El cambio climático es un fenómeno producto de las actividades antropogénicas post-revolución industrial, así como otras naturales propias de nuestros ecosistemas. Como fenómeno fue evidente a partir de la década de los 50’s, con la creciente concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Atendiendo el asunto, las Naciones Unidas creó el Comité Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) durante el 1988, en donde se reunían científicos de todas partes del mundo con el propósito de estudiar este fenómeno. Dicho comité concluyó con argumentos suficientes para que se celebrara en el año 1992, la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, durante la Cumbre de la Tierra, dando inicio oficial a la lucha contra el fenómeno.

Con la revolución industrial hubo un crecimiento exponenciado de las industrias, ocasionando la combustión masiva de los combustibles fósiles, así como una explotación de los recursos naturales acelerada. Paralelamente la población mundial aumentó, junto con sus necesidades y caprichos consumistas saciados por esta revolución. Todas estas actividades, las cuales el planeta no conocía (al menos no en esta proporción) emitieron aceleradamente gases de efecto invernadero, los cuales son los causantes del calentamiento global. El IPCC identificó estos seis gases como no contaminantes, pero si nocivos por su efecto invernadero, los cuales son el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH₄), el vapor de agua (H₂0), el óxido nitroso (N₂0) y el ozono (0₃).

El calentamiento global sucede por la concentración de estos gases en la atmósfera, la cual no permite que los rayos ultravioletas reboten fuera de la misma. Por lo tanto, se genera este calentamiento que cambia las temperaturas y el comportamiento de los ecosistemas en respuesta; es aquí donde se da el fenómeno del cambio climático y los impactos tangibles en la actualidad. Como consecuencia del fenómeno en cuestión no solo tenemos el deshielo de los glaciares, sino también el crecimiento de los mares y océanos los cuales conllevan a las inundaciones y la desaparición de costas. Otras son las manifestaciones en el cambio de hábitat dado a las nuevas temperaturas, por lo tanto, no crecen cultivos, o mueren especies que sustentan la economía de países. Los fenómenos climáticos como los huracanes, ciclones y tormentas suceden fuera de las temporadas habituales y a mayor magnitud generando mayores catástrofes humanas, sociales y ambientales.

Con la reciente firma del Acuerdo de París, se ratifica el compromiso de la comunidad internacional para luchar contra el cambio climático. El objetivo principal de este Acuerdo es evitar la disminución de la temperatura global a 2º C, por los efectos que pudiese causar. Para que esto sea posible, la sociedad debe de acatarse a la sostenibilidad y los países deben de cumplir con sus compromisos internacionales para la mitigación del cambio climático. Mientras tanto, esfuerzos deben de hacerse también para la adaptación al cambio de los ecosistemas generados por el fenómeno.