Mucho he lamentado no encontrar, a pesar de todos los esfuerzos, un artículo de la autoría de Elsa Guzmán Rincón, mi mamá, publicado en el Listín Diario a finales de los 90’s, sobre el recién inaugurado, en ese entonces, bulevar de la 27 de febrero. En aquel momento la autora explicaba su punto de vista y se atrevió a predecir lo que pasaría en y con dicho espacio.
Cuando lo leí le pregunté que cómo sabía que pasaría todo eso, que viendo ella, tal como lo dice en la pieza, todos los bombos y platillos con que se anuncia, la importancia que se le está dando y teniendo una estructura administrativa. Me contestó: “todas esas actividades, restaurantes, esculturas y conciertos quedarán más rápido que tarde en el olvido”. Yo, que había participado en varias de las actividades del bulevar, desde conciertos, hasta tocar para la puesta en circulación de un libro de uno de los funcionarios del desaparecido Consejo Presidencial de Cultura, (dicho sea de paso ni las gracias me dio), incluso, participé en el comercial de promoción que se hizo como parte de las actividades culturales, pensé que si ella lo dice, sabrá el porqué.
Hoy, al ver el abandono en que se encuentra el bulevar, más de diez años tiene en ese estado, sólo viene a mi mente lo que dijo en esa ocasión mi mamá.