Nuestro país se encuentra en una gran encrucijada ante los acontecimientos en Haití.  Por más veces que hemos vaticinado en los foros internacionales sobre lo que ocurriría en Haití si la comunidad internacional no actuaba y buscaba una fórmula para poder  ayudar, ésta no ha demostrado interés real a la fecha. Muchos articulistas y -hasta lamentablemente- ex embajadores escriben sobre la solución a los problemas de Haití sin tomar en consideración lo que es el Derecho Internacional, planteando soluciones que la comunidad internacional nunca aceptará.

Durante mi representación como embajador dominicano ante el Consejo de Seguridad siempre hablábamos, los embajadores, sobre la importancia de actuar temprano, con medidas preventivas, para evitar conflictos crecientes y que llegaran fuera de control de las autoridades. Casos recientes como los de Haití, Etiopía, Afganistán, Myanmar, Mali, Sudán, entre otros, eran obvios y el Consejo de Seguridad no fue capaz de prevenirlos. Hoy vemos estos países afectados por golpes de Estado, guerras o colapsos totales.Me pregunto si los sistemas multilaterales no son ya funcionales para prevenir conflictos, solo imagínense si realmente pueden resolverlos cuando el conflicto es una realidad y ha crecido a dimensiones mayores.

Ante esta realidad que describo en el párrafo anterior, mis sugerencias son las siguientes:

1. República Dominicana debe mantener la frontera sellada como lo ha hecho. Nuestros líderes militares deben impregnar una dosis fuerte de patriotismo a los soldados que protejan nuestra frontera y que no se dejen tentar con dinero para dejar pasar ilegales;
2. El gobierno debe de instalar de urgencia un sistema de captura biométrica con el principal propósito de identificar a los que entran al país;
3. El Ministerio de Trabajo, Dirección de Migración y la Cancillería deben trabajar en conjunto para dotar de “permisos temporales de trabajo” a extranjeros;
4. Que sea fácil dotar de este documento cuando un empresario, Ingeniero o cualquier actividad económica lo requiera; el ciclo se completa con las autoridades devolviendo a su país a todo el que no este documentado.

Debo resaltar que muchas de las cosas que propongo ya están en el tintero o en ejecución, el proceso que describo tomaría de 3 a 6 meses, pero debemos ser firmes en su ejecución; ¡este es el momento de unirnos!Por último, aunque  sugiero actuar de inmediato, debemos cuidarnos de hablar demasiado de Haití ya que todo lo que nuestras autoridades dicen sale en los medios internacionales y nuestro país es visto como un ejemplo en el hemisferio, por tanto debemos tener presente que compartimos una Isla con un país al borde del colapso y la comunidad internacional podría entender que esa situación está afectando a la República Dominicana. Debemos cuidar nuestra imagen y el clima de inversiones, si no nos cuidamos podría pasarnos como a Chacumbele.

Actuemos con precaución e inteligencia. Nosotros no estamos en capacidad de resolver el grave problema haitiano, sí podemos ayudarlos en lo que nos pidan, siempre de acuerdo a nuestras posibilidades.

Apostemos a Republica Dominicana!