solo una actitud bipolar puede explicar semejante conducta.

El problema es que, en el caso de nuestros congresistas, parece que su trastorno no les deprime, muy por el contrario transfieren la depresión al pueblo quien muestra su vergüenza con expresión en las calles y ellos su desvergüenza tomando decisiones después que el mal está hecho y queriendo remediar con un aplauso.

He afirmado en otros escritos que el problema no ha sido la Barrick, el problema ha sido esa clase política que nos ha desgobernado por tantos años, y lo han hecho de espalda a los intereses del pueblo.

Una de las cosas que se recomienda para el manejo del trastorno bipolar es la terapia, fármacos, descanso y ejercicios. Es posible que como pueblo no tengamos la manera de aplicar los fármacos y las terapias, pero sí  la manera de cómo darles descanso y ayudarles en su reparación.