Antonio Skármeta (El cartero de Neruda) no es el único autor chileno que ha escrito una novela tomando como inspiración al insigne poeta don Pablo Neruda, cuya vida fue tan intensa que tituló sus memorias: "Confieso que he vivido". Otro chileno en el 2008, Roberto Ampuero, autor de numerosas novelas, algunas premiadas, publicó El caso Neruda (Editorial Norma, 2008, 330 páginas), un relato de detectives en el cual coloca a Neruda junto a uno de sus más conocidos personajes, el investigador privado cubano, Cayetano Brulé, que ha protagonizado otras cinco novelas. En ésta, que se inicia durante el gobierno de Michelle Bachelet, Cayetano es sesentón. Relata sus recuerdos del fatídico año 1973 cuando se iniciaba en el oficio y conoce a Neruda, quien lo convierte en detective con los servicios que le presta.
Los seres humanos tienden a concluir sus asuntos pendientes cuando el fin se acerca, por lo que la trama arranca en 1973 cuando Neruda padece de cáncer y percibe que su vida se agota. Contrata a Cayetano Brulé para que realice una investigación. Le pide que viaje a Ciudad México para que localice al Dr. Angel Bracamonte, un oncólogo que él conoció en 1940, cuando fue cónsul allí, y que perdió de vista desde 1943 cuando regresó a Chile con su mujer de entonces, Delia del Carril. Le indica que si encuentra al doctor, entonces le revelará un secreto que resulta ser que necesita establecer si la hija que tiene Beatriz de Bracamonte, con la que sostuvo una relación, es hija suya. No saberlo lo atormenta.
El resto de la novela trata sobre la búsqueda de Beatriz, espléndida y misteriosa, que dice de sí misma: "No soy lo que parezco, soy siempre otra." Es un relato sin muchas pretensiones, sencillo y fluido a través del cual el autor nos lleva en su búsqueda al DF en México, a La Habana, Alemania Oriental y Bolivia, y desde luego Chile, siguiendo las pistas de una mujer que muestra distintas identidades, algunas contradictorias.
¿Es descabellada la trama de esta obra? ¿Es ofensiva a la memoria de Neruda? Decida usted. Sin embargo, en aras del análisis objetivo, no sería inaudito que Neruda, el hombre sensual, poeta, político, intelectual, y diplomático que viajó por el mundo, y que escribiera esos maravillosos poemas titulados Veinte poemas de amor y una Canción desesperada pudo haber sostenido una relación afectiva con una mujer de la cual naciera un hijo o hija. Más aún, el autor indicó que obtuvo la inspiración de Los versos del capitán: "Yo te pregunto, dónde está mi hijo?"
Me gustaron las ambientaciones que hace de Valparaíso en época de Allende, las referencias al golpe y a los días después del sangriento evento hasta el entierro de Neruda. Concluye en la época de la Bachelet, en un bufete de abogados donde dos de los socios representan los dos bandos que se enfrentaron en septiembre 1973. Vencedores y vencidos trabajan juntos. Buena trama para guión de una película. Es entretenida, léanla.