Bosch mostró inquietudes religiosas en sus obras “David: Biografía de un Rey” y “Judas Iscariote, el Calumniado”. Planteó que no deseaba justificar a Judas pero expresó: “Judas no escribió, no adujo palabra en su defensa; y durante dos mil años no ha habido fuente directa en qué abrevar para justificar una revisión del juicio que le ha condenado como arquetipo de traidor”. Contrasta Bosch que Trotzky, acusado por Stalin de traidor, sí pudo defenderse. Inesperadamente, Bosch dictaminó: “Judas no traicionó a Jesús, no le vendió, no le besó, no cobró su infamia y por último no se ahorcó”.
La acusación a Trotzky fue política, la de Judas religiosa. Resaltó Bosch, políticamente, que de los 12, el único apóstol que no era galileo era Judas, pero era ecónomo del grupo y conjeturó que no puede asegurarse que Judas pretendiera hacerse jefe de los apóstoles. “¿Pero quién asegura que sus compañeros no le atribuyen esas ambiciones? Antes de declararse “marxista no leninista” Bosch escribió: “Muerto Jesús, la organización de la Iglesia era un hecho político que no podía escapar a una ley universal en el fenómeno político”. Ya marxista dijo: “Para mí, Jesús es un ser histórico”, no “religioso”.
El Nuevo Sanhedrín y Politburó escogerá al ser superior y predestinado que, junto a sus tetrarcas, pretenderá seguir sojuzgándonos. Bosch, deidad del PLD tuvo muchas vidas. No resucitó como Jesucristo y Lázaro, pero renació en vida, pidiendo que su biografía iniciara así: “Nació en La Vega, República Dominicana, el 30 de Junio del 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer la nueva alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”. Bosch participó en la creación del PRD , primero politeísta, luego henoteísta, finalmente monoteísta, consagrándose como dios único, desplazando otros fundadores .Cuando surgió otro “astro con luz propia” Bosch, monoteísta, abandonó el PRD y ,en su segundo renacimiento creó el PLD. Declaró que dejó de fumar porque salió del PRD, dejando atrás todos los vicios. ¿A distancia, notará Bosch algunos vicios de algunos discípulos?
En el Congreso Constitutivo de diciembre 1973 proclamó: “El PLD se propone terminar la obra que comenzó Juan Pablo Duarte” con el lema: “Servir al partido para servir al pueblo”. En 1996 ocurrió su tercer renacimiento. En el paraíso terrenal morado apareció, seductora, la serpiente bíblica citando el Génesis:<<”Seréis como Dioses” si comen del árbol prohibido del poder, ungidos por Balaguer>>.Sucumbieron a la tentación gestando, gozosos, aquel pacto innombrable cuyas trágicas secuelas no serían imputables a Bosch, pues no tuvo plena conciencia de lo ocurrido. Estaba física y mentalmente disminuído. Tenía prohibido hablar allí.
Bosch, maestro gramatical, no creyó que su lema lo violarían conjugando verbos reflexivos: “Servirse del partido para servirse del pueblo”. Danilo y Leonel rechazan volver al politeísmo de múltiples dioses y repudian retornar al henoteísmo con un dios superior y varios dioses menores. Ambos ansían, fanáticamente, reinstaurar para siempre el monoteísmo de Bosch, con un solo Dios. Están enfrentados porque ambicionan constituirse, “per saecula saeculorum” en ese dios único, perpetuo y omnipotente para seguir endeudándonos y repartir antojadizamente el presupuesto, sin Ley de Responsabilidad Fiscal, violando las prédicas de Bosch. El Politburó es vergonzantemente katenoísta, un politeísmo rotativo que, dentro de muchos dioses, sólo adora uno a la vez: a quien maneja el presupuesto y entrega sobrecitos, como teorizó doctrinariamente Leonel.
Danilo y Leonel podrían esgrimir, como coartada, que inconductas del PLD estarían justificadas porque imitan la adoración del Vellocino de Oro mientras Moisés guiaba los judíos hacia la Tierra Prometida. Como Moisés, Bosch no alcanzó una Tierra Prometida del poder, donde medran sus discípulos. Atravesando el desierto hubo desviaciones, pero el “Decálogo”, “Los Diez Mandamientos” recibidos por Moisés, prevalecen incólumes en la tradición judeo-cristiana. En cambio Danilo, deidad dominante, desdeña sus juramentos y los compromisos del Acuerdo de Mayo 2015 , propuesto por él mismo y aprobado unánimemente por el Politburó, imponiendo su reelección del 2016 y consagrando el artículo transitorio que prohíbe, taxativamente, su re-reelección. Danilo, sin rubor, niega la máxima “Pacta sunt servanda”, “Los acuerdos deben ser cumplidos”. “Atraco” no forma parte del léxico religioso o político.Corresponde a Chicago. ¡Confiemos en que los dos dioses pugnaces no remeden a Caín y Abel!