Posiblemente el capitalismo ha existido desde tiempos inmemorables, al igual que el comercio, sin embargo, como sistema económico no apareció hasta el siglo XVI, en Inglaterra en una sustitución gradual del feudalismo. Se extendió durante el período del Renacimiento por toda Europa, pero en realidad este en su principio fue más bien tímido, sin embargo, durante los siglos XV y XVI las frecuentes travesías dentro del suelo europeo fomentaron el comercio y el intercambio comercial que acompañado con el descubrimiento de América (1492) y conquistas de nuevos territorios vírgenes, trajo la búsqueda y obtención de metales (oro, plata) y piedras preciosas procedentes del Nuevo Mundo.

Lo que trajo por consecuencia la creación de un sistema comercial mercantil (mercantilismo), cuyo objetivo principal consistía en un cambalache o intercambio de bienes (metales y joyas preciosas) en vez de producirlas, dándole un auge al capitalismo como sistema económico imperante. En este período es cuando el sistema se forma bajo un marco legal que lo ha acompañado durante siglos con rasgos característicos y comunes a todos que han perdurado a través de su evolución histórica, protegiendo el sistema y el capital, principios básicos y necesarios para el funcionamiento jurídico del sistema.

El proceso evolutivo, histórico del capitalismo en República Dominicana no contiene aspectos sobresalientes fundamentales o de una marcada magnitud, ya que la sociedad dominicana tiene una estructura socioeconómica de subdesarrollo de las denominadas como de tercer mundo al ser pobres y socioeconómicamente dependientes de los Estados Unidos no solo en el renglón financiero sino también influenciada directamente desde el ámbito socio-político.

Eventos como la crisis económica en la década de los setentas en los Estados Unidos, que apareció debido a los innumerables gastos económicos resultantes de la guerra de Vietnam, la crisis del petróleo creado por los países árabes del Medio Oriente y la caída del Fordismo debido a la competencia de producción de vehículos en serie por la Toyota en Japón y otros países asiáticos (Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong), creando numerosos cambios en el mundo capitalista y en especial el capitalismo norteamericano.

Entre los cambios más sobresalientes en respuesta a la decreciente economía en el mundo capitalista fue la aparición de un nuevo renglón en el modelo económico capitalista denominado como El Consumo, elemento que produjo cambios dentro de sociedades desarrolladas industrialmente, creando una orientación psicológica- social orientada hacia una actitud o un hábito de consumo, caracterizado por un uso masivo de bienes y servicios para satisfacer las necesidades humanas, haciendo estos bienes disponibles a un público consumidor, gracias a la producción intensiva de los mismos.

Esta orientación de dispendio derivadas de países con una etapa avanzada de desarrollo industrial capitalista, generalmente economías ricas, ha cautivado nuestra sociedad directamente como parte de su interdependencia política y socioeconómica con los Estados Unidos, país donde el consumismo ha alcanzado su máxima expresión dentro de una sociedad que se corresponde económicamente con una etapa avanzada de desarrollo industrial y por un consumo masivo de bienes y servicios, denominada como Sociedad de Consumo.

Este fenómeno sociológico ha impactado directamente nuestra sociedad en el plano sicológico, económico y social manifestándose en nuestra vida diaria, en nuestra forma de vivir; porque vivimos, respiramos y sentimos el efecto de la publicidad, el marketing (mercadeo) y la propaganda organizada y programada a través de los medios de comunicación masiva que nos empuja a consumir, que se ha convertido en parte de nuestras vidas creando una obsesión severa de consecuencias incalculables, modificando nuestra orientación socio-psicológica, manipulada y dirigida por el capitalismo neoliberal, modelo que no redujo la pobreza ni la inequidad social y que tanto ha afectado a América Latina y la Nación Dominicana.