Media Isla en el Caribe y 2 respuestas de una Sociedad gobernada por mafias corruptas e impunes y un pueblo que despierta en la oscuridad, reclamando un liderazgo que lo conduzca a la primera estación de un largo viaje.
Republica Dominicana, país ubicado en media Isla de las Antillas Mayores caribeñas con 2 Sociedades políticas que cohabitan paralelas.
Una, la sociedad constituida por las clases económicas poseedoras de la totalidad de las riquezas y medios de reproducción de estas, generalmente de origen ilegal, injusto y corrupto, de vieja y nueva data.
Esta clase ignora que ocupamos los primeros lugares en todas las estadísticas negativas del continente, de la región y del mundo.
Es la que celebra, publicita y se congratula por ser el país con crecimiento económico sostenido desde hace mas de 2 décadas de crecimiento económico anual, sin mostrar ningún sonrojo ante la estrepitosa caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población.
La clase social que ignora que hemos alcanzado una deuda externa por más del 51% del PIB.
Una clase que hace caso omiso al hecho de que desde el año 2000 hemos incrementado esa deuda desde 4, 460 millones de dólares hasta 42, 378 millones, hasta febrero del 2018., dedicando el 23% de su ingreso anual para el pago de los intereses de esa deuda.
A esa clase social no le importa que hemos alcanzado el mayor déficit fiscal de la región , con 4.5 % y un endeudamiento equivalente al 51.4% del PIB.
Para eso, esa sociedad cuenta y es dueña de casi todos los medios de comunicación, incluyendo el control de la voluntad de la mayoría de los comunicadores, a los que el pueblo conoce como bocinas.
Existe la otra sociedad, la que usualmente se desconoce, no se consulta y/o se minimiza sus opiniones y quejas.
Esta sociedad la integra la clase media en sus diferentes estratos y oficios que cada día sufre la reducción de su poder adquisitivo y su calidad de vida; los diversos sectores productivos del campo y la ciudad, los cuales suelen ser cercados y estrangulados por los beneficiados de la aplicación de prácticas Neoliberales que convierten en deficitarios sus sistemas productivos e inversiones a fin de facilitar las importaciones, lo que es aprovechado por los funcionarios de los Ministerios a que pertenecen. Los pequeños y medianos empresarios nacionales que son incapaces de competir con las grandes empresas internacionales asociadas a otras nativas, surgidas al vapor, muchas veces con procedimientos ilegales y/o legales corruptos.
La sociedad conformada por la creciente población de trabajadores informales, siendo ésta en nuestro país de un 51.2 %, tercero entre Latino América y El Caribe; la que carece de oferta de servicios de salud o estos son muy deficientes y costosos, los procedimientos diagnósticos y los medicamentos; los déficits educativos, concebidos maliciosamente para conformar una población analfabeta funcional, incapaz de interpretar e identificar las características malvadas de sus verdugos, ni el alcance de los males que a esta y a las generaciones venideras les genera la depredación de nuestras riquezas naturales y la desertificación de nuestros suelos.
Esa otra sociedad, la que día a día es disminuida y enajenada por aquella que se beneficia de su ignorancia y su falta de consciencia del significado y valor del empoderamiento para alcanzar la superación de sus calamidades, es la sociedad que hoy estamos viendo surgir desde los más diversos rincones de la geografía y voluntad nacionales.
Esa es la otra sociedad, ya no tan silente, que de forma maliciosa es excluida de las opiniones y/o los porcentajes resultantes. Así, usualmente se presenta una supuesta evaluación general, producto de una muestra técnicamente representativa, pero enajenando de cualquier forma y manera a la otra Sociedad, la excluida.
¿Por cuales ductos o túneles de la historia siempre arrojan las insatisfacciones de la otra sociedad?
¿En cual recipiente son vertidas las voluntades, opiniones y reacciones de l@s dominican@s que cada día y en cualquier parte se expresan, y se lamentan denunciando las causas de su empobrecimiento y calamitosas vidas?
Esa otra sociedad hoy brota, fluye, se expresa, se organiza y resiste la ilegalidad del uso del poder, y aunque todavía una mayoría no asume un rol partidario preponderante y hasta suele negar esa opción, por no haber alcanzado ese nivel de entendimiento y diferenciación, tal vez por no habérselo servido, pero se moviliza y va entendiendo las causas de sus tragedias y la identidad de sus verdugos.
