Según la Constitución de la República, los ciudadanos que delinquen, violan las leyes o cometen actos pecaminosos reñidos contra la ley, la moral, el pudor y las buenas costumbres, que son condenados por la justicia dominicana, pierden algunos de sus derechos constitucionales, civiles y políticos y no deben disfrutar de ciertos privilegios en los recintos carcelarios o penitenciarios.
Lamentablemente muchos de nuestros reclusos o internos, gozan y disfrutan de grandes privilegios, muchas veces igual o mayor que en su vida normal: una habitación tipo suite, aíre acondicionado, nevera, televisor con parábola, permisos para salir y recibir visitas no autorizadas; modernos teléfonos celulares, computadores, pero sobre todo, las señales de teléfonos e internet, en complicidad con las personas responsables de mantener el control y el orden en dichos recintos.
En nuestro país se han hecho grandes inversiones en lo que se denomina “el nuevo sistema carcelario”, pero el Ministerio Público ni la Dirección General de Prisiones han tomado la firme decisión de bloquear las señales telefónicas, donde los reclusos reciben y hacen todo tipo de llamadas, locales, nacionales e internacionales, a pesar de que en el 2014 la Cámara de Diputados aprobó en dos lecturas consecutivas un proyecto de ley para estos fines.
En el nuevo sistema carcelario, a los internos que exhiban una buena conducta, se les permite hacer o recibir llamadas telefónicas semanal o quincenal a su familia, desde una cabina diseñada y controlada para tales fines.
Desde hace muchos años se viene denunciando la libertad con que estos delincuentes operan desde nuestras cárceles modernos sistemas de comunicación, planificando, programando y dirigiendo poderosas bandas criminales, llevando a cabo labores de sicariato, crímenes, secuestros, jaqueo de cuentas bancarias, operaciones de lavado de activos, entre otras, sin que hasta la fecha se haya hecho nada para bloquear dichas señales.
Recientemente las autoridades de la hermana República de El Salvador les exigieron a las compañías telefónicas que operan en ese país, que instalen en todos los recintos carcelarios los sistemas tecnológicos necesarios para bloquear el uso de dichas señales telefónicas, lo que debe servirnos de ejemplo, pues siendo ese un país mucho más pobre que el nuestro, nos dé tremenda lección, ya que no hemos tomado ninguna acción sobre esa importante iniciativa, a pesar de que el señor Presidente de la República, licenciado Danilo Medina, a través del Decreto No. 258-16, creó la “República Digital”, donde la seguridad cibernética constituye uno de los ejes transversales de dicho decreto.
A raiz de las investigaciones realizada por la Policía Nacional con respecto al intento de asesinato contra ex jugador de beisbol de Grandes Ligas, David Ortiz, llevado a cabo por sicarios, se ha determinado que aunque no era dirigido contra él, dicho atentado fue planificado y dirigido desde uno de nuestros recintos carcelarios. Si no se toman las medidas tecnológicas preventivas contra los altos riesgos existentes en nuestro sistema penitenciario, se continuarán llevando a cabo desde dichos recintos las diferentes acciones delictivas y criminales contra la ciudadanía.