¿Es un capitalismo que funciona?  Depende mucho de cómo sostenga a los capitalismos del área de su influencia, sobre todo en lo que atañe a la revolución industrial y tecnológica del siglo XXI.

Lograron superar al neoliberalismo que viene fracasando estrepitosamente, siendo Argentina el mejor y más nuevo ejemplo que demuestra su ineficacia con mayor fuerza en países del tercer mundo, pobres, como los de Latinoamérica que hasta los días de hoy, y presumiblemente por mucho tiempo más, apenas logra insertarse entre las grandes potencias con sus commodities.

¿Es sustentable su desarrollo y estabilidad? En los días de hoy es menos que probable. Un desarrollo que necesita de estabilidad no es desarrollo. Esa estabilidad y ese desarrollo deberían ser cónsonos con la estabilidad del medio ambiente y fuera de toda crisis, y como sabemos el capitalismo precisa del medio ambiente para permanecer “saludable” aunque se joda el medio ambiente. –Los años dorados del capitalismo milagroso desapareció en el 1970, luego de una bonanza de 30 años.

¿Quiere entender cómo sucede esto? Es bueno que se relea los volúmenes 2  y 3 de El Capital donde Marx habla sobre finanzas.

Pongamos como ejemplo a RD. Pues bien, la solución salvavidas del capitalismo en todo el mundo fue el neoliberalismo, ese modelo que viene empobreciendo y endeudando a RD. El propio modelo neoliberal ya está en crisis, lo que induce a que las sociedades como la nuestra no tenga respuestas a su propia crisis de agua, electricidad, educación, seguridad pública, alimentación, salud, y un largo etcétera. El modelo de gobierno social demócrata de los años dorados ya no es posible.

Los capitalismos que se mantienen, todos, son los autoritarios y los imperiales. Ahora bien, ¿si la social democracia no da resultados porque precisa de “mano dura”, como doble moral, para que sus objetivos sean alcanzados, pero tampoco es posible volver a los tiempos de la Era de Trujillo, cómo podríamos renacer o encausarnos?

Al ser humano se le ha retirado cualquier camino de libre albedrío y de una vida en equidad. En ese sentido no existe el sujeto libre, no existe otra conciencia que la repleta de contradicciones que se niega a sí misma. Entonces si no existe eso que llamamos libertad, poco importa, pues lo que buscamos es esa idea, ese sentir, de subjetivamente ser libres, ¿libres de qué o para qué? No existe la libertad social como puede que la encontremos en ciertos países que han logrado en décadas una sociedad pacífica y solidaria, en los demás países como el nuestro existe la alucinación de la libertad individual, y que caracteriza a la pandemia de la posmodernidad.

Una vez más, se cumple lo que Amín Abel Hasbún sentenciaba con aquello de que cada país busque su propio camino…  Quizás debamos empezar por volver a la economía solidaria como aliciente de una sociedad al borde del descricaje total.