La clave de un liderazgo emergente para interpretar y conquistar el descontento ascendente, aún sin partido y sin consciencia de que su lucha contra la presente degradación social, acrecentada por el PLD, es política y como tal, la victoria y superación de ésta, se alcanza por medio y a través del buen uso del poder y este poder, en la Republica Dominicana se logra por medio de una Sociedad empoderada, organizada también en los partidos políticos , portadores de programas y dirigentes con historias y prácticas de vida ética y con instituciones constituidas por hombres y mujeres honorables.
Es improrrogable la acción para alcanzar una plataforma política y un programa de MINIMOS INDISPENSABLES, precedido por una consigna fundamental, representativa de su contenido y que al presentarse a la Sociedad que brota, lucha y desconfía ahora, se integre en cuerpo y sentimientos a reclamar y lograr un CAMBIO DEMOCRÁTICO , sustentado en una Constitución e instituciones progresistas y en hombres y mujeres honestos, reconocidos y valorados como tales por la Sociedad.
Es inútil proclamar y/o presumir la grandeza de cualquier organización política partidaria, si su tamaño cuantitativo no se corresponde con su calidad, expresada a favor de un cambio de rumbo.
La valoración del carácter progresista de una formación partidaria debe atravesar ese tamiz cualitativo. Eso ha de tenerse muy presente al momento de calificar el carácter de una alianza con fines de participación electoral y para ganar y ejercer el poder por medio de un programa político de MÍNIMOS INDISPENSABLES, así sea en una propuesta para una etapa y gobierno de transición.
Hoy en la RD la calidad de una propuesta política, expresada en la identidad de los propósitos a lograr, a partir de lo primario, que es la destitución del PLD del poder y todas las consecuencias inmediatas, será determinante para llevar a cabo los propósitos consensuados. Lograr esos objetivos es lo verdaderamente trascendente, aún cuando esa coalición no alcance la supremacía del poder en los próximos procesos electorales del ‘20.. Más allá de ahí, seguirán habiendo grandes objetivos políticos- sociales que demandarán de nuestro esfuerzo para ejecutar acciones coaligadas. Muchas veces hemos despreciado la organización en el tiempo de un proceso de convergencia indispensable urgidos por el inmediatismo y al cabo de no construir los elementos de un viaje más distante, arribamos al punto, igualmente desprovistos de las herramientas indispensables para acometer con éxito el largo viaje.
El carácter mayoritario con que surgió el PRM, a partir de su fundación, como la más inmediata y principal consecuencia de la división del PRD, se debe, hasta ahora, a que una parte significativa de la sociedad irredenta dominicana dio un cheque firmado en blanco a los que surgieron como supuestos redentores de los mayores objetivos políticos y sociales que históricamente habían levantado los principales líderes emblemáticos de ese partido. Y fue la firma de un cheque en blanco, porque hasta entonces era una promesa, de cuyas intenciones y disposición de lucha sólo conocimos lo viejo. Y hoy eso no ha cambiado.
En mayo del ‘16 Danilo Medina y Roberto Rosario le publicaron al PRM y aliados un 35 % de votación a su favor, tal vez por conveniencia para justificar su propio fraude. Sin embargo, nadie puede asegurar hoy, a 2 años de ese oscuro episodio de la historia política dominicana, que esa organización, que no ha hecho ni dicho nada para merecer la preservación de ese liderazgo, en la voluntad ciudadana, aún se mantenga en ese sitial. ¿A causa de cuales méritos y a expensa de cual sector social puede mantenerse ese reconocimiento?
La sociedad dominicana, empobrecida y no redimida por los sucesivos gobiernos de partidos tradicionales, aún permanece a la espera de ese momento de redención
Y esa sociedad, cual si fuera una fértil mujer, ilusionada con alcanzar la maternidad, por estar en período de ovulación, espera ansiosa la llegada a su vagina, para luego ascender a sus trompas y demás órganos reproductores y ser fecundada, de un galante y sano espermatozoide, y juntos, hacer posible la pronta llegada de un CAMBIO DEMOCRÁTICO como su mejor criatura.